A lo largo del último año, el Urban Rock se ha convertido en una nueva referencia para la escena de Gasteiz, un espacio que en 12 meses ha acogido más de 150 conciertos. Detrás se encuentra la labor de Txema González como programador

Ha sido un primer curso para aprender pero también para crecer. El Urban Rock Concept, ubicado en Portal de Gamarra, acaba de soplar su primera vela consolidando su apuesta por la música en directo, aunque también con la idea de ajustar y perfilar mejor su propuesta cultural y hostelera.

¿Por qué hacer la apuesta que realizaron hace un año, con una agenda tan intensa de conciertos?

En el Joker siempre teníamos la ilusión de hacer un festival vinculado al bar. Ya sabes, fantaseábamos con traer a Scorpions (risas). Pero casi con la tontería, al final nació la primera edición del Metal Joker Fest, que hicimos en la sala Jimmy Jazz. Ahí empecé a aprender cómo funcionaba el hecho de programar y hacer eventos. Fui haciendo cosas, pero siempre con la ilusión de tener un espacio donde poder hacer mis conciertos. Apareció la oportunidad del Urban y pensé que si no probaba igual me iba a arrepentir siempre. Así pasé de hacer cuatro conciertos en tres años a montar cinco actuaciones sólo esta semana.

En estos meses, en esta sala ha habido jazz, country, rock, hip hop... pero es evidente que la escena metalera ha sido predominante, lo que tiene que ver con su gusto personal pero ¿también con un público que hasta ahora no estaba del todo atendido en Vitoria?

En nuestro caso, atender a esa escena ha sido, sobre todo, porque la cabra siempre tira al monte (risas). Pero no sólo de heavy metal vive el hombre, máxime cuando programas todos los fines de semana. Tienes que atender a los diferentes públicos, que es además como vas descubriendo un montón de música increíble que responde a otros géneros. Es verdad que este año hemos programado mucho con el corazón y eso nos ha llevado a unas cuantas cosas raras, como hacer cinco conciertos en una semana o programar un lunes. También hemos actuado así porque queríamos dar a conocer el proyecto, hacer ruido. Es cierto que en la parte metalera hemos conseguido esa repercusión, pero nos falta llegar a lo mismo en otros estilos. Eso no siempre es fácil, tampoco de cara al trabajo con los promotores. Por eso no queremos que parezca que sólo somos una sala metalera. De ahí que queramos diversificar, que cada noche con música en directo, la propuesta sea diferente. Ésta es una sala que tiene un sonido brutal y queremos que la conozca cuanto más gente de la ciudad, mejor. El otro día nos comentó un chico que este sitio te despeina sin que te sangren los oídos (risas). Me gusta. Además, somos la única sala en la que puedes disfrutar de un sonido de este tipo y cenar.

Además de recibir a grupos de fuera, la presencia de bandas de aquí, sobre todo en los últimos meses, está siendo importante.

Es necesario que los músicos de aquí sepan que pueden llamar a la puerta del Urban y van a ser recibidos. Por supuesto. En este año han pasado un montón de bandas locales por este escenario. Y va a seguir pasando así, ya sea con conciertos propios o teloneando a otras formaciones. De todas formas, sí te digo que la oferta de grupos es tremenda. No doy a basto para escuchar todo lo que recibo. Es tremendo. Más allá de que también el Urban todavía sigue aprendiendo.