Hace poco más de 30 años, el filósofo y teólogo vasco Ignacio Ellacuria moría acribillado a balazos a manos de un grupo de paramilitares salvadoreños. Su delito: defender públicamente los derechos de los pobres y el reparto de la riqueza, y apostar por el diálogo como única vía de salida posible al conflicto entre las autoridades y las guerrillas.
El asesinato de “Ellacu” el 16 de noviembre de 1989 fue solo uno más de los miles de crímenes que se producen cada año en El Salvador, uno de los países más violentos del mundo. Pero su trabajo en favor de los más desfavorecidos, su conciencia crítica y su afán por corregir las desigualdades no quedaron en el olvido y el Gobierno Vasco decidió crear un premio con su nombre para preservar su legado. El Premio Ignacio Ellacuría de Cooperación para el Desarrollo cuenta con una dotación económica de 15.500 euros y tiene como objetivo dar visibilidad al papel de las organizaciones y personas que, desde Euskadi o sus países de origen, lleven a cabo acciones significativas a favor de la igualdad y la justicia entre los pueblos.
La Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo-Elankidetza es la encargada de organizar este premio, al que pueden optar ONG de países empobrecidos que trabajen por el desarrollo de sus comunidades; organizaciones vascas que contribuyan al desarrollo de pueblos deprimidos y promuevan relaciones internacionales basadas en la justicia, y personas físicas originarias de Euskadi que se hayan distinguido por su labor solidaria en el ámbito internacional.
Precisamente, el periodista vasco Mikel Ayestaran recibió este galardón en la edición del pasado año por su “mirada humana” a la hora de ejercer su labor periodística, y por su “responsabilidad” a la hora de mostrar y hacer comprensibles realidades “difíciles de entender" durante sus coberturas informativas en zonas en conflicto.
Además de Mikel Ayestaran, han recibido el premio Ignacio Ellacuria la activista guatemalteca Lolita Chávez Ixcaquic, el ex alcalde de Vitoria-Gasteiz José Ángel Cuerda, la Red Vasca de Apoyo a la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y Begoña Etayo Ereña, la Fundación FIARE, la Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida, Las Dignas, y la Coordinadora de ONGD de Euskadi.
