El ritmo de la senectud (FGCSIC, 2019)

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Portada de 'El ritmo de la senectud. Una mirada interdisciplinar a la investigación sobre envejecimiento'

Portada de 'El ritmo de la senectud. Una mirada interdisciplinar a la investigación sobre envejecimiento'

Esta monografía de la Fundación General del Centro Superior de Investigaciones Científicas recoge las contribuciones de 17 destacados/as científicos/as que plantean, con una mirada interdisciplinar, una reflexión sobre el proceso de envejecimiento en España.

 

Estructura y contenidos

 

  • Presentación

 'En términos de expectativas de vida, cabría preguntarse: ¿estamos envejeciendo o rejuveneciendo?' (Dolores Puga)

Dolores Puga plantea como parte del capítulo introductorio de esta monografía datos sugestivos y preguntas de interés en torno al proceso de envejecimiento que ha experimentado la sociedad española a lo largo del siglo XX y principios del XXI. En su opinión, '(…) ninguna otra dinámica social ha mostrado tal constancia en su evolución a largo plazo como lo ha hecho la longevidad' ya que los datos evidencian que 'durante el último siglo y medio hemos ganado seis horas de vida por cada día que sobrevivimos'. La científica experta en el análisis de procesos de envejecimiento subraya en su reflexión que 'en la actualidad, 14 personas cumplen cada día 100 años en España'. De mantenerse estas tendencias, 'podemos esperar que dentro de tan solo 15 años sean 30 personas cada día las que sobrepasen ese umbral'.

Emilio Lora-Tamayo D’Ocón aboga por una aproximación interdisciplinar que supere la fragmentación científica que caracteriza a la actual búsqueda de soluciones frente a los retos derivados del aumento de la esperanza de vida, en un país en el que cada día 1.800. personas alcanzan el umbral de la vejez, que tiene su inicio con los 65 años (según lo establecido en España desde 1919).

José Miguel Guzmán Molina (del Programa de Encuestas Demográficas y de Salud, DHS) se centra en destacar las grandes tendencias vinculadas al envejecimiento, enfocado como un gran logro -el de la extensión de la esperanza de vida- y el afrontamiento de muchos desafíos asociados a este. Es decir: retos en términos de protección social, de transformación de estructuras familiares, de búsqueda de soluciones innovadoras en países en vías de desarrollo que comienzan a envejecer y que no lo hacen con los mismos niveles de riqueza que los países desarrollados, entre otros.

 

  • ¿Podemos retrasar la senectud?

Un primer grupo de reflexiones se cuestionan los límites de la vida humana, el inicio de la senectud y los aprendizajes que se pueden obtener de poblaciones muy longevas.

De la mano de Jesús de Pedro Cuesta (Instituto Carlos III), se profundiza en el envejecimiento a partir de la discapacidad y el funcionamiento según el modelo de Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y la Salud (CIF).

Por su parte Rosa Gómez, Noelia Cámara y Ramón Doménech (UNED) plantean el emergente fenómeno de las personas centenarias y superlongevas en el marco de la heterogeneidad de la vejez en España y la notable ausencia de datos sociodemográficos y longitudinales que caractericen a un segmento creciente de la población.

Algunas cuestiones sobre la importancia de la salud para una senectud fructífera son objeto de reflexión por parte de José Viña Ribes (Universidad de Valencia) que plantea el proceso de envejecimiento no como enfermedad y sí como un fenómeno que asociado a la fragilidad conduce a la dependencia que, a fecha de 2020 conlleva que 'el 30% de las personas de más de 65 años (una de cada tres), sea dependiente de otras dos'.

De la importancia de los factores epigenéticos en el proceso de envejecimiento se ocupa Mario Fernández Fraga (CIS), que destaca tres tipos de cambios epigenéticos que acontecen con el tiempo: cambios asociados a procesos de diferenciación y desarrollo; acumulación de alteraciones o ruido epigenético y los cambios conocidos como 'reloj epigenético', íntimamente relacionados con la edad biológica.

