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UN PASO MÁS
Alicia Fernández
Gure Artea camina hacia adelante. Tras casi veinte años de andadura, vuelve de nuevo al escenario público para presentar in situ la vitalidad artística actual. Un objetivo cumplido desde su primera edición, celebrada en 1982, en una época efervescente en premios e iniciativas donde participaron las nuevas promociones del arte vasco, en parte fruto de la joven Escuela de Bellas Artes de Bilbao creada a principios de los años 70. En aquel tiempo jóvenes artistas con energías renovadoras tomaron el relevo a la generación anterior marcada, en cierta medida, por el peso específico de sus representantes. Lo mejor del arte emergente de entonces y de ahora, pasa por Gure Artea, lo confirma la validez de las propuestas y autores ganadores de las sucesivas ediciones.
Asimismo se constata la dinámica participación mantenida a lo largo de su desarrollo y, si bien el certamen ha evolucionado según etapas y circunstancias variables, su necesidad, valor artístico e interés cultural, social y político queda exento de cualquier duda. Gure Artea es la convocatoria institucional de Artes Plásticas más importante de las celebradas en la Comunidad Autónoma Vasca y como tal, se convierte en una plataforma idónea para el conocimiento,la difusión y promoción de la actividad plástica de nuestros creadores.
A partir de este planteamiento, en 1996 Gure Artea adaptó sus bases a las nuevas condiciones del arte actual. En un momento marcado por la pluralidad estética y el desarrollo tecnológico, el ejercicio artístico se extiende vertiginosamente y se vuelve cada vez más sensible a las nuevas experiencias, de forma que novedosos soportes electrónicos conviven con las prácticas y categorías artísticas tradicionales. La experiencia del arte amplía su campo de acción, se produce la apropiación de otros medios y la yuxtaposición de procedimientos y se enuncia un proceso integrador de todas las artes.
Atento a los cambios y transformaciones, el artista actual utiliza todos los medios a su alcance para dar forma a sus ideas, es independiente y trabaja de acuerdo a sus intereses. En consecuencia, la desaparición de las modalidades artísticas de Gure Artea fue el resultado lógico del contacto y el conocimiento de la ecléctica realidad contemporánea. La renovación de los conceptos sobre los que se sustenta el arte, la función de la tecnología al servicio de las ideas plásticas y el papel del espectador en la recepción de la obra, son algunas de las cuestiones latentes en el debate actual del arte contemporáneo que están presentes en este encuentro.
En 1986 el certamen tomó un impulso renovador. Se cambió el sistema de elección, hasta entonces realizado mediante la presentación de una sola obra, por la revisión de dossieres que permite una valoración más correcta de la evolución de los trabajos y las respectivas trayectorias de los artistas. Se decidió la concesión de tres premios iguales, de dos millones cada uno, y la elección de un comisario curatorial responsable de todo el desarrollo del certamen. Xabier Sáenz de Gorbea, crítico y profesor de historia del arte de la Universidad del País Vasco, dirigió con éxito la edición de 1996 y en 1998 continuó su fructífera labor el crítico Fernando Golvano.
Igualmente se optó por una periodicidad bianual de Gure Artea que posibilita además nuevas formas de difusión. Los años pares la muestra colectiva de los seleccionados se presenta solo en una capital vasca y no en las tres como se hacía en ediciones anteriores. Se mantiene así la colaboración ya existente con los Departamentos de Cultura de las respectivas Diputaciones Forales, a través de la exposición de Gure Artea en las salas dependientes de los entes forales, como la Sala de Exposiciones Rekalde de Bilbao, la Sala Amárica de Vitoria y este año el Centro Koldo Mitxelena de San Sebastián. Otro cambio sustancial muy importante respecto a la difusión exterior del certamen, fue la presentación individual, fuera del País Vasco y en los años impares, de los tres artistas premiados. La incorporación de materiales didácticos, guías de divulgación y mesas redondas con los artistas completan la estructura de difusión del Gure Artea.
