Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Equidad en Salud: La Revisión Marmot 10 años después

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Portada del documento 'Equidad en Salud en Inglaterra: La revisión Marmot 10 años después (2020)' (Health Equity in England: The Marmot Review 10 Years (2020)

Portada del documento 'Equidad en Salud en Inglaterra: La revisión Marmot 10 años después (2020)' (Health Equity in England: The Marmot Review 10 Years (2020)

Una década después de la publicación del Informe Marmot, Michael Marmot lidera el equipo que, con la financiación de The Health Foundation, realiza una revisión sobre el estado de situación de la inequidad y desigualdades en salud que afectan a la población inglesa en 2020.  Este documento actualiza el informe encargado en 2008 por el Secretario de Estado de Salud a M. Marmot y su equipo y que, con el título de 'Sociedad justa, Vidas saludables' (Fair Society Healthy Lives, The Marmot Review 2010 (abre en nueva ventana)), planteaba en base a las evidencias científicas más efectivas, una estrategia para abordar los determinantes sociales de la salud y reducir las desigualdades en salud en Inglaterra a partir de 2010. El informe elaborado por M. Marmot et al. en 2010 concluyó que la reducción de las desigualdades en salud requeriría de la acción política en seis ejes de intervención prioritaria:

  • Brindar a cada niña/o el mejor comienzo en la vida
  • Permitir a todos/as los/as niños/as, jóvenes y adultos/as maximizar sus capacidades y tener control sobre sus vidas
  • Generar condiciones de empleo justas y adecuadas para todos/as
  • Garantizar un nivel de vida saludable para todos/as
  • Crear y desarrollar lugares y comunidades saludables y sostenibles
  • Fortalecer el papel y el impacto de las políticas de prevención de la mala salud

El nuevo informe de 2020 desentraña una paradoja: la que rodea al hecho de que, tras un siglo de continuas mejoras en la esperanza de vida, desde 2011 en Inglaterra se detecta una disminución de la esperanza de vida, que afecta a mujeres en las comunidades más desfavorecidas a las afueras de Londres y a otras áreas en el caso de los varones. En definitiva, este Informe Marmot 2020 confirma el incremento de la mala salud entre varones y mujeres, un dato que contrasta con la tendencia al aumento de la salud de la población y la esperanza de vida año a año en el último siglo. Aunque el informe se circunscribe al ámbito de Inglaterra, Marmot y su equipo apuntan a que algo similar se está produciendo en Escocia, Gales e Irlanda del Norte, lo que en su opinión indica que, si la salud ha dejado de mejorar, la sociedad ha dejado de hacerlo ya que, como muestra las evidencia en otros lugares del mundo, la salud es un buen indicador del progreso social y económico de una sociedad: 'la salud se encuentra estrechamente ligada a las condiciones de vida en las que nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen las personas'.

Este informe realiza una revisión de cinco de las seis dimensiones de análisis (con excepción de las políticas de prevención de la salud, objeto de numerosos análisis en la última década) contempladas en el Informe Marmot de 2010 y constata que, la austeridad económica ha tenido consecuencias en todas estas dimensiones, si bien autores y autoras de esta revisión subrayan la imposibilidad de demostrar la relación de causalidad entre la desaceleración en las mejoras en salud y el aumento de las desigualdades sociales por causa de la austeridad económica.

Asimismo, el informe detalla como en una década se ha producido un aumento de la pobreza infantil y el cierre de numerosos centros infantiles; la disminución de la financiación de la educación; el aumento del trabajo y los contratos en condiciones precarias; la crisis en la adquisición de vivienda y el aumento de la falta de vivienda disponible; la escasez de dinero entre muchas personas para el desarrollo de una vida saludable y el creciente recurso a los bancos de alimentos para cubrir necesidades básicas de alimentación; y el aumento del número de comunidades que subsisten en precarias condiciones de vida y salud. Marmot y su equipo señalan que estos resultados, en general, son aún peores para los grupos étnicos minoritarios y para las personas con discapacidad.

Entre las novedades de esta revisión, sus autores destacan la relevancia concedida a la pobreza y a aquellos segmentos de población en peores circunstancias económicas; a la etnicidad, como factor que, vinculado a la posición socioeconómica, se traduce en peores resultados de salud y bienestar general; y las desigualdades en relación a su distribución espacial (ya sean a escala geográfica local o regional) y la elaboración de recomendaciones en este sentido para áreas del extrarradio londinense o el sur de Inglaterra, donde se detecta un notable aumento de las desigualdades sociales y los malos resultados en salud de la población.

Sin embargo, los efectos adversos de la austeridad se manifiestan de forma inmediata en todas las dimensiones analizadas y, como nos recuerdan M. Marmot y su equipo, en el caso de la pobreza infantil, sus consecuencias tendrán efecto a largo plazo.

En definitiva, la austeridad económica impacta de manera negativa en los determinantes sociales de la salud, a corto, medio y largo plazo. A mayores, esta austeridad demuestra ser inequitativa porque los datos analizados por Marmot et al. indican que los recortes en inversión han sido mayores allí donde las condiciones de salud en general eran más precarias y, en consecuencia, la inversión era más necesaria.

Como aspecto optimista, y pese al aumento de las desigualdades sociales en salud en Inglaterra, Marmot et al. destacan el incremento de conciencia y priorización en torno a estas y a los determinantes sociales y su incorporación a la agenda política por parte de las entidades del Tercer Sector, entidades y gobiernos locales, profesionales de la salud o think tanks, entre otros.

La revisión realizada en 2020 contiene, por tanto, una serie de propuestas de acción para revertir el deterioro que ha experimentado la salud en parte de la población inglesa en tan solo una década (2010-2020) con dos ejes fundamentales:

  • Reducción de las desigualdades económicas que afectan a la salud y a la longevidad de la vida de las personas
  • Reducción de las desigualdades regionales en salud, con mejora de la salud de las personas que viven en áreas desfavorecidas, en particular aquellas alejadas de las zonas acomodadas de Londres y el sur de Inglaterra.

Las acciones propuestas por M. Marmot et al. para la implementación de acciones al objeto de disminuir las desigualdades en salud y los determinantes sociales se centran en:

  1. Desarrollar una estrategia nacional de acción sobre determinantes sociales de la salud con el objetivo de reducir las desigualdades en salud
  2. Garantizar la asignación universal proporcional de recursos e implementación de políticas
  3. Promover la intervención temprana a fin de prevenir desigualdades en salud
  4. Desarrollar los determinantes sociales de la salud que afectan a los/las profesionales, más allá del servicio de salud y que implica el compromiso y su conocimiento por un amplio número de profesionales de los servicios sociales, fuerzas de seguridad, bomberos, entre otros.
  5. Involucrar al público en un cambio de enfoque político que permita trasladar la atención centrada en los mensajes sobre los comportamientos individuales en torno a la salud y sus cuidados a la atención hacia un discurso sobre los determinantes sociales de la salud.
  6. Desarrollar sistemas completos para la monitorización y el fortalecimiento de la responsabilidad en materia de desigualdades en salud más allá del sector sanitario.

Si desea ampliar esta información consulte el informe 'Equidad en Salud en Inglaterra: La revisión Marmot 10 años después' (Health Equity in England: The Marmot Review 10 Years, Institute of Health Equity: 2020 (abre en nueva ventana))