La sociedad ha ido asumiendo la necesidad de dotarnos de entornos urbanos, edificios o sistemas de transporte que garanticen unas condiciones de accesibilidad, pero igual de importante es garantizar que los servicios que en ellos se ofrecen, de los que nos dotamos para mejorar nuestra calidad de vida, también lleguen a poder ser utilizados por todas las personas.

Un caso concreto de estos servicios son los diferentes canales que, tanto desde el ámbito privado como público, se habilitan para prestar atención, asesoría u orientación a los ciudadanos y así estos puedan llevar a buen término diferentes gestiones o procedimientos.