Fosa caserío Bustinaga (Mutriku, Gipuzkoa)
| UBICACIÓN | Caserío Bustinaga, Mutriku (Gipuzkoa) |
| VÍCTIMAS | 1 |
| FECHA DE EXHUMACIÓN | 2 de octubre de 2022 |
En junio de 2021 Kontxi Urkiri, del caserío Bustinaga, informó de que a través del relato familiar conocía de la existencia del enterramiento de un combatiente de la Guerra Civil en las proximidades de su caserío.
Según su relato, Francisco Gorostola Salegi, tío de su padre, y un vecino del caserío Sagarmiña enterraron el cuerpo de un combatiente que falleció por un disparo en la retirada hacía Bizkaia. El lugar del enterramiento fue cubierto con piedras, que se han mantenido durante todos estos años señalizando el lugar.
En septiembre de 2022, la Sociedad de Ciencias Aranzadi prospectó el lugar, siguiendo las indicaciones de los vecinos del caserío, y localizó el lugar de inhumación.
En presencia de la persona que facilitó la información del enterramiento, Kontxi Urkiri, y miembros de su familia, del caserío Bustinaga, la Sociedad de Ciencias Aranzadi realizó la exhumación el 2 de octubre de 2022. Asistieron José Antonio Rodríguez Ranz, viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, y Aintzane Ezenarro, directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos – Gogora, el alcalde de la localidad, Joseba Palenzuela, Julen Arzuaga, parlamentario de EHBildu, y Jon Gambra, director de Derechos Humanos y Cultura Democrática de la Diputación de Gipuzkoa.
Tras retirar las piedras que indicaban el lugar del enterramiento, tal y como señalaba la informante, se localizó el esqueleto completo de una persona, la estimación es que se trata de un varón joven, de una edad comprendida entre los 19 y 23 años.
El análisis de los restos óseos, así como de los objetos hallados junto a éstos, indica que se trata de un combatiente, fallecido a consecuencia de, al menos, un disparó que le alcanzó en la zona del cuello, se localizó el proyectil deformado junto a la clavícula izquierda; posiblemente, también recibió otro impacto de bala en el tórax, así lo indica la bala recuperada en la zona del tronco.
Entre los objetos recuperados destacan tres botones metálicos alineado en el costado derecho, una cantimplora completa, dos cucharas y un tenedor.


Por el momento, no hay elementos o documentación que permitan orientar la identificación.
Los restos mortales se encuentran en depósito en el laboratorio de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi de Donostia.