El paro baja en febrero en 609 personas y se cierra el mes con 112.296 desempleados

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En el mes de febrero ha vuelto a bajar el paro en Euskadi y a subir la afiliación de la Seguridad Social. De hecho, es uno de los febreros con mejor comportamiento del empleo en este siglo, en un mes que suele ser tibio o directamente malo en relación a la creación de puestos de trabajo. En concreto, hay 609 personas menos registradas a cierre de mes, cuando en el mismo periodo de 2022 bajó en 129, aunque aún hay 112.296 personas que buscan empleo y no lo encuentran, pero que son 3.519 menos que hace un año. La primera conclusión si nos fijamos sólo en los datos es que estamos ante la cifra de paro registrado en febrero más baja desde el año 2008.

La segunda visión es que el descenso se produce en todos los territorios, todos los sectores y entre hombres y mujeres, recuperando así una homogeneidad que se había quebrado en el arranque de año debido sobre todo a factores estacionales. Por edades, sin embargo, baja en todas las franjas excepto entre los jóvenes, aunque en el saldo interanual quienes tienen menos de 30 años han recuperado posiciones por encima de la media de la población parada.

La tercera cuestión esencial es el de la evolución de la Seguridad Social. Febrero es también un mes con altibajos, según los años. Pero en esta ocasión ha sido especialmente bueno. La afiliación ha crecido en 3.834 personas, y hay 12.075 más con trabajo y con derechos que hace un año. Es el mayor crecimiento de empleo en un mes de febrero desde 2015, y el mejor en la serie histórica, con 988.149 personas afiliadas. Otro indicador relevante en el que nos fijamos desde la reforma laboral de hace un año es el de la estabilidad. Y eso se refleja en un descenso de la contratación porque se ha puesto coto a muchos contratos, pero de pocos días, y se ha pasado a un escenario de menos contratos, pero de más duración. De nuevo en el mes de febrero en Euskadi se supera el 27 % de nuevos contratos de carácter indefinido.

Por tanto, febrero se ha comportado sin saltos cualitativos en materia de empleo, aunque con la certeza de que hay menos gente en paro y más afiliada a la Seguridad Social.

Pero en un escenario en el que se han instalado las incertidumbres y las amenazas, que afectan sobre todo a nuestras pequeñas y medianas empresas, se sigue contratando y se contrata de forma más duradera. Y esto traslada también a la estabilidad, tanto para las personas trabajadoras como para las propias empresas.

Vista la evolución de la economía desde el estallido de la crisis pandémica, la protección pública del empleo y los acuerdos sociales han sido el antídoto más eficaz para consolidar estos indicadores como los más sólidos en momentos de enormes incertidumbres.

Mantener este escenario es la apuesta para reorientar el mercado laboral hacia indicadores europeos y superar los lastres tradicionales, sobre todo el alto paro y la alta temporalidad, que condicionaban toda la estructura económica de Euskadi y los índices de desigualdad.