Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Reto de los cuidados de larga duración en Europa. Un estudio de políticas nacionales

Fecha de publicación: 

Koordinazio Soziosanitarioko taldea

El documento “Challenges in Long-Term Care in Europe.A Study Of National Policies” (2018) aborda los Cuidados de Larga Duración en la Unión Europea, profundizando en sus características principales, retos y reformas realizadas. Se basa para ello en un estudio realizado en 35 países miembro de la UE.

A. Principales características de los sistemas de cuidado a largo plazo

Fragmentación territorial e institucional
En la mayoría de los países, los cuidados de larga duración (en adelante CLD) para personas mayores no conforman un campo de política social, como tal. De hecho, la provisión de los CLD se caracteriza por la fragmentación de responsabilidades y la consiguiente falta de integración entre los aspectos sociales y sanitarios. Generalmente los CLD cuentan con una financiación de distintas fuentes y se organizan en distintos niveles (horizontal y vertical).

El sistema sanitario es responsable de los cuidados que ofrecen los profesionales sanitarios, mientras que los servicios relacionados con la atención a personas dependientes pertenecen al sector social. Son pocos los países que cuentan con un sistema que integre los cuidados sociales y sanitarios de forma horizontal (Dinamarca, Portugal e Irlanda, por ejemplo.). En la mayoría de los países esta fragmentación horizontal entre los sectores social y sanitarios acompaña a una división de responsabilidades vertical, en la que los tres niveles institucionales cuentan con distintos poderes: nacional, regional y local (Austria, Bélgica, España, Italia, Reino Unido, entre otros).

 

Hacia la priorización de los cuidados en el propio hogar
En muchos países (Austria, Dinamarca y Francia, por ejemplo) el servicio de atención domiciliaria (SAD) tiene prioridad sobre la alternativa de las residencias, pero los servicios que se ofrecen no están lo suficientemente desarrollados (España, Irlanda, Polonia, entre otros)

Las estrategias de rehabilitación y prevención son primordiales para conseguir que las personas mayores vivan de forma independiente y se mantengan física, mental y socialmente activos/as el mayor tiempo posible, y prevenir así la dependencia de los servicios sociales y el aislamiento social.

Los recursos residenciales para personas mayores también resultan obsoletos en algunos países, mientras que en otros simplemente se han reducido debido a las políticas de desinstitucionalización.  Una demanda que excede ampliamente la oferta y un uso poco efectivo de los recursos sanitarios (largas e innecesarias estancias en hospitales, por ejemplo) ha resultado un sector privado para aquellas personas dependientes que se lo puedan permitir.


Acuerdos de financiación
La financiación pública para los CLP y prestaciones pueden depender de los cuidados que necesita la persona dependiente, los ingresos y bienes de los que dispone y la disponibilidad de los y las cuidadores familiares. En la mayoría de países, es necesario que el o la persona dependiente colabore en el pago, tanto para los SAT como para los cuidados residenciales.

 

El importante papel de los cuidados informales
Los CLP dependen mayormente del cuidado ofrecido por los y las cuidadores informales, que son generalmente mujeres, frecuentemente las esposas e hijas de las personas dependientes. En algunos países las responsabilidades familiares entre padres e hijos/as están reguladas por ley.  El apoyo de las políticas públicas a los/as cuidadores/as informales difiere mucho de un país a otro. Son pocos los que garantizan un ingreso al o la cuidadora y gran parte de ellos cuentan con permisos de cuidado, que permiten a los y las cuidadoras reducir sus jornadas de trabajo para poder así cuidar al familiar.

B. Retos relacionados en los Cuidados de Largo Plazo, a los que se enfrentan los sistemas Nacionales

Retos de acceso y adecuación

Los marcos o estructuras institucionales y las diferencias locales y regionales afectan seriamente al acceso a servicios de CLP. La fragmentación entre los servicios sanitarios y sociales lleva en ocasiones a una descoordinación entre entidades, y esto afecta a los tiempos de espera y procedimientos administrativos.

Los SAD y los CLP con base en la comunidad son los de acceso más difícil, ya que en muchos países no están debidamente desarrollados. Existe una clara división entre los países europeos a este respecto: los SAD y servicios basados en la comunidad están mucho más desarrollados en los países nórdicos y algunos continentales (Bélgica, Alemania y Francia.), mientras en los del sur (España y Portugal) y este (Rumania, Eslovaquia) ocurre todo lo contrario.

Una de las causas de la  prioridad que se ha dado a los SAD y los cuidados basados en la comunidad es el descenso de la disponibilidad de plazas residenciales que se ha dado en los países europeos en los últimos 25 años. Expertos de los países nórdicos aseguran que se está dando un proceso de desinstitucionalización y énfasis en el desarrollo de la atención domiciliaria. En los países del sur, sin embargo, existe una clara tendencia al incremento del número de camas de CLD para personas mayores de 65 años, que se debe a los cambios en la estructura del mercado laboral (más mujeres trabajando), aumento de la esperanza de vida y cambios en las estructuras familiares. En Europa del Este la situación es más confusa. De hecho, en algunos países ha habido un ligero -pero constante- descenso en el número de plazas en residencias -desde el año 2000- mientras que en otros ha habido un aumento de estas.

