El Social Care Institute for Excellence (SCIE), publica un documento elaborado en el seno de la Comisión sobre el rol de la vivienda en los apoyos y cuidados a futuro -Commission on the Role of Housing in the Future of Care and Support para la reflexión y el debate sobre las políticas de cuidados promovida por Dunhill Medical Trust.

Este primer informe plantea una declaración de intenciones respecto el objetivo de la Comisión, con el acento puesto en aspectoscríticos a considerar sobre la dimensión habitacional en la futura provisión de cuidados y con el objetivo de elaborar un plan orientado a facilitar una mayor elección y disponibilidad de vivienda y apoyo por parte de las personas mayores que pueden tener dificultades para vivir de modo independiente en su hogar o que elijan vivir en algún lugar que ofrezca más opciones de apoyo a sus necesidades.

Esta Comisión, constituida en octubre de 2020, se propone reflexionar sobre el desarrollo de modelos alternativos (incluidos modelos innovadores en relación con las residencias de la Tercer Edad) que han de ser objeto de promoción y desarrollo futuro.  

Con esta finalidad se propone analizar las necesidades de las personas mayores de 65 años, aunque tendrá en cuenta ejemplos de buenas prácticas en relación con los adultos en edad de trabajar (incluidos los que tienen dificultades de aprendizaje), y las necesidades específicas de las comunidades BAME (negras, asiáticas y étnicas minoritarias), las comunidades LGTBIQ (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer o quienes se cuestionan su identidad sexual) y las personas con discapacidades; todos ellos colectivos con más dificultades para acceder a una vivienda de alta calidad que facilite su cuidado y apoyo.

En el análisis de las alternativas habitacionales en Reino Unido, la Comisión tendrá en cuenta un espectro de viviendas tipo que proporcionan cuidados, entre las que se encuentran: las residencias de la Tercera Edad y hogares de ancianos, las comunidades de retiro, las viviendas protegidas, la vida con apoyos y las denominadas vidas compartidas. En la de definición de viviendas se incluyen todas aquellas alternativas habitacionales que facilitan el cuidado y el apoyo, aunque no tengan un reconocimiento universal. De ahí que, entre los cometidos de la Comisión se encuentre elaborar una propuesta de nuevas definiciones aceptables para el sector y que puedan ser entendidas por las personas que utilicen dichos servicios. 

Los cinco modelos con los que se inicia el análisis:

1. Las residencias de la Tercer edad y hogares de cuidado (también denominados hogares residenciales y hogares de ancianos) son “lugares donde el cuidado personal y el alojamiento se brindan y regulan conjuntamente”. Las personas pueden vivir en esta forma de vivienda por períodos cortos o largos. Si bien los hogares de ancianos/as se utilizan para cuidados de relevo (respiros), para muchas personas es su único lugar de residencia y, por lo tanto, se convierte en su hogar, aunque legalmente no lo poseen ni lo alquilan. Algunas residencias y hogares de ancianos/as, también están registrados para brindar atención de enfermería calificada a quienes la necesitan.

2. Las comunidades de jubilación (que incluyen residencias extrahospitalarias, residencias asistidas y aldeas para jubiladas/os) están construidas especialmente (o adaptadas para este fin) con alojamientos que son de propiedad, de propiedad parcial u ocupados en virtud de un contrato de arrendamiento. El personal trabaja las 24 horas del día en el lugar, con servicios de atención opcionales y servicios domésticos disponibles. El alojamiento individual e independiente se encuentra en un edificio diseñado específicamente para facilitar la prestación de atención y apoyo personal a las personas adultas mayores; con acceso a comodidades en el lugar o en la comunidad en general. En Reino Unido existen aproximadamente unas 11.000 residencias para personas mayores y su capacidad asciende a 456.000 plazas.

3. Las viviendas para personas jubiladas (también conocidas como viviendas protegidas o pisos de jubilación), son viviendas independientes para la venta, propiedad compartida o alquiler y cuentan con profesionales gestores de planes de cuidados y sistemas de llamadas de emergencia. Por lo general, disponen de un salón compartido y puede tener un jardín compartido, servicio de lavandería y una habitación para huéspedes. Habitualmente, consta de entre 40 y 60 plazas y actualmente en Reino Unido cuenta con 70.000 plazas en este tipo de viviendas.

4. La vida con apoyo se orienta a personas que pueden vivir solas con apoyos o compartir una casa ordinaria o construida especialmente con un reducido número de personas adultas discapacitadas en edad laboral o personas mayores. Si es este último caso, cada persona normalmente dispone de su propio dormitorio. El resto de la propiedad es un espacio común y normalmente esto incluirá al menos una sala de estar y una cocina / comedor. En 2020, 12.800 personas se beneficiaron en Reino Unido de una alternativa de vida con apoyos.

