Lokke recala en Errenteria con "The Big Game", obra en la que propone una versión coreográfica libre del juego del ajedrez
- Fecha13 de Diciembre
- Temática Artes escénicas
El XVII Circuito de Danza recala, asimismo, en Hernani con la obra Bat de Dantzaz Konpainia
13 de diciembre de 2021. El XVII Circuito de Danza, iniciativa que por medio de Sarea organiza el Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, centra parte de su programación del próximo fin de semana en Gipuzkoa. Coreografías de distinto signo de la mano de compañías de la calidad de Lokke (Olatz de Andrés) y Dantzaz.
‘THE BIG GAME’
The Big Game toma como inspiración los Ajedreces Vivientes del siglo XVI para crear una versión libre y desplazada de un ajedrez coreográfico a cuerpo real. 32 personas forman parte del proyecto, el número de piezas en el juego. El proyecto se apoya en la construcción de un sistema coreográfico que pone en juego la coexistencia de estos cuerpos y la orquestación de mil y un movimientos posibles. The Big Game expande la búsqueda coreográfica iniciada en The Endgame. Es un proyecto que implica a varios agentes: Azkuna Zentroa, alumn@s de Dantzerti y el apoyo del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.
LOKKE
Lokke | Olatz de Andrés es una compañía que crea proyectos coreográficos, pedagógicos y sociales en torno a la danza y el movimiento. Lokke es una constelación que reúne a artistas para cada creación: bailarines, diseñadores de luz y de moda, dramaturgia, escultura, sonido y expertos de otros campos. Lokke crea espacios coreográficos particulares para mover el imaginario del público.
DÓNDE: Lekuona Fabrika (Errenteria)
CUÁNDO: Sábado 18 de diciembre
HORA: 20.00
AUTORÍA / COREÓGRAFA: Olatz de Andrés
ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Robert Jackson
INTÉRPRETES NÚCLEO: Pilar Andrés, Natalia G. Muro, Isabel Álvarez y Aiala Etxegarai
INTÉRPRETES CONSTELACIÓN: 28 personas invitadas
ILUMINACIÓN: Octavio Más
SONIDO: Marc Cano
VESTUARIO: Xabier Mujika
PRODUCCIÓN: Vanesa Fuentes
‘BAT’
Un programa de tres coreografías que componen un espectáculo de danza para todo tipo de públicos y para disfrutar de la danza contemporánea en todo su esplendor.
Esclavos felices
El creador vasco-francés Martin Harriague firmó Los Esclavos Felices en enero de 2018, realizando una creación coreográfica basada en la obertura de la primera ópera del compositor vasco Juan Crisóstomo de Arriaga. El resultado es una obra con una estética vistosa y cómplice, frenética en el ritmo y cargada de sutiles dosis de humor e ironía, invitándonos a reflexionar sobre el tiempo que nos toca vivir: esclavos/as de lo frenético y... ¿felices?.
Thirty
Sade Mamedova, una joven coreógrafa rusa, fue seleccionada entre los coreógrafos participantes en el Concurso de Hannover 2018 (Alemania) por Adriana Pous, la directora artística de Dantzaz, para realizar su primera coreografía para grupo. En una residencia de un mes de duración, que culminó en febrero de 2020, trabajó con los bailarines de Dantzaz sobre las migraciones humanas y la identidad, combinadas con la abstraccion de Kandinsky, desarrollando un lenguaje coreográfico dinámico y rico, lleno de matices, que cuenta además con la creación musical original para esta pieza realizada por el compositor Mateo Lugo.
Walls
DÓNDE: Biteri Kultur Etxea (Hernani)
CUÁNDO: Jueves 16 de diciembre
HORA: 19.30
COREOGRAFÍAS: Martin Harriague y Sade Mamedova
DIRECTORA ARTÍSTICA: Adriana Pous
BAILARINES/AS: Pauline Bonnat, Elene Carreto, Alicia Cayrou, Valerio Di Giovanni, Marina Eskisabel, Maddi Gaztelumendi, Laura Gómez, Aitor Jiménez, Araitz Lasa, Xian Martínez, Julen Rodríguez, Iker Sanz y Beñat Urrutia
DIRECTOR TÉCNICO: Alberto Arizaga (Eragin Stac)
EQUIPO TÉCNICO: Eragin Stac
FOTOGRAFÍAS: Blanca Razquin, Olivier Houeix y Jean-Paul Dunand
AUDIOVISUAL: Beñat Gereka (Txikota)
DIRECTOR GENERAL: Fernando Sáenz de Ugarte
Harriague trabajó durante cinco años en una compañía en Israel y pudo vivir en primera persona cómo el mundo se cierra erigiendo murallas. El muro que nos muestra Harriague articula el espacio y lo divide, rompe el paisaje y humilla a las personas. La libertad y la fluidez del movimiento chocan con la dureza de la piedra, revelando toda la violencia física y simbólica del muro. El juego, el humor y la exaltación que da la sed de libertad nos salvan de la desesperación.



