Cuando los vascos inventaron el caserío
- Fecha24 de Mayo
- Temática Patrimonio
El caserío moderno 'sólo' tiene 500 años pero su origen se remonta a la antigüedad tardorromana. El profesor Alberto Santana sostiene que el término baserria alude a las aldeas medievales como Udala o Bedoña
A los vascos nos llevó 1.400 años inventar el caserío. Concebir y diseñar una vivienda rural tan perfecta y eficiente es un mérito que otros pueblos vecinos nunca han logrado, ni siquiera los cantábricos que comparten nuestro mismo clima, vegetación y ganadería.
La «singularidad o genialidad vasca» estriba en haber logrado «sintetizar en un único edificio, colosal, de hasta mil metros cuadrados distribuidos en dos y tres plantas, todas las funciones esenciales: lagar, vivienda, cuadra, granero y pajar».
Alberto Santana ha recorrido más de 20.000 caseríos durante los últimos 25 años. Las investigaciones de este profesor de historia del arte e historia medieval se han plasmado en varios libros sobre el baserri vasco. En una charla impartida recientemente en Arrasate, el profesor Santana afirmaba que el caserío «es un kit perfecto, es la invención vasca». Pero es un invento reciente, al menos en la configuración arquitectónica con que ha llegado hasta nuestro días.
El caserío tal y como lo conocemos hoy «solo tiene 500 años». Con anterioridad, obviamente hubo casas de labradores, pero Santana sostiene que «si las viéramos hoy, no las denominaríamos caseríos».
Prospecciones arqueológicas como las efectuadas en Igartubeiti (Ezkioga, Gipuzkoa), o en Momoitio (Garai, Bizkaia) han revelado que aquellas primitivas viviendas eran sencillas cabañas de madera, excavadas en fondos de roca y recubiertas con techos vegetales, con pequeños mamparos de varas de castaño o avellano entretejidas al tresbolillo, recubiertas con argamasa de cal y arena, para la distribución de los distintos espacios.


