Departamento de Cultura y Política Lingüística

Premios Literarios Euskadi 1997

portada libro

Título: Bihotz bi. Gerrako kronikak
Autor: Ramon Saizarbitoria

Ramon Saizarbitoria

Ramón Saizarbitoria es el novelista más consolidado de la narrativa vasca. Él fue quien escribió, hace treinta años, la primera novela moderna y también a él le debemos las obras más interesantes de estos últimos años.
Haciendo suyas las aportaciones de la novela europea, y en particular de la francesa, y sin apartarse de la influencia de algunos guionistas cinematográficos de la década de los sesenta, cambió, tanto en la técnica como en el contenido, el panorama de la literatura vasca.

El paisaje natural de Saizarbitoria es la ciudad, y enteramente urbanas son también las tribulaciones y las decisiones de sus personajes: el anónimo contador de historias y Gisèle en su determinación por abortar ("Egunero hasten delako"), el activista que encontró la muerte en el laberinto hecho a la medida de "Ehun metro", el hombre tendido en la cama que, para asegurarse de que continúa vivo, se cuenta historias mirando al techo de su habitación ("Ene Jesús"), Iñaki Abaitua que, tras incontables pasos ("Hamaika pauso") por ese rito sacrificial del inocente, nos condena, una y otra vez, a asistir a la repetición de la misma muerte, o el protagonista que, en la primera página, confiesa haber arrojado a su mujer por la ventana ("Bihotz bi").

Con ser sugerente su temática, destaca la habilidad de Saizarbitoria a la hora de construir la novela: la ágil utilización de los recursos narrativos; la ironía y el humor; las continuas idas y venidas en el tiempo. Son algunas de las características del autor que le distancian del contador de historias tradicional. No trata de guiar al lector llevándole de la mano, linealmente, del principio hasta el fin. Contrariamente, prefiere darle cuenta desde un principio del desenlace y, a partir de ahí, hacerle cómplice en el montaje de la trama. La verdadera aventura literaria es la de crear ese montaje: la aventura de contar. Alguien dirá que la literatura cuenta siempre las mismas cosas, que lo único que cambia es la fórmula narrativa. Y, con todo, eso que se nos cuenta tiene la capacidad de emocionarnos.

Tal perspectiva novelística precisa el desarrollo de recursos distintos de los tradicionales: el narrador se pone a disposición de la memoria asociativo-afectiva.

En las novelas de Saizarbitoria -en "Ehun metro" o en "Hamaika pauso", por ejemplo- la narración se construye desde la interioridad de sensaciones físicas o de elementos concretos. Basta un olor, una flor, para activar la clave del mundo narrativo. Y es que resulta caprichosa, la memoria.

Tanto la narrativa tradicional como la de Saizarbitoria son ficción. Ficción, es decir, artificio. En consecuencia, la experiencia del mundo marcaría la medida del artificio y, por lo tanto, la credibilidad de la ficción. Y, en esto también, la narrativa de Ramón Saizarbitoria es moderna y auténtica.