Estudio de Fábricas de creación

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Efectivamente, las fábricas de creación ofrecen espacio para el ensayo y la creación de las diferentes disciplinas artísticas (artes visuales, música, teatro, artes escénicas, danza, circo, literatura, audiovisual, etc.) poniendo el acento en dirigirse a los colectivos y los artistas que necesitan un primer apoyo para desarrollar sus proyectos.

En tanto que incubadoras de creación, las fábricas son especialmente receptivas a la experimentación relativa a los nuevos lenguajes o al diálogo entre disciplinas. Muchas de ellas se expresan como «los espacios que permiten la biodiversidad creativa de las ciudades de hoy en día». Se han convertido en los centros tractores de la investigación en torno a lo digital y las nuevas tecnologías y la creación artística, en laboratorios donde se prueban las posibilidades existentes en este terreno. En definitiva, se han convertido en los espacios de la I+D cultural más puntera.

Las fábricas de creación, nacidas en distintos lugares también como parte de la política patrimonial, son herramientas destacadas de las estrategias de proximidad cultural. Cabe tener en cuenta el papel que juegan a favor de la expresividad creativa local. Muchos de estos espacios se significan por su apoyo a los creadores jóvenes para que puedan desarrollar sus propuestas creativas, ofreciendo recursos para dar salida a proyectos que de otra manera difícilmente podrían salir a la luz. Pero más allá de hacer posible la creación y la producción, las fábricas de creación también juegan un rol determinante en la difusión. Trabajan para crear un público atento a los nuevos lenguajes, sensible a las propuestas culturales más innovadoras.

Estudio de Fábricas de creación (2010) [pdf, 954 kB]

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