Fecha de publicación: 10/12/2014

El húmero de Lezetiki, el resto humano más antiguo hallado en Euskadi

  • Las recientes pruebas de datación realizadas al húmero le otorgan una antigüedad mínima de 164.000 años.
  • Se trata, asimismo, del resto humano más antiguo datado en la Península, a excepción de los hallazgos de Atapuerca.
  • Se han cumplido 50 años del descubrimiento del húmero en Lezetxiki

El húmero humano que José Miguel Barandiaran y Jesus Altuna encontraron durante las excavaciones de la cueva Lezetxiki de Arrasate en 1964 –hace ahora 50 años- es el resto humano más antiguo encontrado en Euskadi hasta el momento, pero es también el más antiguo de la Península Ibércica (a excepción de los hallados en Atapuerca) Así se ha constatado tras la prueba a la que ha sido sometida una muestra de esta pieza en Australia. Según la datación realizada mediante series del uranio, el húmero tiene una edad mínima de 164.000 años (+/- 9.000 años). El hueso, del Paleolítico inferior, se encuentra actualmente depositado en el Centro Goaz de San Sebastián (Centro de Conservación e Investigación de los Materiales Arqueológicos y Paleontológicos de Gipuzkoa), y su datación ha contado con la ayuda económica del Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco.

El húmero de Lezetxiki –perteneciente a una pre-neandertal adulta, de unos 35 años, probablememente mujer- había sido anteriormente sometido a diversas pruebas para la datación, sin que hasta el momento hubiera dado ningún resultado satisfactorio. Por ello, el interés por datar esta importante pieza persistía desde su hallazgo. Koro Mariezkurrena, que dirige el Centro Goaz desde 2009, lo consideró un objetivo prioritario, más aún al acercarse el cincuentenario del hallazgo, por lo que promovió la datación del húmero.

Así, el Centro Goaz contactó con Rainer Grün, de la Universidad Nacional de Australia en Canberra, que es una autoridad internacional en Geocronología y cuenta con dilatada experiencia investigadora en dataciones mediante las series del uranio. Este método se consideró el más adecuado para la datación del húmero. La datación constituye la primera fase de un proyecto más ambicioso, que incluye el análisis de ADN. Estos análisis de ADN arrojarán más luz sobre el húmero. Hablarán sobre todo de la filogenia de este ser humano (las relaciones genéticas con otros grupos), o si se trata de hombre o mujer.

Datación mediante series del uranio

El análisis realizado al húmero ha consistido en la toma de una serie de medidas mediante laser de ablación en cuatro áreas de una sección transversal del húmero, que ha permitido analizar el proceso de adsorción y difusión de este isótopo (el uranio) a través del hueso. Este método permite conocer cuándo migra el uranio dentro del hueso, lo cual sucede muy poco después de haber sido enterrado, pero hay oscilaciones, razón por la cual la fecha obtenida es una estimación de la edad mínima.

Además, se ha llevado a cabo un análisis morfométrico que ha puesto de relieve que el húmero de Lezetxiki presenta gran afinidad con los fósiles humanos del Pleistoceno Medio, como los humanos de la Sima de los Huesos-Atapuerca, que son las poblaciones europeas anteriores a los neandertales.

En la actualidad hay un gran debate sobre las poblaciones europeas de este periodo, que se ha avivado a raíz de los datos genómicos obtenidos en los últimos 3 años, y que añaden si cabe, más interés al húmero de Lezetxiki. Tras la datación, el Centro Goaz prevé llevar a cabo un proyecto de secuenciación de su genoma, una vez que se ha verificado que conserva restos de ADN altamente degradado, como corresponde a su antigüedad.

Se puede concluir por tanto que la datación directa del húmero de Lezetxiki mediante las series del uranio ha clarificado el debate existente sobre su atribución cronológica; y que en la actualidad, Lezetxiki es el resto humano más antiguo encontrado en el País Vasco. Asimismo, dentro del Norte Peninsular es posterior a la cronología de la Sima de los Huesos-Atapuerca, fósiles con los que muestra una gran afinidad morfológica.

La autorización y la ayuda económica para la realización de esta investigación ha corrido a cargo del Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco.

Una historia de 50 años

El presente año se ha cumplido medio siglo del hallazgo del resto humano más antiguo descubierto, hasta el presente, en el País Vasco. Tuvo lugar en la cueva de Lezetxiki (Arrasate), cueva que venía siendo excavada durante los años 60 por José Migel de Barandiaran y Jesús Altuna. Es así como recoge el hecho en su diario personal Barandiaran los días 12 y 20 de agosto de 1964.

"12n eguna. Bazkal ondoan Altuna etorri zatak bere motoarekin eta biok etorri gaittuk bereala Gesalibar’era". (Día 12. Altuna me ha venido con su moto y los dos nos hemos venido enseguida a Gesalibar).

En efecto, Altuna acostumbraba llevar a Barandiaran en su Vespa, incluido el equipaje de ambos, una maleta y un morral, a las diversas excavaciones que realizaron por el País. Continúa Barandiaran en su diario: "20n eguna. Arratsaldean Donosti’ra Intxausti’tar Jokinen alaba batayatzera. Bitartean Lezetxiki’n nere lagunak gizaezur bat arkittu die, Moustier arokoa edo lenagokoa". (Día 20. Por la tarde a San Sebastián, a bautizar a la hija de Jokin Intxausti. Entretanto en Lezetxiki mis compañeros han descubierto un hueso humano de época Musteriense o anterior).

Efectivamente, esa tarde D. José Miguel se ausentó del yacimiento por el motivo citado. Se quedaron continuando la excavación, Jesus Altuna y un alumno de éste. Trabajaban en el estrato más profundo de la cueva y es en él donde apareció el famoso húmero humano de Lezetxiki Por la noche, al mostrarle el hallazgo a Barandiaran, fueron testigos de su emoción.

El resto fue estudiado y publicado en la revista Munibe por Jose Maria Basabe, profesor de Antropología de la Universidad de Barcelona. Posteriormente, al surgir la Universidad en el País Vasco, Basabe se trasladó a Bilbao a ocupar la misma cátedra. En ella fue alumna suya preferida Concepción de la Rúa, que ocupa hoy la cátedra del que fue su maestro. Altuna y de la Rúa presentan ahora dicho resto y las recientes investigaciones sobre el mismo.

A raíz del hallazgo Altuna envió en 1969 una muestra a un laboratorio de Geocronología de Londres, donde Kenneth P. Oakley trabajaba en dataciones mediante la serie del uranio. No pudo obtenerse resultado alguno, pero siempre se sostuvo que podría tener más de 130.000 años, debido a que se halló en el estrato más profundo de Lezetxiki.