- El Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, a través de Berriztu, desarrolla el pionero programa de asistencia psicoterapéutica y socioeducativo a hijos e hijas de personas privadas de libertad
- Los objetivos de la intervención son disminuir los aspectos problemáticos, subsanar carencias y fomentar recursos personales y sociales
- En 2023, 18 menores tomaron parte en el programa del Gobierno Vasco, que en la actualidad cuenta con la participación de 11 niños, niñas y adolescentes
Vitoria-Gasteiz, 03/05/2024
El próximo 7 de mayo, el programa Kuttunak cumple su segundo aniversario. Se trata de un programa de atención especializada dirigido a hijos e hijas de personas privadas de libertad en Euskadi. La pionera iniciativa se enmarca en las líneas de actuación del Modelo Penitenciario Vasco, puesto en marcha por el Gobierno Vasco desde que asumiera la competencia de la gestión de los centros penitenciarios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. El programa está impulsado por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, y está gestionado por la Asociación Educativa Berriztu con una subvención nominativa de 210.000 euros.
Kuttunak es un servicio destinado a ofrecer ayuda psicoterapéutica y socioeducativa a menores de 3 a 18 años que viven o han vivido en contextos familiares donde alguno, si no ambos, de sus progenitores están en prisión. Los objetivos de la intervención son claros: disminuir los aspectos problemáticos que han surgido como consecuencia de la situación; subsanar las carencias y lagunas que producen esos aspectos traumáticos, y fomentar los recursos personales y sociales necesarios para el desarrollo que le ayuden a afrontar la situación. De ello se encargan una persona educadora, que ejerce como responsable del servicio, y una psicoterapeuta.
El trabajo de Kuttunak se divide en tres fases: observación, interacción y finalización. Las personas profesionales abordan la relación del niño, niña o adolescente antes del ingreso en prisión, y también durante su periodo de encarcelamiento, así como el conocimiento que tiene del propio encarcelamiento. En ocasiones, es beneficioso que conozca el paradero real de su padre o madre, y para ello, es importante cuidar factores como qué, quién y cómo hay que comunicarlo.
Asimismo, se trabaja tanto en programas individuales como grupales, interactuando con la persona presa en diferentes actividades e, incluso, participando en acciones solidarias.
La intervención tiene una duración de varios meses, no pudiendo superar el año, aunque en ocasiones se mantiene el contacto posterior para que la despedida del programa se realice de manera progresiva. Kuttunak está pensado para atender a 10 personas, pero el programa se ha ampliado a más participantes al tratarse de menores de la misma unidad familiar.
El pasado ejercicio se derivaron 32 expedientes al programa, de los que finalmente se pudo trabajar con 8, que incluían la asistencia de 18 personas menores: 10 chicas y 8 chicos, con edades comprendidas entre los 11 y 14 años (50%), 7 y 10 años (27,7%), 3 y 6 años (11,11%) y 15 y 18 años (11,11%). La persona privada de libertad era en un 55,55% la figura paterna y en un 44,44% la figura materna.
El programa cuenta actualmente con la participación de 11 menores, mientras que otras cuatro personas están en lista de espera.
La valoración del programa realizada por la Asociación Educativa Berriztu es muy positiva, destacando el incremento de la comunicación familiar, incluidas las visitas familiares en el centro penitenciario. También en el ámbito académico se ha notado una evolución evidente, llegando a modificar el plan de estudios de algunos niños, niñas y adolescentes, con quienes el centro educativo barajaba necesidades especiales y han acabado obteniendo unas calificaciones notables cuando no sobresalientes.
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