Se facilitará y se garantizará la participación de la ciudadanía en todo el ciclo común de diseño, desarrollo, implantación y evaluación de los servicios públicos, siguiendo los principios de gobierno abierto.

En los procesos participativos se tendrá en cuenta la implicación de los colectivos de mujeres y de otros colectivos especialmente vulnerables, y los obstáculos para la participación por medios electrónicos en colectivos en los que exista algún tipo de brecha digital.

Las quejas y sugerencias de la ciudadanía se gestionarán de forma integrada y corporativa en el Sistema Corporativo de Quejas y Sugerencias, que forma parte del Sistema Integral de Atención a la Ciudadanía.

Se promoverán en las normas la creación de espacios estables de participación ciudadana y asociativa, más alla de los órganos colegiados, orientados a la deliberación y propuesta sobre una política pública, y estarán también orientados a la gestión participada y corresponsable en la acción publica. Deberá cuidarse la pluralidad ideológica, social, económica y cultural de la sociedad vasca. Se tendrá en cuenta la posibilidad de establecer medidas colaborativas con el tercer sector y la ciudadanía organizada y con la iniciativa privada, siempre orientada a la generación de valor público.