De este modo, en el año 2000 llegamos a la que será la XVI edición de Gure Artea. Conscientes de que una buena política de difusión artística favorece a la sociedad, que puede así conocer, reflexionar y disfrutar del arte contemporáneo, Gure Artea pretende mostrar las manifestaciones artísticas de nuestros creadores y acercar sus propuestas al espectador para que éste comprenda los nuevos caminos por los que discurre el movimiento plástico de hoy en día
Los artistas participantes reciben la propuesta como una oportunidad para darse a conocer y sobre todo, como un estímulo que potencia su creatividad y libertad de expresión. Por su parte, los críticos y estudiosos encuentran en la convocatoria un instrumento idóneo para comprobar en directo el estado de salud del acontecimiento contemporáneo, analizar sus constantes variaciones, conocer a sus protagonistas y saber cuáles son sus inquietudes. Un encuentro colectivo como éste resulta estimulante para todos.
La multiplicidad creativa del sujeto contemporáneo y las modificaciones estructurales de las artes plásticas son continuas en nuestra época y a ello responde sin duda, esta exposición colectiva de Gure Artea 2000. En ella los veinticinco artistas seleccionados por el jurado, entre los 213 participantes, reflejan muy bien el debate y la heterogeneidad dominante. Las prácticas artísticas, actualmente extendidas a todos los medios, ofrecen un panorama tan amplio y enriquecedor que en ocasiones resultan difícil de comprender. Y es que la vitalidad de los más jóvenes, a los que se les pide renovación y riesgo en sus trabajos, exige una puesta a punto de las categorías teóricas e interpretativas, un tiempo y una distancia adecuados para su valoración.
Aun así es gratificante comprobar la aparición de noveles que por primera vez tienen la oportunidad de presentar su obra en Gure Artea, son jóvenes que se encuentran en el inicio de su carrera, cargados del entusiasmo y la espontaneidad que otros tuvieron antes. Igualmente están representados quienes a pesar de su juventud ya han logrado un reconocimiento crítico, avalado con premios y becas de prestigio según los casos. Y por último están los ausentes, excluidos según el criterio del jurado, pero cuyas obras poseen también valores e intereses en esta ocasión no compartidos.
Como si se tratase del mapa imaginario que un día ideó Borges, el mundo del arte actual está llenó de argumentos múltiples y Gure Artea 2000 manifiesta plenamente esa pluralidad de inquietudes y conceptos. No existe un sentido unitario ni globalizador de la muestra sino todo lo contrario, los trabajos están pensados y realizados desde la individualidad creativa de cada sujeto. Y si unos reivindican la pintura y la defienden o bien cuestionan el espacio que ha de ocupar, otros reflejan su interés por la imagen, la fotografía, el vídeo y la instalación, como un medio para transformar e intervenir en los espacios. También algunos muestran su preocupación por el espacio como una parte integral de la obra, ya sea el espacio personal, físico, social, cotidiano, mental o natural. Y mientras hay artistas que usan los medios clásicos de producción, hay quienes prefieren los nuevos soportes, los procesos electrónicos, digitales e informáticos. Son menos aquellos autores que evidencian la inquietud por el cuerpo y las cuestiones de género que tanto interesaron en la década anterior. Todo ello define el Gure Artea del año 2000 como una opción plural de futuro y como un paso adelante hacia una nueva época.
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BESTE URRATS BAT
Alicia Fernández
Gure Artea erakusketa aurrerantz doa. Duela hogei urtetik egiten da, eta orain, berriro, jendaurrera dator, egungo artearen bizitza bertan aurkezteko. Lehenengo deialditik, 1982tik lortu du helburu hori. Garai hartan sariak eta ekimenak han-hemenka agertzen ziren, eta euskal arteko belaunaldi berriek hartzen zuten parte, horietako asko 70eko hamarkadaren hasieran sortutako Bilboko Arte Ederren Eskolako ikas-leak. Aurreko belaunaldiko artisten artean izen handiko artistak zeuden, eta horrek asko baldintzatzen zuen besteen lana. Garai hartan, ordea, indar berritzaile handiko artista gazteek hartu zuten aurrekoen lekua. Orduko eta oraingo arte berritzailerik onena Gure Artean ager-tzen da. Horrela erakusten dute deialdi guzti-etan aurkeztutako lanek eta artista irabazleek.
