Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Retos de la longevidad para los cuidados de larga duración

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Apoyos a personas dependientes

Apoyos a personas dependientes

El Observatorio Social La Caixa publica un informe que, a la luz de la literatura científica y especializada, identifica algunos de los desafíos que los cuidados de larga duración plantean a las sociedades en progresivo envejecimiento.

 

Metodología

El estudio plantea una síntesis de la revisión sistemática de 111 documentos que abordan sin limitación geográfica concreta, los cuidados de larga duración en las personas mayores, entre los que se encuentran estudios académicos e informes elaborados por organismos internacionales, fundaciones entidades públicas y organizaciones del tercer sector que han sido publicados en la última década (2010-2020).

 

Las características de la evidencia encontrada tras la revisión sistemática sugieren cierta precaución a la hora de extraer conclusiones de cada uno de los modelos estudiados dado que:

-    Una parte importante de los estudios e informes analizados no contienen una descripción precisa de los modelos de cuidados, tanto en lo referido a aspectos arquitectónicos como en lo que respecta a servicios asociados a la provisión de los diferentes modelos de cuidados.

-    No existe una definición estandarizada de conceptos como dependencia, cuidados o cuidadores/as, lo que dificulta la comparabilidad y una evaluación estandarizada de resultados.

-    Los diversos países analizados presentan regímenes de prestación de servicios diversos para los cuidados de larga duración, con distintos índices de cobertura público-privada, catálogos de servicios diferentes entre unos a otros e incluso nomenclatura y normativas muy diversas.

-    Gran parte de los estudios se fundamentan en encuestas de satisfacción planteadas para conocer el nivel de satisfacción y características de las personas usuarias de programas y/o servicios.

-    Muchos de los estudios revelan diseños de investigación cuantitativos poco sofisticados y, por tanto, los estudios basados en ensayos de controles aleatorizados (randomized controlled trials) son escasos. En la mayor parte de los casos, se trata de evidencia observacional.

 

Contexto de análisis

El informe se realiza en una situación de aumento de la longevidad en las sociedades europeas, donde la esperanza de vida ha alcanzado edades sin precedentes. Este hecho demográfico plantea consecuencias no solo para las necesidades sanitarias, sociales, de economía y vivienda sino también en materia de cuidados.

Así, 'envejecer en el lugar', se plantea como la preferencia destacada en la literatura científica por las personas que envejecen, incluidas aquellas que precisan de cuidados de larga duración. Los cuidados en el domicilio se convierten, en definitiva, en recurso fundamental de apoyo al proceso de envejecimiento de aquellas personas cuya autonomía se ve comprometida.

Sin embargo, envejecer y recibir cuidados, es algo más que satisfacer necesidades básicas. Se trata también de preservar los derechos de las personas mayores, garantizar su libertad y la dignidad humana en la última etapa de la vida en la que han de convivir con situaciones de deterioro cognitivo o físico severo, y altos niveles de dependencia. Y esto plantea que las responsabilidades del cuidado sean compartidas entre familias, gobiernos y otros sectores.

 

Principales conclusiones sobre los cuidados de larga duración destinados a personas mayores

Las autoras del informe -Sacramento Pinazo, Clara Costas y Elena Costas- subrayan la trascendencia que tiene el envejecimiento como hecho que demanda la adecuación de los pilares del Estado de Bienestar, especialmente en materia de políticas sociales y de salud, para garantizar años de vida de calidad de las personas mayores, En la revisión identifican los siguientes desafíos a los que dar respuesta en materia de cuidados de larga duración:

  • Escasez de recursos en general en materia de cuidados de larga duración destinados a personas mayores y limitada dotación de infraestructuras públicas, que apunta a la necesidad de mejorar y ampliar la red de recursos, y de forma añadida, evaluar su eficacia.
  • Desconocimiento general de la población sobre los recursos disponibles para cuidados de larga duración, así como los diversos modelos residenciales.
  • Inexistencia de un organismo nacional que represente, aúne, apoye o supervise al sector residencial.
  • Existencia de normativas autonómicas reguladoras que plantean importantes diferencias en la provisión de cuidados y coberturas entre territorios (ratios de personas, perfil de profesionales, características de los servicios prestados, etc.).
  • Escasa relación entre recursos públicos y recursos privados, con un cálculo del déficit de centros residenciales que las autoras elevan a 65.000-80.000 plazas.
  • Constatación de la existencia de diferentes sistemas y fuentes de información en los ámbitos sanitario y social, que no comparten datos, y que subraya el 'peregrinaje' que las personas han de realizar entre servicios desconectados entre sí.
  • Necesidad de reforzar el principal pilar de cuidados en España, donde el 80% de estos son provistos por las familias y fundamentalmente por las mujeres, frecuentemente como cuidadoras únicas.
  • Necesidad de formación para personas cuidadoras informales y también formación continuada y especializada para cuidadoras/es profesionales -en aspectos concretos del cuidado de la salud, buen trato y respeto-.
  • Escasez de servicios, especialmente para el apoyo a las actividades básicas de la vida cotidiana -vestirse, alimentarse, moverse-, de modo que se garantice una adecuada calidad de vida en aquellos casos en los que las personas deseen continuar residiendo en sus domicilios, así como necesidad de una mayor coordinación entre los servicios actualmente existentes.
  • Necesidad de mejorar la integración e implicación comunitaria de todas las personas y de aumentar la cohesión y la solidaridad intergeneracional.
  • Conveniencia de promover estudios longitudinales a nivel estatal para mejorar los recursos destinados a cuidados de larga duración de personas mayores y promover así su adecuación a necesidades cambiantes.
  • Necesidad de que las políticas públicas de cuidados incorporen criterios de accesibilidad y amigabilidad para favorecer el mantenimiento de las personas en sus entornos de vida (con sus vínculos socioemocionales y otros apoyos) así como asumir la heterogeneidad que caracteriza al colectivo de personas mayores de 65 años (en materia de gustos y preferencias personales; necesidades, etc.) en el que el colectivo femenino -necesidad de desarrollar la perspectiva de género- es mayoría.

En definitiva, las autoras subrayan en el informe la necesidad de revisar los cuidados de larga duración y replantear el mundo de los cuidados desde la consideración de estos como un deber ciudadano y de responsabilidad de todas las personas dado que, en algún momento, de nuestras vidas todas hemos sido o seremos cuidadas. Por ello, el déficit de recursos y de plazas residenciales, ha de paliarse con la creación de unas 12.000 nuevas plazas/año, así como con el consiguiente crecimiento del sector de los cuidados profesionales. En este contexto, la adopción de un modelo de coordinación sociosanitaria es visto por las autoras como una clara oportunidad para la atención integral de las personas, para la optimización de recursos públicos y privados destinados a soportar los cuidados de larga duración, y para la prevención y retraso de las situaciones de dependencia.

El Observatorio Social de la Fundación 'La Caixa' (abre en nueva ventana) es un espacio de análisis, debate y reflexión que pretende estudiar la actualidad y los retos de la sociedad y divulgar el conocimiento de las ciencias sociales, con especial interés en las áreas de acción de la Fundación 'la Caixa' (abre en nueva ventana) como la acción social, la educación, la ciencia y la cultura.

 

Si desea ampliar esta información, consulte el informe 'Sociedades longevas ante el reto de los cuidados de larga duración' (El Observatorio Social. Fundación La Caixa, 2021).