The museographic language
La singular experiencia intelectual que se vive al visitar una buena exposición se fundamenta en el efecto comunicativo de un lenguaje propio: el lenguaje museográfico.
Un mismo contenido es susceptible de ser comunicado utilizando diversos lenguajes. Si se utiliza el lenguaje cinematográfico, el resultado es una película. Si se utiliza el lenguaje escrito, el resultado es un libro. Y si se utiliza el lenguaje musical, el resultado es una canción. Las características propias de cada uno de los lenguajes hacen que sus productos sean complementarios, significativos y no redundantes entre sí. Al igual que en los ejemplos anteriores, cuando se utiliza el lenguaje museográfico, el resultado es una exposición.


