Servicios de Txingudi y URA presentan las obras de Zubimusu

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Con motivo de la finalización de las obras de saneamiento de Zubimusu, Servicios de Txingudi-Txingudiko Zerbitzuak y la Agencia Vasca del Agua (URA) han explicado las actuaciones llevadas a cabo. 

La actuación ha consistido fundamentalmente en sustituir todas las tajeas por una conducción única y moderna de las aguas de la regata de Zubimusu, así como en acometer la red de saneamiento del barrio de Belaskoenea. El presupuesto final dee ejecución de la obra ha rondado los siete millones de euros que han sido financiados en un 75% por URA, la Agencia Vasca del Agua del Gobierno Vasco y en un 25% por Servicios de Txingudi-Txingudiko Zerbitzuak. La adjudicataria de las obra ha sido la UTE Acciona Infraestructuras-Urbycolan.

Ni los más viejos del lugar recordarán haber visto transcurrir la regata Zubimusu. En cambio, existe. Con la urbanización de Belaskoenea, parte de San Miguel, Anaka y Mendelu y, sobre todo la construcción de todas las infraestructuras ferroviarias, el cauce de la regata quedó oculto, en el subsuelo, canalizado fundamentalmente por piedras: las tajeas.

A esta regata canalizada por tajeas llegaban mezcladas las aguas pluviales y fecales de toda su cuenca. Con este tipo de canalización antigua y el tiempo transcurrido, las fugas de agua y las crecidas por lluvias torrenciales habían causado erosión en el subsuelo. De hecho, recientemente se habían producido varios hundimientos de tierra en la zona.

La regata de Zubimusu es una de las cuencas más importantes que atraviesa el casco urbano de Irun. La cuenca alta recoge las aguas pluviales y fecales de los barrios de Oinaurre, una pequeña parte de Lapice y Belaskoenea, incorporándose en su zona baja una parte de Anaka, San Miguel y Mendelu, para desembocar en la regata de Jaizubia, junto al Parque Ecológico de Plaiaundi, ya en Amute. Ese último tramo de la regata se saneó en 2002, y debido a dos hundimientos de tierra en la zona de Renfe, fruto precisamente de la erosión subterránea que provocaba esta regata, otra parte se renovó en 2004. Ahora se ha actuado en la cabecera de la cuenca y en el tramo inicial, es decir, en Oinaurre, una pequeña parte de Lapice y, sobre todo en el barrio de Belaskoenea, de manera que con esta obra se da por culminado el esquema general de saneamiento de Irun.

Los principales problemas en el saneamiento de esta zona eran la inestabilidad del suelo y las afecciones medioambientales, provocados ambos por una infraestructura arcaica. Por otro lado, la zona está totalmente urbanizada, con una alta densidad de población e importantes vías de acceso locales al centro de la ciudad, como la avenida Elizatxo, e internacionales, como la red ferroviaria, atravesada por tres tajeas.

 

La actuación ha consistido fundamentalmente en sustituir todas las tajeas por una conducción única y moderna de las aguas de la regata de Zubimusu, así como en acometer la red de saneamiento del barrio de Belaskoenea.

Ante esta situación, la obra de ingeniería realizada ha sido realmente importante. Para la conducción principal, se optó por la tecnología de ?perforación en hincas?, lo que ha permitido perforar el subsuelo en horizontal, haciendo microtúneles, sin tener que levantar el pavimento, sin apenas afectar al exterior, y siendo totalmente segura para las edificaciones e infraestructuras cercanas. Han sido además perforaciones en hinca realizadas en curvas horizontales y verticales muy complicadas.

Así, en el barrio de Belaskoenea, se ha llevado a cabo una de las fases de mayor envergadura, con la colocación de 600 metros de tubería mediante este procedimiento: 320 metros en la calle Ferrones, cruzando la N-I, 180 metros hacia las vías de Renfe, y 200 metros entre la calle Balleneros y la trasera de la calle Navegantes. Otros 120 metros han completado la conducción principal desde las vías de Renfe, en la CAF, hasta el tanatorio.

Los colectores transversales a la conducción general se han ejecutado mediante zanjas, en algunos casos de relevante profundidad. La obra se completa con pozos, donde confluyen conducciones a diferentes niveles y arquetas de conexión. Estos, que en ocasiones han requerido profundidades de hasta 11 metros han constituido verdaderas obras singulares de ingeniería en sí mismos.

La nueva conducción general, que transita entre 6 y 11 metros de profundidad, y los colectores transversales, son ya una red de saneamiento separativa, es decir, de aguas fecales por un lado y pluviales por otro, lo que contribuye a que las aguas de lluvia no se contaminen al mezclarse con las fecales, y a que la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Atalerreka se vea cada vez menos sometida a fluctuaciones en el caudal derivadas de las lluvias en general y de las torrenciales en particular.

Además, la obra ha dotado a la red de saneamiento de una mayor capacidad de conducción de aguas fecales, en previsión del aumento de aportaciones debido a las urbanizaciones de Oinaurre, y de desagüe, ante posibles lluvias torrenciales en la zona. También se ha eliminado, en lo posible, el paso de la red bajo edificios e infraestructuras.

Con la conclusión de las obras de saneamiento de la regata de Zubimusu, se ha mejorado el funcionamiento de la red de saneamiento de esta zona, estabilizado el lugar y concluido el esquema general de saneamiento de Irun.

El presupuesto final de ejecución de la obra ha rondado los siete millones de euros que han sido financiados en un 75% por URA, la Agencia Vasca del Agua del Gobierno Vasco y en un 25% por Servicios de Txingudi-Txingudiko Zerbitzuak. La adjudicataria de las obra ha sido la UTE Acciona Infraestructuras-Urbycolan y la empresa encargada de la dirección de obra Eptisa.