Definiciones de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales (EPDS)
Ausencia de bienestar en la dimensión de mantenimiento:
En la dimensión de mantenimiento, las problemáticas de ausencia de bienestar hacen referencia a una situación de insuficiencia de recursos económicos para hacer frente a los gastos habituales, que son considerados necesarios para mantener los niveles mínimos de bienestar y comodidad esperados en una determinada sociedad. Son aquellos que en la práctica permiten participar -aunque sea en condiciones mínimas- en el modo de vida, las costumbres y las actividades normales de dicha sociedad. Se encuentran en riesgo de ausencia de bienestar las personas, familias u hogares que disponen en, un periodo de referencia dado, de ingresos inferiores a los umbrales señalados para acceder a los niveles mínimos de bienestar esperados en la sociedad en la que viven.
Bienestar en la dimensión de mantenimiento:
Esta situación corresponde a las personas, familias u hogares que no tienen problemas de pobreza o ausencia de bienestar en la dimensión de mantenimiento. Se caracterizan por no experimentar, en el corto plazo, situaciones de insuficiencia de recursos para abordar la cobertura de las necesidades básicas ni para hacer frente a los gastos mínimos necesarios para acceder a situaciones caracterizadas por el bienestar mínimo esperado.
Ingresos:
Concepto de ingresos utilizado
A efectos del cálculo y medición de la pobreza y la precariedad de mantenimiento, el concepto de ingreso o renta disponible de los hogares que se utiliza en
a) Ingresos propios, procedentes del trabajo o de rendimientos de capital. Se incluye todo tipo de ingresos netos procedentes del trabajo y de la explotación del capital propio, incluyendo los ajustes asociados a pagos o devoluciones de Hacienda.
b) Ingresos procedentes de prestaciones de
c) Ingresos procedentes de
d) Ingresos procedentes de ayudas complementarias de la sociedad civil. Se incluyen los ingresos procedentes de ayudas directas de familiares, amigos o vecinos así como de instituciones asistenciales de carácter particular o privado como Cáritas, Cruz Roja y similares.
El cómputo se realiza, por lo general, en términos de hogar (o de unidades familiares asimilables al hogar). En este sentido, salvo cuando se ofrezcan específicamente indicadores basados en ingresos estrictamente personales, en el caso de indicadores individuales el procedimiento habitualmente seguido en
Pobreza de acumulación:
La pobreza de acumulación implica una situación, no específica sino global, de precariedad diferencial en el acceso a los bienes de consumo duradero necesarios para mantener, en el medio y largo plazo, un nivel de vida suficientemente adecuado, entendido sobre todo en términos de capacidad de acceso a una vivienda en condiciones y suficientemente equipada, que satisfaga las normas mínimas de habitabilidad. En tanto que escenario de precariedad a medio y largo plazo, la pobreza de acumulación también se relaciona con la dificultad de los hogares para acumular los recursos patrimoniales mínimos necesarios para mantener, en situaciones especiales de crisis de ingresos o emergencia, la continuidad de una vida normalizada, ofreciendo con ello un mínimo de seguridad económica.
Pobreza de mantenimiento:
La pobreza de mantenimiento hace referencia a una situación de insuficiencia de recursos económicos para abordar de forma regular la cobertura de las necesidades básicas, particularmente las relacionadas con los gastos de alimentación, vivienda, vestido y calzado. Se encuentran en riesgo de pobreza las personas, familias u hogares que disponen, en el periodo de referencia considerado, de ingresos inferiores a los umbrales señalados para hacer frente a estas necesidades básicas.
Pobreza real:
La pobreza real recoge aquellas circunstancias en las que las situaciones de riesgo de insuficiente cobertura de las necesidades básicas que aparecen en una u otra de las distintas dimensiones de la pobreza (mantenimiento o acumulación) no se encuentran suficientemente compensadas en la vida cotidiana de la población de forma que sea posible acceder a un nivel mínimo de bienestar, ajeno a la vivencia de la pobreza.
Precariedad en la dimensión de acumulación:
La EPDS delimita una serie de situaciones de precariedad en la dimensión de acumulación. Incluyen aquellas situaciones carenciales que, no pudiendo ser asimiladas a realidades de pobreza, se caracterizan por la falta de acceso a los bienes y servicios de consumo a medio y largo plazo que se consideran habituales en la sociedad.
Precariedad real:
Las demás formas de precariedad real hacen referencia a situaciones en las que no están presentes suficientes elementos compensatorios para poder hablar de acceso al nivel mínimo de bienestar esperado en la sociedad, reflejando formas reales de ausencia de bienestar no directamente vinculadas a la vivencia de la pobreza.
Información complementaria:
Información de la encuesta de pobreza y desigualdades sociales
Contacto: Organo Estadístico de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales
Fecha de última modificación: