El Mundo
25/01/2018

"No encajo, no me encasilléis"

In memoriam: Ursula K. Le Guin
Diego Moreno, editor de Nórdica Libros

Acabo de enterarme del fallecimiento de Ursula K. Le Guin. Descubrí su obra tarde, y no he leído todo su enorme legado literario. Tampoco soy un experto en ciencia ficción y como editor solo he publicado (hasta ahora) una de sus obras. Aun así, desde que descubrí sus libros, siendo librero en la desaparecida Crisol, tuve la sensación de encontrarme con una voz totalmente original, diferente a cuanto había leído. Me acerqué a ella, sí, lo reconozco, con el prejuicio que a veces sentimos hacia la literatura de ciencia ficción, como si fuese un género menor. Ella fue la primera que me hizo ver lo equivocado que estaba.

En una excelente entrevista para The Paris Review la escritora señalaba: «No creo que ciencia ficción sea un nombre muy bueno, pero es el nombre que tenemos. Es diferente de otros tipos de escritura, supongo, por lo que merece un nombre propio. Pero puedo llegar a ser combativa si me califican como escritora de ciencia ficción. No lo soy. Soy una novelista y poeta. No me encasilles, porque no encajo. Mis tentáculos salen del casillero en todas direcciones». Su obra, aunque ambientada en lejanos planetas, trata de temas muy cercanos: antropología, feminismo, conflictos de clase o sexualidad. La mano izquierda de la oscuridad, por ejemplo, es una sorprendente novela sobre una colonia en la que los habitantes han mutado a hermafroditas y son capaces de cambiar de sexo (Neil Gaiman contó cómo le había impresionado el libro cuando tenía veintidós años). El día antes de la Revolución (la obra que hemos publicado nosotros) nos cuenta más sobre la vejez que sobre el odonianismo, la forma de sociedad anarquista que imaginó Le Guin. Como ella decía: «La ciencia ficción es una gran metáfora de la vida».

Pero Le Guin no escribió solo narrativa, sino que fue una prolífica escritora de poesía. Es lo más reciente que he descubierto de ella y quiero compartirlo:

Enviaba mis barcos a inciertas islas occidentales,

repletos de una prometedora carga.

Y durante una larga temporada regresaron

repletos de vinos y de miel.

[...]

Pocos barcos parten ahora y aquellos que regresan

vuelven vacíos, danzando encima de las olas.

(Trad. de Andrés Catalán)

Recomiendo especialmente ver el vídeo de la entrega del National Book Award honorífico en 2014. Ella aceptó la medalla en nombre de sus compañeros escritores de fantasía y ciencia ficción, quienes, dijo, habían sido «excluidos de la literatura durante tanto tiempo, mientras que los honores literarios fueron para los "llamados realistas"». También instó a los editores y escritores a «no poner demasiado énfasis en las ganancias». Todo un ejemplo.

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