Por último, sobre las consecuencias de la senectud para las funciones cognitivas (orientación y concentración, memoria, capacidad de resolver problemas, lenguaje, capacidad ejecutiva, por citar a algunas de ellas.) reflexiona Antonio Lobo Satué (Universidad de Zaragoza), que destaca la importancia del rendimiento cognitivo como importante marcador en el proceso de envejecimiento (también como marcados de riesgo) y la relación de este rendimiento con el nivel de escolarización. Desde este punto de vista, A. Lobo Satué subraya la relevancia de incorporar en el análisis la perspectiva epidemiológica, de modo que se analice el papel de los factores de riesgo ambientales en el envejecimiento y cómo actuar de modo preventivo. En palabras del investigador: 'mantener una vida activa, independiente y con hobbies se asocia con una mejor salud posterior, con un envejecimiento más sano'. Y reconoce que 'en un envejecimiento sano la vertiente psíquica puede ser tan importante como la vertiente física'.

 

  • Moduladores de la senectud y la longevidad

El segundo grupo de contenidos de esta monografía identifica diferentes moduladores de la senectud y la longevidad, bien como condicionantes o como elementos facilitadores procedentes del entorno físico, tecnológico y social, para un envejecimiento de calidad. 

En este sentido, Javier Yanguas Lezaun (Programa Mayores de la Fundación Bancaria La Caixa) confronta en su reflexión aspectos relacionados con la fragilidad versus la vulnerabilidad y el riesgo asociada a esta última como elementos moduladores del proceso de envejecimiento.

En su propuesta, Alejandro Lucía Mulas (Universidad Europea de Madrid) se refiere al rol de la actividad física como modulador de longevidad y del ritmo de la senectud.

Por su parte, Rocío Fernández-Ballesteros García (Universidad Autónoma de Madrid) aborda el papel del comportamiento, con atención particular a los hábitos de vida y las condiciones psicológicas personales y el valor modulador de estas en parámetros de salud para el proceso de envejecimiento.

José Luis Pons Rovira (CIS) hace lo propio con la tecnología y su importancia para modular la fragilidad, la longevidad o el envejecimiento en general.

Por último, Manuel Franco Tejero (Universidad de Alcalá) profundiza en las diferencias sociodemográficas y urbanas en relación al envejecimiento saludable. 

 

  • ¿Perfila el género dos formas de envejecer?

El tercer bloque de contenidos profundiza en las diferencias de género que se manifiestan en el proceso de envejecimiento: 'Ellas tienen trayectorias de senectud más largas y con más dolor'. Y 'las trayectorias de vida previa (laborales, de cuidado) también son muy distintas entre las actuales generaciones de mayores y determinan en gran medida los recursos (de salud, económicos o sociales) con los que se alcanza la vejez'.

Así, Mª Ángeles Durán Heras (CIS) disecciona los diferentes modos de vivir la vejez de hombres y mujeres, aspectos que debieran ser tenidos en cuenta en el diseño de las políticas sociales. Entre los motivos que explican la diferente experiencia de la vejez entre mujeres y hombres, la autora apunta a que estas son más longevas; se emparejan mayoritariamente con hombres mayores que ellas -lo que implica una menor probabilidad de encontrarse acompañadas por sus parejas masculinas en el proceso de envejecimiento-; padecen una mayor morbilidad al tiempo que esta se simultánea con una mejor resistencia que resulta en una excelente mortalidad; y la falta de una vida laboral a tiempo completo en la mayor parte de los casos, que implica pensiones en muchos casos bajas o inexistentes.

La visión desde el punto de vista biológico sobre las diferencias en la longevidad de hombres y mujeres la desarrolla Consuelo Borrás Blasco (Universidad de Valencia), tomando como punto de partida el análisis de la longevidad machos y hembras en animales de laboratorio, en los cuales no existen diferencias socioculturales.

María Victoria Zunzunegui Pastor (Instituto de Salud Carlos III) aborda las diferencias de funcionamiento físico (discapacidad motora) y cognitivo en hombres y mujeres mayores para concluir que la igualdad de género 'es una condición necesaria para lograr disminuir las desigualdades en salud y en funcionamiento entre hombres y mujeres en la vejez'.

