BilbaoArte inaugura la exposición individual "Bordea" en URIBITARTE40 con la obra de Gabriel Coca

  • BilbaoArte inaugura la exposición individual

  • Concebida específicamente para la sala, la exposición reúne un gran conjunto de dibujos y pinturas de nueva producción realizadas en su residencia en BilbaoArte durante el 2023-24
  • En el transcurso de la exposición, se celebrará una mesa redonda sobre la pintura en la actualidad junto a los también pintores Luis Candaudap y Fermín Moreno; una presentación del libro editado con motivo del proyecto en compañía del académico Jaime Cuenca y diseñador Fran Fraca; y varias visitas guiadas junto al artista y guías profesionales
  • La exposición será visitable de manera gratuita entre el 27 de septiembre y el 10 de noviembre de 2024

El centro de producción artística del Ayuntamiento de Bilbao presenta una nueva exposición en la Sala URIBITARTE40. Firmada por el artista becado en el centro, Gabriel Coca, Bordea es la cuarta exposición individual en la Sala.

Artista seleccionado a través del jurado profesional externo formado por Zuhar Iruretagoiena (Zarautz, 1981), Fermín Moreno (Bilbao, 1970) e Ixone Sádaba (Bilbao, 1977) —todos ellos artistas en activo en la actualidad y becados por BilbaoArte en años anteriores—, esta exposición será la primera de los tres proyectos individuales que tendrán lugar en la Sala URIBITARTE40 a lo largo del curso 2024/25. Las artistas Argiñe Ceballos Gelozaga (Ugao-Miraballes, 1999) y Amaia Gracia Azqueta (Pamplona, 1985) completarán, junto a una muestra colectiva sobre la Colección BilbaoArte Bilduma a cargo de los comisarios Lorenzo Galgó e Iñigo Villafranca Apesteguía, la programación del centro hasta junio de 2025.

Bajo el título Bordea, la exposición está formada por un gran conjunto de dibujos y pinturas de pequeño, medio y gran formato realizados a lo largo de los meses de estancia en BilbaoArte gracias a la beca con cesión de estudio. Junto a ella, el artista ha desarrollado un nuevo corpus de obra que entra en diálogo con propuestas anteriores, y en la que el gesto de romper y el generar tensión en el espacio pictórico, por la contraposición de fuerzas así como el encontrar una armonía, están presentes. Formas establecidas a través del trazo, superposición de capas y espesores ayudan al artista a evidenciar la corporeidad de pintura, a circular sobre la superficie del cuadro, delimitar, vigilar el perímetro; entrar y salir de los márgenes, ocuparlo todo, Quitar lo que sobra, marcar un ritmo, avanzar, retroceder e ir hacia dentro. Y es que Coca entiende el borde del trazo como una línea, una forma que delimita, separa y contiene a la vez, une y define, atraviesa y pone en contacto.

Bordea tiene como ejes principales el dibujo y la pintura, y condensa algunas de las preocupaciones y reflexiones sobre las que investiga en su práctica artística. El resultado de este trabajo es consecuencia de una investigación sobre el procedimiento de su práctica pictórica. El artista desarrolla una metodología, basada en el dibujo, para encontrar formas y nuevos movimientos de la mano. Con la voluntad de descubrir nuevas formas para solucionar la imagen pictórica, Coca decide alejarse del lenguaje pictórico y partir de recortes de papel realizados de manera azarosa, que posteriormente bordea con carboncillo o interviene con trazos regulares e irregulares. Esta nueva forma de trabajo le lleva a pensar en el dibujo como método para gestionar la superficie, a pensar el papel, ese rectángulo blanco, como espacio; y el dibujo como manera de percibir el espacio y como modo de estar en el tiempo. Descubre así el dibujo como un lugar donde poner la atención y descubrir formas, que luego acaba interviniendo de distintas maneras.

En sus obras pictóricas ocurren algunas cosas parecidas y otras muy distintas. La superficie vacía de la tela, ese rectángulo blanco, es para el artista un espacio por ocupar.  El artista se sirve del trazo del dibujo como punto de partida, libera el gesto de la mano para establecer unas marcas que guíen a su ojo y le permitan ordenar el espacio. Una vez llegado a este punto, Coca de-construye la imagen, la rompe, la sesga a base de trazos y de manchas de color guiado más por el instinto que por el ojo y la razón. Capa tras capa, con diferentes densidades y texturas dadas por la brocha, acaba eliminando el dibujo inicial tratando de hacer surgir la forma a través del gesto. Ese gesto es importante, se mueve alrededor del dibujo, lo bordea; establece un conjunto de formas sólidas que se enfrentan, se superponen y se atraviesan, buscando una situación en ocasiones de armonía y en otras de conflicto. Al final, lo que resulta son grandes masas de color que vibran en sus bordes. A Coca le interesa que la pintura sea un suceso, un hecho; algo que pueda entrar directamente en el sistema nervioso. Solo así el dibujo sostiene la pintura, y la pintura bordea el dibujo.

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  • Fecha27 de Septiembre
  • Temática Artes visuales