El Gobierno Vasco analiza con las mujeres del sector pesquero los retos futuros y el logro histórico de mejorar sus condiciones de jubilación en primavera de 2023

29 de diciembre de 2022

  • Alrededor de 70 mujeres conforman el colectivo Itsas Emakumeen Langileen Federazioa, y una veintena de ellas se ocupan de las labores de gestión en las diferentes cofradías de Euskadi, así como de actividades complementarias.
  • El colectivo de Itsas Emakumeen Langileen Federazioa, rederas, neskatillas y empacadoras de Euskadi, verán satisfecha una de sus históricas reclamaciones

Una treintena de mujeres representantes de los oficios de Rederas, Neskatillas, Empacadoras, junto con las que se dedican a la gestión en la diferentes Cofradías de Pescadores de Euskadi, así como mujeres que desarrollan actividades complementarias han tenido ocasión de compartir con los representantes del ejecutivo vasco la situación laboral en la que se encuentran, así como los retos a los cuales se enfrentan en el encuentro realizado en la Cofradía de Getaria.

El Gobierno Vasco y las mujeres del sector pesquero han analizado, a su vez, las nuevas oportunidades que la mar ofrece a las mujeres y las novedades de la nueva Ley de Pesca aprobada en el Consejo de los Diputados. La Consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente Arantxa Tapia, acompañada por el viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz y el director de Pesca y Acuicultura Leandro Azkue, han podido escuchar además de primera mano las actuales problemáticas del sector.

Tras la obtención en 2012 y 2014 de las competencias profesionales de las mujeres del sector pesquero (rederas, neskatillas y empacadoras) integradas todas ellas, en la Federación Itsas Emakume Langileen Federazioa, la aplicación del coeficiente reductor de cara a la jubilación (0,15) era la reivindicación más fuerte del colectivo, y se prevé que para abril de 2023 entrará en vigor, en el marco de la nueva Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera que recientemente se ha aprobado en el Congreso de los Diputados.

En la actualidad alrededor de 70 mujeres conforman el colectivo de Itsas Emakumeen Langileen Federazioa y una veintena de mujeres se ocupan de las labores de gestión en las diferentes cofradías de Euskadi, así como de las actividades complementarias.

Nuevas oportunidades del sector

Rederas, empacadoras y neskatilas siguen siendo hoy figuras imprescindibles para el sector de la pesca, pero la profesionalización de las labores en tierra y la modernización de las Cofradías y las empresas del sector, abren nuevas oportunidades laborales.

El sector de la pesca ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, y de la misma manera que las labores del mar se apoyan cada vez más en las nuevas tecnologías, las labores en tierra son también nuevas oportunidades profesionales.

Las Cofradías han dejado atrás las imagenes costumbristas que se mantienen en el imaginario de la ciudadanía, dando paso a empresas competitivas que son referentes en el sector.

Rederas

Es el subsector que más mujeres aglutina. Su presencia es desigual y diferenciada en los diversos puertos de la Comunidad Autónoma de Euskadi. En Bizkaia se encuentran establecidas en los puertos de Bermeo, Lekeitio y Ondarroa, y en Gipuzkoa en los puertos de Getaria, Orio y Hondarribia.

Se trata de un oficio centenario y artesanal en el que las mujeres confeccionan y mantienen las artes y aparejos de pesca. Desempeñan su trabajo a la vista en muchos puertos de nuestra costa. Las rederas realizan una labor fundamental en el proceso de organización que la flota pesquera necesita para llevar a cabo sus operaciones de pesca.

Este oficio que constituye una muestra viviente del acerbo socio cultural de las comunidades cantábricas y un innegable atractivo turístico. La situación laboral de las rederas, sus condiciones de trabajo o las enfermedades laborales inherentes a su dura actividad, siguen teniendo pendiente un recorrido de legalidad y reconocimiento.

Neskatilas, las mujeres del mar

Estas trabajadoras, son menos habituales que las rederas y son más desconocidas. Desarrollan su actividad principalmente en los puertos bizkainos de Bermeo y, en menor medida, en Lekeitio y Ondarroa. En Gipuzkoa no existe esta figura, ni similar.

Las neskatilas son habitualmente familiares de los marineros, las esposas, hijas o hermanas que se encargan de recibir los barcos cuando llegan a puerto. Ellas son las que descargan el barco, llevan la mercancía a la venta y lo venden y también se encargan del aprovisionamiento de víveres y demás cosas que necesitan los arrantzales en el barco para zarpar y vivir en alta mar.

Cada barco tiene normalmente una o en algunos casos dos neskatilas, que cotizan al Régimen Especial del Mar como autónomas.

Tanto las rederas como las neskatilas realizan su trabajo para la flota de bajura constituida, por la flota artesanal (o de artes menores) y la flota de superficie (cerco, cebo vivo y curricán).

La primera, está formada por un importante número de embarcaciones, con base principalmente en puertos de la costa bizkaina y concretamente en el puerto de Bermeo.

Empacadoras, las mujeres del mar

Las empacadoras realizan su actividad en el puerto de Ondarroa, para la flota de altura al fresco. Su trabajo consiste en pesar, clasificar y ordenar las cajas de pescado descargadas de la flota o de camiones provenientes de la flota vasca en las lonjas de las diferentes empresas antes de su subasta.

El subsector extractivo de altura al fresco, son buques del censo de las flotas de altura, gran altura y buques palangreros de más de 100 TRB, que ejercen su actividad en aguas de la NEAFC, caladeros comunitarios.

Son buques de arrastre de fondo y de palangre. Es un subsector que se encuentra en proceso de cambio debido a las restricciones de acceso al caladero y de limitaciones de cuota de captura de sus especies principales. Otro factor que, al igual que al resto, condiciona especialmente la situación del subsector es la liberalización en los mercados internacionales de los productos de la pesca, con el consiguiente incremento de las importaciones, que mantiene estancados o a la baja los precios del pescado.

El principal puerto, donde se ubica este subsector, es en el puerto bizkaino de Ondarroa.