Estíbaliz Urresola Solaguren: "En la industria del cine o articulas una red de sostén y de cooperación o no subsistes durante mucho tiempo"

  • Estíbaliz Urresola Solaguren:

  • Fecha28 de Junio
  • Temática Audiovisual

Mientras su cortometraje 'Polvo somos' no para de ganar premios, Estíbaliz Urresola prepara su primer largometraje de ficción, un '20.000 especies de abejas' que quiere rodar en 2022

La directora de cine laudioarra, Estíbaliz Urresola Solaguren (1984), anda asumiendo los últimos galardones obtenidos en Málaga con su cuarto cortometraje, Polvo somos, y preparando las maletas para embarcarse en una nueva residencia artística, nada menos que en Grecia, de la que espera salir en octubre con el guión ya definitivo de su primer largometraje de ficción, 20.000 especies de abejas, con la intención de entrar a rodar en verano de 2022. Logros todos ellos a los que bien se les podría atribuir una pizca de factor suerte, pero basta hablar con ella unos minutos para entender los años de trabajo que hay detrás, y los que quedan, si se quiere no solo ya despuntar en esta industria, sino simple y llanamente mantenerse.

Ella lo ha intentado en solitario siendo guionista, directora y hasta creando su propia productora, Sirimiri Films, con resultados bastante notables a lo largo de su trayectoria, de los que el premiado corto Adri o el largometraje Voces de papel, con el que obtuvo en 2017 la Txapela de oro al mejor documental en el Zinemaldia.cat, son solo un ejemplo. Con todo, reconoce que la cooperación es indispensable. Algo con lo que ya cuenta, pues Gariza Films e Inicia Films se han sumado al proyecto de su primer largo de ficción. De igual forma, junto a Katz Estudio y, de nuevo Lara Izagirre en lo que ya parece una coproducción formalizada, sacará adelante este mismo otoño su quinto cortometraje: una historia de ficción basada en hechos reales, que la emociona e inspira pues aúna feminismo y ecología.

Para quien todavía no la conozca, ¿quién es Esti Urresola?

–Una laudioarra que estudió en Bilbao Comunicación Audiovisual y que, tras una temporada trabajando en producción televisiva en Euskadi, decidió apostar por irse a Barcelona a estudiar un máster de dirección. Ahí empezó un poco todo a coger forma hace diez años, porque allí escribí un proyecto de cortometraje, Adri, que fue seleccionado por el tribunal de la escuela para producirlo y que funcionó muy bien. Ello me otorgó una carta de presentación en el mundo del cine, así como una beca en la misma escuela sobre marketing y distribución que, desde entonces, me ha permitido hacer realidad un sueño que ya tenía de pequeña, cuando pasaba largas horas escribiendo cuentos y dibujándolos. Otra de mis pasiones, la pintura, que nunca he trabajado de forma profesional.

Málaga, Zinebi, Cortada... todos estos festivales han premiado 'Polvo somos'. ¿Se lo esperaba?

–La verdad es que todos los festivales que nos han seleccionado han sido una gran sorpresa. Primero porque para mí Zinebi siempre ha sido como referencial en cortometraje en España, y encima en una sección oficial muy potente, que nos otorgó dos premios, sin olvidar que es un festival calificador para los Bafta y los Oscar, con lo que ello conlleva a nivel de repercusión internacional. La ceremonia de entrega de premios fue muy curiosa, porque fue en pleno confinamiento y recuerdo que estaba en el salón de mi casa, con mi pareja en frente, viéndolo en directo en Instagram, y cuando publicaron que nos habían dado el premio al mejor guión fue una especie de alegría máxima. El segundo, el gran premio del cine vasco, inesperadísimo, porque pensaba ¡con uno voy que chuto!. Con Cortada más de lo mismo, mejor cortometraje alavés, sin olvidar que también fuimos mejor corto de la Semana de Cine Vasco; y Málaga ya, ni te cuento, porque siempre me había parecido como algo inalcanzable, y estar también en sección oficial y llevarte otros dos premios –la Biznaga de Plata a la mejor actriz para Goize Blanco y el Premio del Público- es algo que no se puede explicar con palabras. Además, el del público es algo muy bonito, solo de pensar que gente con experiencias tan extrañas y dispares se ha puesto de acuerdo para reconocer mi trabajo, me emocionó. No olvido que hago las películas para el público, no para los festivales. Lo que ocurre es que éstos son necesarios para poder seguir haciendo lo que haces y a lo que te dedicas.

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