Del 25 de octubre de 2021 al 21 de enero de 2022, el Art House Zinema dedica un ciclo de cine a la cineasta Angès Varda en versión original subtitulada en castellano. Se proyectarán un total de 12 películas y documentales repartidas en 11 sesiones, a lo largo de cuatro meses, con dos pases por cada pieza.

Entrada gratuita previa reserva telefónica (tlf: 94 415 50 97) en el mismo día de la proyección, pudiendo realizarse desde las 9:00 hasta una hora antes del comienzo de la sesión. Se podrán reservarhasta dos asientos por persona, a las que se les asignará un número. Uso de mascarilla obligatorio.

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JANE B. POR AGNES V.? Francia, 1988, 94’

Título original: Jane B. par Agnès V.
Dirección: Agnès Varda
Guion: Agnès Varda
Fotografía: Nurit Aviv, Pierre-Laurent Chénieux
Música: Harry Manfredini

Retrato de la actriz británica, Jane Birkin, que acaba de cumplir 40 años, bajo forma de collage de entrevistas y de bocetos visuales. Al detallar su vida como una colegiala inglesa, habla sobre cómo se involucró en la actuación y cómo anhela la fama, aunque odia vestirse y actuar con glamour. En esta película-retrato se descubre a Jane Birkin como Juana de Arco, Calamity Jane, la Jane de Tarzan o la Jane de Gainsbourg.

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Agnès Varda (Arlette Varda) nació en un pequeño pueblo al lado de Bruselas. Su progenitor era un refugiado griego. Su madre, francesa de origen. Cuando murió, con 90 años, su cuerpo menudo sobrellevaba aparentemente sin esfuerzo la quintaesencia del cine de la Europa de los pueblos. Cuando enfiló sus últimos cinco años, le llovían los premios y los homenajes, pero nada en ella había cambiado. De hecho, su muerte le sobrevino cuando se cumplían 65 años del inicio de su primer largometraje y casi sin acabar el último.

Cursó estudios de Historia del Arte en la École du Louvre y llegó al cine trabajando como fotógrafa para el Théâtre National Populaire de París.

Su primera película nació sin premeditación, por la fuerza de las circunstancias, se dice que fue porque un amigo se estaba muriendo. Era 1954 y aquel filme se tituló “La Pointe Courte”, una historia triste de amor y crepúsculo que fue precursora de la Nouvelle Vague.

Varda, pionera en casi todo, se enfrentó a dos escollos importantes que la descabalgaron de la primera línea de la Nouvelle Vague, movimiento que tuvo en Godard, –“una rata”, así lo describió con lágrimas en los ojos la propia Agnès en “Caras y lugares”– a su principal portavoz.

Pero en aquel movimiento de niños bien, ser mujer (y feminista) y ser de izquierdas (e independiente), pagaba peaje. Durante años, Agnès Varda tuvo que conformarse con sobrevivir en un segundo plano que no pudo evitar que, una tras otra, sus películas fueran surgiendo.

Varda dirigió una cuarentena de piezas entre cortometrajes, documentales y largos de ficción. Los mejores de ellos –dejamos fuera los que se acaban de proyectar, como su “Cleo de 5 a 7”-, podrán verse en esta cita que el Art House Zinema propone con una cineasta que, durante los últimos diez años, siempre nos ha acompañado.