Gure Arteak parte-hartze dinamikoa izan du hasiera-hasieratik. Erakusketa asko aldatu da etapa eta egoeren arabera, baina hainbat gauza ukaezinak dira: erakusketa beharrezkoa da, balio artistiko handia du, eta oso garran-tzitsua da kultura, gizartea eta politikarako. Gure Artea Euskal Autonomia Erkidegoko erakundeek egindako arte plastikoetako deialdirik garrantzitsuena da, eta beraz, gure artisten jarduera plastikoa ezagutu, zabaldu eta sustatzeko modurik egokiena da.
Hori guztia abiapuntutzat hartuta, Gure Arteak, 1996an, egungo artearen baldintzetara egokitu zituen oinarriak. Estetika aniztasuna eta teknologia-garapena dira garai honetako ezaugarririk nagusienak, artea izugarri zabaldu da, eta esperientzia berriek gero eta garrantzia handiagoa dute. Ohiko arte-jarduera eta -sailkapenekin batera euskarri elektroniko berriak ere agertu dira. Artea hedatu egin da, beste baliabide batzuk bere egin ditu eta aldi berean baliabide bat baino gehiago erabiltzen ditu. Artea egiteko moduak elkartu egingo direla dirudi.
Egungo artista inguruko edozein aldaketaren erne dago; eta ideiak adierazteko, eskueran dituen baliabide guztiak erabiltzen ditu. Independentea da, bere interesen arabera jokatzen du. Egungo errealitatea eklektikoa zela jakinez, eta Gure Arteak errealitatearekin harreman estua duenez, orain arteko arte--modalitateak desagertu egin dira. Topaketa honetan arte garaikidean eztabaidatzen ari diren gaietako batzuk agertzen dira: artearen oinarrizko kontzeptuen berrikuntza, ideia plastikoak adieraztean teknologiak duen eginkizuna, eta ikusleak zein jarrera izan behar duen obrarekiko.
1986an bultzada berritzailea izan zuen Gure Arteak. Obrak aukeratzeko modua aldatu egin zen. Ordura arte, artistak lan bakarra aurkezten zuen, eta ordutik aurrera, aldiz, artisten dossierrak aztertzen dira, artisten lanen bilakaera eta ibilbideak hobeto balioesteko. Hiru sari berdin ematea erabaki zen (bi milioikoa bakoitza), eta deialdiaren inguruko guztia zainduko duen komisarioa izenda-tzea. Xabier Sáenz de Gorbeak, kritikoa eta Euskal Herriko Unibertsitateko artearen historiako irakaslea, zuzendu zuen 1996ko deialdia, eta horren lan bikaina Fernando Golvano kritikoak jarraitu zuen 1998an.
Horretaz gain, Gure Artea bi urtetik behin egitea erabaki zen, horrekin lanak ezagutzeko beste modu batzuk aukera baitaitezke. Erakusketarako hautatutako artisten lanak urte bikoitietan aurkezten dira Euskal Autonomia Erkidegoko hiriburu batean (eta ez lehen bezala hiruretan). Gure Arteak hiru foru aldundietako kultur sailekin duen lankidetzari eutsi egin dio, eta aldundi horien aretoetan egiten jarraituko dira erakusketak; hots, Bilboko Rekalde erakusketa-aretoan, Gasteizko Amarica are-toan eta Donostiako Koldo Mitxelena kulturunean (hain zuzen, hortxe egingo da aurtengo erakusketa). Deialdia kanpoan ezagutzera emateko modua ere aldatu egin da: urte bakoitietan hiru irabazleen lanak aurkeztuko dira Euskal Herritik kanpo. Erakusketa horiez gain, Gure Artean material didaktikoak eta dibulgazio-gidak argitaratu, eta artisten mahainguruak egiten dira.
