Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Las nuevas imágenes del cambio familiar en España

Fecha de publicación: 

Equipo de coordinación sociosanitaria

Luis Ayuso Sanchez, doctor en sociología por la universidad de Málaga, ha plasmado en este estudio el cambio familiar que se está dando en España; basándose para ello en las oleadas del International Social Survey Programme (ISSP) (abre en nueva ventana)  y las encuestas del Ministerio de Bienestar Social. (abre en nueva ventana)

El autor ha estudiado la transformación de la realidad que se ha dado en Europa durante la segunda mitad del siglo XX, y que en el caso español, pese a la permanencia del tradicionalismo cultural, el inacabado estado del bienestar o la menor tasa de la población activa femenina, está casi a la par que la de nuestros vecinos europeos.

La paradoja española: hacia una sociedad familiarista sin niños

Paradójicamente, en un país con valores altamente familiaristas es donde más dificultades se encuentran para formar familias con hijos.

Es el propio contexto familiarista el que no demanda ayudas públicas y condena a la mujer a llevar el peso de la crianza, y es que los datos muestran que  al nacimiento del primer hijo el 93% de los varones tenían un trabajo a jornada completa frente al 41% de las mujeres. Un 82% de mujeres afirman que son ellas las que se hicieron cargo de sus hijos menores de tres años.

Ellas son las grandes perjudicadas por la tenencia de hijos en el mercado familiar, pues pese a contar con altos niveles educativos, haber realizado importantes inversiones en formación y contar con mayores expectativas laborales que en el pasado, siquen teniendo que interrumpir su trabajo o dejarlo definitivamente al tener un hijo.

En cuanto a los permisos de maternidad y paternidad se está dando un pequeño cambio. Siguen existiendo diferencias demasiado significativas (82%de bajas son maternales) pero la tendencia es a una lenta pero paulatina mayor igualdad en este ámbito.

Otra de las nuevas imágenes del cambio familiar en nuestro país tiene que ver con el reparto de tareas domésticas. Resulta curioso que en los casos que los que el varón es el principal sustentador las tareas domésticas recaen en la mujer, en los hogares con dos salarios empieza a verse una tendencia hacia la igualdad, pero sigue siendo la mujer quien carga con la mayor parte de las tareas y en los hogares donde los ingresos de las mujeres son mayores que los de sus parejas siguen siendo ellas las que cargan con la mayor parte del trabajo.

El estudio concluye de aquí que el ganar más dinero es un medio de cambio, pero aún insuficiente. Los indicadores  culturales señalan que independientemente de que se gane más o menos que la pareja, la mujer considera que hace más de los que le corresponde.

 

Viejas demandas y nuevas esperanzas en política familiar

Tradicionalmente se ha asignado la falta de políticas familiares en nuestro país a la cultura familiarista existente, pero las demandas y reivindicaciones existen. Hablamos de demandas como mejorar las ayudas personales a las personas que no pueden valerse por sí misma, flexibilizar la jornada de trabajadores/as con responsabilidades familiares, y mejorar las prestaciones familiares de la seguridad social por hijo a cargo.

El desarrollo de las políticas familiares debe partir de estas demandas de la sociedad; y dichas demandas se apoyan en la vigencia del pacto de ayudas intergeneracionales, es decir en el carácter normativo que dan los españoles al papel que debe jugar la familia entre sus miembros.

El no tener políticas familiares activas tiene importantes consecuencias, al dificultar la formación de familias, no promover la natalidad, desincentivar la participación femenina en el mercado laboral y la igualdad de oportunidades o no luchar contra la pobreza infantil.

El texto concluye que actualmente se están dando cambios en los roles de hombres y mujeres, con una lenta  pero cada vez mayor participación masculina sobre todo en los cuidados. Sin embargo, el mayor número de mujeres con estudios universitarios y la mayor inserción de la mujer en el mercado laboral no hace por sí solo que la implicación masculina en el hogar aumente, este cambio debe venir acompañado de una transformación cultural. Y termina con el gran reto al que se enfrenta la familia española en los próximos años: Los cuidados.  Se prevé el declive de “la mujer cuidadora” y una reducción de la red potencial de apoyos.. lo que hace necesaria la puesta en marcha de un gran pacto por las familias. El desarrollo de las políticas familiares debe partir de entender bien nuestra cultura familiar, sus demandas y la forma más eficiente de conseguir mayores mejoras en el bienestar social.

El texto estudio completo está disponible en este enlace (abre en nueva ventana)