Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Atención social y cuidados de la población mayor en Reino Unido a examen

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

 Persona mayor coloreando un papel

Persona mayor coloreando un papel

La organización The King's Fund publica un informe que evalúa el estado de la atención social y los cuidados a las personas adultas en centros residenciales Reino Unido e incluye datos correspondientes a la primera y segunda ola de COVID-19 (abril de 2020 a marzo de 2021).

El documento ofrece una perspectiva amplia de la atención social proporcionada a las personas adultas en residencias, financiada en su mayoría con fondos públicos, y presenta información limitada en lo referente a quienes financian su propia atención residencial (en el contexto anglosajón se denominan 'personas autofinanciadoras'). Para ello The King's Fund realiza una revisión de los datos disponibles públicamente y publicados, al menos, una vez al año, que incluyen muestras representativas y proceden de fuentes de información fiables.

Contexto de análisis

De acuerdo con los datos ofrecido por la Oficina de Estadísticas Nacionales, entre 2019 y 2020 hubo aproximadamente 144.000 personas (36,7%) que autofinanciaron su atención en residencias en Inglaterra, en comparación con las 248.000 (63,3%) personas cuya atención en residencias fue objeto de financiación por parte del estado. Sin embargo, se carecen de datos similares sobre el uso de la atención domiciliaria.

Según este informe, en el 'Libro Blanco de la reforma de la atención social de la población adulta' (People at the Heart of Care: adult social care reform white paper) -publicado en 2021 por el Departamento de Salud y Atención Social del gobierno británico- se apunta a una visión a 10 años para la atención y cuidado de la población mayor, pese a que la actual agenda de reformas gubernamentales se centra principalmente en los siguientes aspectos -no entendidos como una consecuencia de la pandemia de COVID-19-:

  1. La financiación de los cuidados y la asunción de los costes por las personas mayores.
  2. La planificación de reformas en el mercado de proveedores de modo que las autoridades locales asuman un coste justo por los cuidados y la atención social (y que se introduzca un límite en los costes de la financiación).

Así, las principales reformas iniciadas por el gobierno británico en materia de cuidados y atención social no pueden entenderse derivadas de la pandemia de COVID-19, aunque con esta se haya experimentado una mayor supervisión de la atención residencial y de los cuidados que reciben las personas mayores. A consecuencia de ello, se han comenzado a introducir cambios legislativos orientados a mejorar la recolección y el análisis de datos, y dotar a la Comisión de Calidad de Cuidados Care Quality Commission, CQC), de funciones para co-garantizar la calidad de los cuidados en coordinación con los gobiernos locales.

Contenido del análisis 360º de la atención social y los cuidados en Reino Unido

El análisis que realiza The King's Fund aborda 12 aspectos:

  1. Solicitudes de apoyo
  2. Prestación de servicios
  3. Elegibilidad financiera
  4. Gastos
  5. Coste de la puesta en marcha
  6. Plazas residenciales
  7. Vacantes
  8. Pagos
  9. Personas cuidadoras
  10. Clasificaciones de calidad
  11. Pagos directos
  12. Satisfacción de las personas usuarias

Entre los aspectos destacables del informe se señala que para el período analizado (abril de 2020 a marzo de 2021):

