Adrian Blackledge analiza el discurso desarrollado por los políticos y las autoridades del Reino Unido sobre las lenguas que no son el inglés. Este autor halla en el discurso de los políticos un intento de relacionar los disturbios callejeros con los que hablan un idioma que no es el inglés  y el de poner en peligro la democracia. Es un discurso, por lo tanto, que pone en tela de juicio los derechos de ciudadanía y de nacionalidad. Para realizar este análisis el autor nos ofrece un marco metodológico y teórico en el que pone de manifiesto los componentes lingüísticos de las estructuras y de los  procesos sociales y culturales.

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