Por su parte, Lucía Artazcoz Lazcano (Universidad Pompeu Fabra) despliega su análisis sobre la relación entre la vejez y el género desde una perspectiva de salud pública –con atención a los determinantes y desigualdades sociales de la salud- y atendiendo a toda la trayectoria vital. En su opinión, 'entender la relación entre el envejecimiento y la salud requiere adoptar un marco de análisis de curso de vida que incorpore los determinantes sociales de la salud y los diversos ejes de desigualdad en un abordaje interseccional, así como las políticas que desde diversos sectores determinan las condiciones de vida de las personas'.

Por último, Estefanía Alaminos Aguilera y Mercedes Ayuso Gutiérrez (Universidad de Barcelona) proponen un análisis demográfico desde la óptica de las pensiones, con atención a las repercusiones del envejecimiento en los diferentes pilares del estado de bienestar, en particular para el colectivo femenino, por su mayor esperanza de vida y las diferencias económicas de las pensiones de jubilación. Así, las autoras identifican una clara necesidad de avanzar en una mayor equidad intrageneracional a fin de mejorar el bienestar de las mujeres durante su jubilación.

 

  • Cierre

A modo de conclusión, Rafael Puyol Antolín (Instituto de Empresa) propone un cambio de enfoque: el envejecimiento como 'un proceso de rejuvenecimiento, ya que cada vez más personas cumplen más años y en condiciones cada vez mejores'. R. Puyol Antolín describe el proceso de crecimiento de la longevidad y de aumento del envejecimiento, además de constatar la generalización de un nuevo fenómeno: el envejecimiento de la propia vejez, conocido como sobre-envejecimiento, que permite identificar a un nuevo segmento de población: los/as super-centenarias/os en el mundo. En este contexto, el autor subraya no solo el valor del envejecimiento como conquista social de carácter neutro sino como un fenómeno de consecuencias económicas, sociales, políticas, demográficas de dimensiones notables.

Y las conclusiones generales elaboradas por la Fundación General del Centro Superior de Investigaciones Científicas (FGCSIC) (abre en nueva ventana) destaca, entre otras:

  • A pesar de que somos cada vez más iguales ante la muerte, seguimos siendo muy desiguales, tanto en términos de longevidad como de salud.
  • La concepción del envejecimiento como un proceso continuo, de largo plazo, acumulativo a través de la trayectoria de vida.
  • Los datos existentes muestran de forma consistente, por ahora, es que seguimos ganando vida por encima de los 100 años. Es posible seguir alargando la vejez de la mayoría de la población, si bien en este ámbito es relevante no olvidar la fragilidad no solo de la vida, sino también de los datos.
  • Envejecer es normal, pero se puede modular y retrasar, la fragilidad se puede revertir, y el deterioro cognitivo —cuya incidencia no está aumentando en la generación masculina de entre 70 y 75 años— es atribuible a factores reversibles en muchos casos. 
  • El sexo y el género marcan no solo nuestro recorrido por la vejez, sino también los recursos y los problemas con los que llegamos a la misma. La trayectoria del envejecimiento es distinta en hombres y mujeres y tiene una base biológica. Sabemos del papel protector de los estrógenos frente al estrés oxidativo con resultados en longevidad. 
  • La desventaja en liquidez financiera persiste en las proyecciones para las próximas generaciones de mujeres; por ello no se ha de olvidar la relevancia de políticas de redistribución que pongan el acento en una intersección crucial: la de género, edad y clase social.

Esta monografía se ha elaborado como parte del proyecto 'Centro Internacional sobre el Envejecimiento' (CENIE) (abre en nueva ventana), perteneciente al Programa INTERREG V-A España-Portugal (POCTEP) 2014-2020 (abre en nueva ventana).

Si desea ampliar esta información consulte la monografía 'El ritmo de la senectud. Una mirada interdisciplinar a la investigación sobre envejecimiento (FGCSIC, 2020)' (abre en nueva ventana).