Pomadas oftálmicas en pediatría

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1.- Antes de empezar, mantén la calma y háblale a la niña o niño en tono tranquilo. Evitarás que se altere.

2.- Lávate bien las manos con agua y jabón y sécate.

3.- Colócate detrás e inclínale la cabeza hacia ti. También puedes acostarle de espaldas.


Si es un bebé, envuélvele con una mantita para mantener sus brazos y piernas quietas.

4.- Calienta en tu mano el tubo de la pomada para que se extienda mejor.

5.- Quita la tapa del envase y déjala sobre una superficie que esté limpia.

6.- Con una mano, sujeta la frente y, con el dedo meñique, baja suavemente el párpado inferior.

7.- Con la otra mano, aprieta el envase sobre el hueco formado por el párpado inferior. La cantidad de pomada que tienes que aplicar es equivalente a un grano de arroz.

8.- Para desprender la pomada sin que la punta del tubo toque el ojo, gira el envase.

9.- Limpia el exceso con un pañuelo limpio. Cierra el envase y lávate de nuevo las manos.

¿Sabias qué?


… con estas pomadas los ojos estarán “pegajosos”, especialmente después de dormir. Limpia con un pañuelo húmedo los restos, de la nariz hacia afuera.

Una vez abierto el envase, hay que desecharlo en un mes. Deposítalo en tu farmacia.
… si tiene la edad suficiente, puede ser capaz de administrarse sin ayuda la pomada. La ficha i-botika “Pomadas oftálmicas: consejos para un buen uso” te explica cómo hacerlo.

Agradecemos a Santi Mintegi, pediatra del Servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Universitario de Cruces, la elección del tema y la revisión del texto, así como sus comentarios y sugerencias. Gracias también a Marivi Calleja y Fátima Fernández-Gil, por sus fotografías, su interés y su participación.

Pincha aquí si quieres ver un vídeo sobre este tema.

Fecha de última modificación:  17/02/2016