El reto de la falta de plazas en residencias afecta a todas las regiones europeas. Como se mencionaba anteriormente, los países nórdicos y algunos de los continentales han reorientado sus políticas de CLD hacia la atención a domiciliaria y la atención comunitaria. Sin embargo, este informe muestra que la desinstitucionalización es un tema complejo. La desinstitucionalización, per se, no constituye un problema, pero se convierte en una preocupación cuando no se completa con una atención a domicilio asequible y unos cuidados comunitarios. Por tanto, la desinstitucionalización debería formar parte de una reorganización de los CLP: no es una opción “barata” y los recursos residenciales deberían ser accesibles y asequibles.

A los factores estructurales se añade que, en algunos países debido a la crisis económica y financiera, el acceso a los Servicios de Atención Domiciliaria es casi imposible, lo que resulta en recortes y/o un endurecimiento de los criterios de elección de pacientes.

 

El reto de la calidad
La calidad de los CLD es clave a la hora de mantener y mejorar la calidad de vida de personas mayores y/o vulnerables, tanto en residencias como en sus propios hogares. El enfoque más común a la hora de monitorizar la calidad es el uso de una serie de estándares predeterminados y requerimiento de licencias y acreditaciones. Esto, sin embargo, afecta mayormente a las residencias, y en muy pocas ocasiones a los SAD. En ocasiones también se recibe información de las encuestas de satisfacción de pacientes o análisis de las quejas recibidas.

Al centrarnos en el reto de la calidad, debemos considerar también las condiciones de trabajo de las personas que ofrecen el servicio. El atractivo del sector es bajo, ya que generalmente es descrito de forma negativa, debido a las malas condiciones de trabajo y la precariedad laboral (ingresos bajos, falta de formación, grandes cargas de trabajo…) que lo acompañan. Esto hace que el número de profesionales sea más bien reducido.

El reto del empleo
En todos los países estudiados existe una gran incidencia del cuidado informal. La razón principal para la expansión del cuidado informal es la falta de recursos formales o acceso a estos. Existen también otras razones como pueden ser la baja calidad de los CLD, las subvenciones que resultan muy tendenciosas, unos CLD no accesibles, y el tradicional modelo de relaciones familiares intergeneracionales. Además, pese a los cambios culturales, nuevas actitudes y un relativo progreso en el reparto de tareas de cuidado, las mujeres continúan asumiendo la mayor parte de la responsabilidad. Esto incide de forma negativa en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Los datos muestran que las mujeres están mucho más dispuestas que el hombre a reducir sus jornadas de trabajo o a dejar el puesto para cuidar de otra persona.

 

Los y las trabajadoras domésticas, generalmente mujeres inmigrantes, tienen un papel muy importante en la provisión de CLD en el hogar. La razón principal son los altos costos de los y las cuidadores profesionales, la falta de apoyo a las personas en edad de trabajar con personas dependientes a su cargo y la dificultad de acceso a los SAD o a las plazas en residencias. La cualificación de las personas migrantes y las condiciones de trabajo en los CLD son problemas muy importantes que han de ser tratados en muchos de los países de la UE.

 

El reto de la sostenibilidad financiera
El gasto el CLD ha crecido durante los últimos 20 años en la práctica totalidad de los 35 países que han participado en el estudio. Se espera que el gasto en CLD esté entre las prioridades de la mayoría de los países, ya que las proyecciones (aunque varían mucho de un país a otro) aseguran que el gasto público en CLD en la Unión Europea pasará del 1.6% al 2.7% del PIB.

C. Reformas
La provisión de CLD ha sido objeto de distintas reformas en los últimos 10 años (2008-2018) en la mayoría de los 35 países estudiados. Se han tratado tres grandes tendencias relacionadas con distintos aspectos de los CLD:

 1. Reajustes a las políticas mixtas de CLD, especialmente movimientos del cuidado residencial hacia el SAD y cuidado comunitario
 2. Esfuerzos para mejorar la sostenibilidad financiera
 3.Mejorar el acceso y asequibilidad de los cuidados, incluyendo aquí los cuidados informales.

D. El reto de medir los Cuidados de Larga Duración
Los indicadores miden el acceso, la idoneidad y sostenibilidad financiera están disponibles en la mayoría de los países. La calidad de los CLD, sin embargo, es un fenómeno multidimensional difícil de medir: en ocasiones los datos disponibles son hechos a medida, y en otras no cubren la calidad de los cuidados. Es por tanto casi imposible hacer comparaciones entre países.

 

Si quieres más información sobre el estudio realizado, encontrarás el documento completo en el siguiente enlace