Nestor Basterretxea, un artista moderno y completo
- Pintura, escultura, ilustración, diseño industrial, mitología, cine, arquitectura… El resultado de la actividad creativa de Basterretxea se propaga en un sinfín de ramas, todas ellas enraizadas en el compromiso y la curiosidad
Se cumplen cien años del nacimiento de Nestor Basterretxea. El artista vasco vino al mundo un 6 de mayo, en Bermeo, y falleció el 12 de julio de 2014 en Hondarribia, a los 90 años. En ese periplo, dejó una valiosa y profunda huella en la historia, no solo artística -el arte, mal que pese a algunos, no es un terreno estanco-, de Euskal Herria.
Es imposible encerrar en un artículo la vida y obra de Basterretxea; sus vivencias y su producción se proyectan hasta formar un inabarcable conjunto: el exilio tras el golpe de estado de Franco (Ipar Euskal Herria, Francia y Buenos Aires) y su posterior regreso; la creación de los grupo artísticos Equipo 57 y Gaur; los murales de la cripta del santuario de Arantzazu (comenzó este trabajo en la década de 1950 y lo terminó, prohibición mediante, en 1985); su profusa obra pictórica y, sobre todo, escultórica (Serie Cosmogónica Vasca, arte público…); Izaro, símbolo del Parlamento Vasco, y otros trabajos iconográficos como el logotipo de la histórica campaña Bai Euskarari; su labor en el campo del diseño industrial y la arquitectura; la fundamental película Ama Lur y el resto de su obra cinematográfica...
Valgan unas modestas muestras de esa obra casi ilimitada para estimular el deseo del lector o la lectora por profundizar en la obra de Basterretxea.


