¿Cuales son las ETS más importantes?
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GONORREA: Llamada también blenorragia o gonococia. Los sintomas más frecuentes son: aumento del flujo vaginal, secreciones en el pene o escozor al orinar. En el 50% de los casos no hay ningún síntoma. Se transmite durante las relaciones sexuales vaginales, anales y orales, por lo que puede afectar no sólo a los genitales sino también al recto y la garganta. Se trata con antibióticos.
CHLAMYDIA: Produce síntomas similares a la gonorrea y también se transmite durante las relaciones sexuales vaginales, anales y el sexo oral. El tratamiento consiste en antibióticos. En más de la mitad de los casos no produce ningún síntoma.
SÍFILIS: Es una ETS compleja producida por una bacteria que puede producir diversos tipos de síntomas a lo largo de muchos años. Al principio aparece una úlcera no dolorosa en la zona de contacto (genitales, boca o ano) que, en ocasiones, no es visible a simple vista. El tratamiento se realiza con antibióticos.
EL HERPES Y LAS VERRUGAS GENITALES: Están producidas por virus que se transmiten en las relaciones sexuales vaginales, anales, sexo oral y el contacto íntimo con la piel lesionada. Producen pequeñas ampollas dolorosas o verrugas con aspecto de coliflor en los genitales internos y/o externos y alrededor del ano. No tienen tratamiento curativo por lo que es necesario hacer revisiones periódicas para evitar complicaciones. La presencia de estos virus puede estar relacionada con la aparición de tumores, en especial el cáncer de cuello uterino.
HEPATITIS B: La hepatitis B está producida por un virus que puede afectar al hígado de manera crónica. En ocasiones, puede producir cirrosis y cáncer de hígado. Se transmite por vía sexual, sanguínea o de madre a hijo. Muchos adultos no tienen ningún sintoma en el momento de la infección. Existe una vacuna eficaz contra la hepatitis B que actualmente está incluida en el calendario vacunal de nuestra Comunidad.
VIH/SIDA: Las relaciones sexuales de penetración son una práctica de riesgo para contraer el VIH. En el sexo oral el riesgo de contagio es menor, pero posible. Otras vías de contagio son la sanguínea y madre-hijo. Después de infectarse, habitualmente no aparece ningún síntoma durante años.
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