Para ello, ambas instituciones se han comprometido a diseñar un plan conjunto de actuaciones, y también a redactar un protocolo adicional para la atención de imprevistos —para los episodios de crecidas, preferentemente—.
“Con este nuevo acuerdo daremos respuesta a la demanda histórica de las juntas administrativas alavesas”, ha celebrado el diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, quien ha puesto en valor “la coordinación institucional” para esta tarea, “ya que nuestros ríos y nuestros ecosistemas acuáticos no entienden de fronteras administrativas”.
Por su parte, el director general de la Agencia Vasca del Agua, Ernesto Martinez de Cabredo, ha señalado que “el mantenimiento de cauces es una labor compartida por administraciones que permite avanzar hacia el buen estado ecológico del río, tratando de conservar y recuperar la forma y la vegetación que le corresponden. Sabiendo que no soluciona las afecciones de nuestra exposición a la recurrencia natural de las crecidas de los ríos”.
En ese plan conjunto de actuaciones, con carácter general, la Agencia realizará actuaciones de recuperación ambiental y de aseguramiento de la capacidad hidráulica en cauces, y la Diputación, además, velará por el mantenimiento o mejora de la capacidad hidráulica de las infraestructuras forales que crucen los ríos del territorio.
A finales de cada año las partes pondrán en común dichas planificaciones con el fin de realizar nuevas propuestas a la planificación de la otra Administración, establecer las prioridades respecto a las actuaciones propuestas, o concretar posibles colaboraciones en los trabajos a realizar; asimismo, se informarán de las actuaciones que pretenden realizar en el territorio con la voluntad de acordar un calendario común.
Estas labores de mantenimiento de cauces competen tanto a la administración local como a la administración autonómica y compete a la administración hidráulica otorgar las autorizaciones y los condicionados a los Ayuntamientos, Asociaciones o particulares para acometer estas labores. Lo que requiere una coordinación entre instituciones que este convenio concreta.
Los ríos son también espacios públicos de gran valor ambiental, paisajístico que requieren concitar esfuerzos para su cuidado y mejora, incluyendo la protección y recuperación de su inseparable vegetación de ribera; imprescindible para conseguir el buen estado ecológico de los ríos.
Si bien, es necesario recordar que las labores de mantenimiento de cauces nunca solucionarán las potenciales afecciones de las inundaciones; éstas se producen porque las aguas altas no caben en el cauce de las aguas bajas, y por tanto reclaman el territorio que en ocasiones se ha ocupado.