2000. urtekoa Gure Artearen XVI. erakusketa dugu. Arte-hedapen politika onak gizarteari mesede egiten dio, izan ere arte garaikidea ezagutu, gozatu eta horretaz hausnartzeko aukera ematen baitu. Horretaz jakitun izanez, Gure Arteak gure artisten arte-lanak jendeari erakutsi nahi dizkio, jendeak egungo plastika-mugimendua jorratzen ari den bide berriak uler ditzan.
Erakusketan parte hartzen duten artistentzat euren proposamena ezagutzera emateko modua da, baina horretaz gain, eta, bereziki, sorkuntza eta adierazpen-askatasuna sustatzeko pizgarria da. Kritikoek eta adituek, aldiz, arte garaikidearen egoera zuzenean ikusteko tresna egokia dute erakusketa, bai eta artearen aldaketak aztertu, egileak ezagutu eta horien kezkak ezagu-tzeko ere. Honelako taldeko erakusketak guztiontzat pizgarriak dira.
Subjektu garaikideak sorkuntza aniztasuna du eta arte plastikoa egituraz aldatzen da etengabe. Gure Artea 2000 taldeko erakusketa honek, ezbairik gabe, horri guztiari erantzun nahi dio. Erakusketan zehar, epaimahaikideek 213 parte-hartzaileen artean hautatutako hogeita bost artistek, ezin hobeto adierazten dute artearen egungo eztabaida eta heterogeneotasuna. Arte-lanak egun bitarteko guztien bidez adierazten dira, eta hain zabalak eta aberatsak direnez, batzuetan ulertzeko zailak bihurtzen dira. Izan ere, gazteak oso biziak dira eta berrikuntza eta arriskua eskatzen zaie euren lanetan; baina hori ulertu eta balioesteko ezinbestekoa da artea aztertzeko teoriak eta interpretazio--moduak eguneratzea, ezinbestekoa da lanak denbora eta distantzia egokiaz hartzea.
Hala eta guztiz ere, badira Gure Artea erakusketan euren lana lehen aldiz aurkezten duten artista berriak, eta hori pozgarria da. Euren karreraren hasieran dauden gazteak dira, eta adore eta naturaltasun handia dute, beste batzuek lehen ere izan zuten bezala. Kritikak aintzat hartutako beste hainbat artista ere badago, gazteak izan arren sariak edota izen handiko bekak jaso dituzten gazteak. Eta, azkenik, euren lanek balio eta interes handia izan arren erakusketan ez dauden artistak ditugu, epaimahaikideek erakusketatik kanpo utzi dituztelako.
Egungo artean hainbat argudio anitz daude, Borgesek behinola asmatutako mapa baili-tzan, eta Gure Artea 2000 erakusketak behar bezala adierazten du kezka eta kontzeptu aniztasun hori. Erakusketa ez da baterakoia edo globalizatzailea; aitzitik, lan guztiak artista bakoitzaren izaera bereziaren ondorio dira. Horrela, batzuek pintura aldarrikatu eta defendatzen dute; beste batzuek pinturak bete beharreko espazioa zalantzan jartzen dute; eta hainbatek irudia, argazkia, bideoa eta instalazioa erabiltzen dituzte espazioa eraldatu edo horretan parte hartzeko. Zenbaitentzat espazioa lanaren zatia da; espazio pertsonala, fisikoa, soziala, egunerokoa, mentala edo naturala lanaren zati banaezina dira. Artista batzuek bitarteko klasikoak erabiltzen dituzte; beste batzuek, ordea, nahiago dituzte euskarri berriak, prozesu elektronikoak, digitalak edo informatikoak. Azken hamarkadetan garran-tzi handia izan zuten gaiekiko (gorputzarekiko jakin-mina edo genero alorra) kezkak adierazten dituzten artistak, ordea, urriagoak dira. Aurreko guztiarengatik, Gure Artea 2000 erakusketa ani-tza da, etorkizunerako erakusketa anitza da, garai berri baterako urratsa.
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