  • Se produce un mayor número de solicitudes de atención social a las autoridades locales procedentes de personas adultas en edad laboral respecto a las presentadas por personas mayores jubiladas. El descenso en las nuevas solicitudes entre las personas mayores podría reflejar la renuencia a solicitar servicios durante la pandemia de COVID-19 y, en definitiva, podría apuntar a una distorsión en la tendencia general más amplia de aumento de la demanda de cuidados y atención social por parte de las personas mayores.
  • Se constata un ligero incremento en el número de personas que reciben atención a largo plazo y que se financia con fondos públicos, mientras se reduce el número de personas mayores beneficiarias de atención y cuidados a corto plazo. Cuando se atiende al tamaño de la población, se comprueba, además, el aumento de provisión de atención y cuidados destinada a personas adultas en edad de trabajar frente a la disminución de la provisión destinada a personas mayores, aspecto que también ha podido verse influido por la pandemia de COVID-19 o que las autoridades locales hayan dado respuesta a necesidades insatisfechas emergidas durante la pandemia de COVID-19.
  • Se confirma la continuidad de restricciones en cuanto a la elegibilidad financiera dado que no se han modificado el umbral superior y el límite inferior que pueden sumar los ahorros y otros activos de una persona solicitante de atención social y cuidados para poder acceder a la atención financiada con fondos públicos.
  • Se produce un aumento considerable del gasto total que las autoridades locales destinan a la atención social y a los cuidados de la población adulta, también en términos de gasto per cápita. El gasto destinado a cuidados a largo plazo de la población mayor se distribuye fundamentalmente entre: apoyo comunitario (incluida la atención domiciliaria); enfermería y cuidados residenciales; y alojamiento subvencionado.
    Durante las dos primeras olas de COVID-19, las autoridades locales recibieron fondos adicionales del gobierno británico destinados no solo a la contratación de personal y equipos de protección) sino también a garantizar la estabilidad del mercado (porque la reducción de los niveles de ocupación de los centros residenciales constituía una amenaza a la rentabilidad de los centros).
  • Las tarifas pagadas por las autoridades locales por la atención aumentaron en términos de efectivo, pero en términos reales, el panorama se mantiene mixto. Este informe subraya la preocupación por el bajo importe de las tarifas de cuidados financiadas con fondos públicos, tanto por la atención y cuidados proporcionados en las residencias de personas mayores de 65 años como en la atención domiciliaria, hecho que destaca por el 40% más que pagan las personas que autofinancian sus cuidados en centros residenciales o las 3£ más que han de asumir quiénes han de recurrir a la atención domiciliaria autofinanciada.
    A todo ello se suma que los proveedores también enfrentan importantes presiones de costes, particularmente referidas a los salarios.
  • Se confirma la tendencia a la disminución en la disponibilidad de plazas en centros residenciales de diverso tipo -tendencia iniciada ya hace 9 años-, y no se dispone de información sobre el nivel de ocupación del número de camas (a sabiendas de que este se ha visto reducido por causa de la pandemia de COVID-19). Asimismo, se detecta una gran variabilidad en la existencia de plazas residenciales en función de las regiones en Gran Bretaña. A modo de ejemplo: en Londres se ha producido una disminución del 17% en las plazas residenciales destinadas a personas mayores.Los datos son consistentes con la política general de apoyo y cuidados de las personas en sus propios hogares, en lugar de incentivar el cuidado residencial. Los datos son consistentes con la política general de apoyo y cuidados de las personas en sus propios hogares, en lugar de incentivar el cuidado residencial.
  • En materia de disponibilidad de fuerza de trabajo (dotación de personal), se produce una caída en las vacantes de personal en el sector de los cuidados, aunque se mantiene en cifras elevadas. El crecimiento salarial en el sector de la atención social y de cuidados, inferior al producido en otros ámbitos, desincentiva la incorporación de profesionales y vuelve a estos empleos menos atractivos para el mercado de trabajo. A esto se suman otros factores que afectan al reclutamiento y que se vinculan a las condiciones de trabajo, especialmente la flexibilidad.
  • Se comprueba el aumento salarial en el sector de atención social y cuidados, al tiempo que se produce un efecto negativo en la progresión salarial de las/los trabajadoras/es más cualificadas/os (que ganan solo 6 peniques más por hora que aquellas/os con menos de un año de experiencia).
  • Se constata que más personas cuidadoras reciben apoyo, aunque fundamentalmente se trata de consejos, información u otros servicios de carácter universal. El equivalente a 4 millones de trabajadores/as asumen en Gran Bretaña cuidados no remunerados. Sin estas/os, el sistema de atención social y cuidados británico colapsaría. Sin embargo, se detecta un cambio de tendencia que se explica por la reducción de los apoyos remunerados destinados a personas cuidadoras, dada la presión existente sobre los presupuestos de los que disponen las autoridades locales.
  • Se detecta un mayor número de servicios calificados como buenos o sobresalientes por la Comisión de Calidad de los Cuidados, si bien para el período 2020-2021 el número de calificaciones publicadas fue inferior a la de períodos anteriores. A consecuencia de la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020, el CQC paralizó las inspecciones de rutina y centró su actividad en los servicios donde existía riesgo para la seguridad de las personas y en las inspecciones para evaluar las medidas de prevención, control y prevención de infecciones de los centros residenciales.
  • Se confirma la tendencia de caída continua del número de personas que optan por los presupuestos personales, como alternativa que ofrece más posibilidades de control sobre la propia manutención (de acuerdo con la Ley de Atención de 2014 -Care Act 2014-) y que exige más implicación y responsabilidad por parte de la persona usuaria.
  • A pesar de que la satisfacción de las personas usuarias de los servicios sociales es elevada, no existen datos disponibles suficiente para determinar la tendencia correspondiente al período de análisis, y no existe información alguna procedente de las personas que autofinancian sus cuidados. Este informe subraya que, pese a la insuficiencia de datos, la información disponible sugiere que el efecto más perjudicial de la financiación insuficiente se ha producido en el número de personas que reciben los servicios más que en su calidad.

The King's Fund es una organización benéfica independiente fundada en 1897 que orienta su trabajo a hacer prosperar la salud y la atención a la población en Inglaterra con el objetivo de que todas ellas dispongan de la mejor atención y salud posibles.

Si desea ampliar esta información, puede consultar el documento '360º de atención social y cuidados' (Social care 360º) publicado por The King’s Fund (2022).