5. Las opciones de vida compartida proporcionan una alternativa habitacional con apoyos para personas adultas mayores de 16 años con discapacidades de aprendizaje, problemas de salud mental u otras necesidades que dificultan su vida independiente. En la actualidad se constata su crecimiento como alternativa demandada entre los grupos de mayor edad como una alternativa a la vida asistida o a la atención residencial. Los planes relacionan a una persona que necesita atención con una persona cuidadora autorizada. La persona cuidadora comparte su vida familiar y comunitaria, y brinda cuidados y apoyo a la persona con necesidad de cuidados. Reino Unido cuenta en la actualidad con entre 22.000 y 30.000 unidades de vivienda con apoyo, de las cuales el 76% son viviendas compartidas y el 24% restante son viviendas con de carácter autónomo 

Asimismo, este informe plantea que, debido al carácter singular de las experiencias de envejecimiento, según el caso y de acuerdo con factores como el estado de salud de cada persona, su situación familiar, las redes de apoyo, la flexibilidad financiera y la perspectiva general de la vida, se pueda dar respuesta a las necesidades en materia de vivienda en modo diverso y que dichas alternativas se encuentren a disposición de todas las personas.

Entre los aspectos críticos a abordar en la reflexión sobre alternativas de habitabilidad en combinación con la provisión de cuidados, este informe subraya la importancia de factores de estrés que aumentan la demanda de apoyos en las viviendas en la actualidad :

• Factores demográficos, como el envejecimiento poblacional que afecta a Reino Unido (en 2048 se espera que el 25% de la población supere los 65 años) y el crecimiento de la esperanza de vida pero no los años libres de discapacidad.
• Factores económicos, ligados a la reducción de la financiación de la asistencia social en Reino Unido en los últimos 12 años y que han limitado gravemente la capacidad de las autoridades locales para invertir en nuevas viviendas que faciliten la atención y el apoyo.
• Escasez de oferta habitacional con apoyos. Estimaciones realizadas en 2017 situan en 71.000 camas más las necesidades de Reino Unido para 2025 y que en 2029 serán necesarias al menos 260.000 plazas en comunidades de jubilación.

Y estos factores se combinan con una serie de desafíos a la hora de proporcionar a las personas opciones habitacionales que proporcionen alternativas de atención y apoyo de calidad y con la adecuada flexibilidad como la fragilidad del mercado(provisores de alternativas habitacionales de cuidados); la escasa percepción/comprensión por parte de los poderes públicos de la importancia de las dificultades habitacionales en relación con la provisión de cuidados; la escasez de mano de obra para la provisión de asistencias social y cuidados; la variabilidad en la calidad de los cuidados, las desigualdades que afectan a algunas comunidades en el acceso a opciones habitacionales con apoyos; el elevado número de personas que viven solas en Reino Unido o que padecen soledad; los casos de demencia en aumento; o el papel de las nuevas tecnologías a la hora de proporcionar apoyos en los cuidados.

Cualquier alternativa habitacional con apoyos para el cuidado a futuro deberá responder, según esta Comisión, a las siguientes características:

• Acceso a una vivienda que les proporcione apoyos en el cuidado en el lugar que deseen y en una comunidad con la que se identifique
• Promoción del mayor grado de independencia posible durante el mayor tiempo posible.
• Cuidados centrados en las personas y en las relaciones, de modo que se proporcione una atención personalizada y se promuevan las relaciones entre los sistemas social y sanitario y las redes familiares y de sociabilidad (internas y externas) de las personas que precisan cuidados.
• Que promueva cuidados partiendo de las fortalezas de las personas y no desde sus limitaciones (edad, discapacidad, enfermedad, etc.) de modo que el cuidado se perciba como una relación más y no como una transición, con una apuesta clara por crear comunidades que unan a las personas y conecten a estas con los recursos de la comunidad, independientemente de dónde viva cada persona.
• Que permita la libre elección y el control de las alternativas de atención y apoyos, independientemente de sus recursos.
• Con promoción de la igualdad, independientemente de su edad, étnica, género, orientación sexual, condición de discapacidad, etc.
• Con el desarrollo de una fuerza laboral (plantillas de profesionales) con capacidad de aprendizaje y provisión de servicios de alta calidad.
• Con coproducción y toma de decisiones compartidas por parte de las personas que recurren a la provisión de cuidados en su entorno habitacional.

Actualmente, el marco de trabajo de la Comisión se encuentra abordando cuestiones como la reforma del sistema de planificación de alternativas habitacionales con apoyos, la definición de este tipo de alternativas (debido a que a vivienda comunitaria para personas jubiladas no se encuentra actualmente definida e incluida dentro del sistema de planificación, hecho que dificulta su promoción/construcción en comparación con las residencias para personas mayores), la definición de un marco regulatorio para las comunidades de personas jubiladas o la promoción de opciones de propiedad más adecuadas.

Enfoque estratégico de prevención

En Reino Unido, todas las políticas de salud, asistencia social y vivienda constatan un impulso significativo hacia la prevención y la intervención temprana, de ahí que la Comisión apueste por la prevención como el centro de su estrategia: para mejorar la calidad de la vivienda que facilita la atención y el apoyo.

Con este objetivo se propone contemplar en futuras reformas:

• Un compromiso para la inversión en vivienda que facilite las opciones de atención y apoyo respetuoso con el lugar donde las personas crecieron y vivieron, no a millas de distancia o en otra área.
• Más trabajo en red, entre sistemas de atención integrados (asociaciones formadas recientemente que vinculan salud y atención) y provisores de viviendas para desarrollar una gama más amplia de viviendas para la vida tanto independiente como colectiva.
• Acelerar la adopción de apoyos tecnológicos (telesalud, telemedicina, teleasistencia, tecnología relacionada con el trabajo, tecnología de la comunicación, tecnología del entretenimiento, hogar inteligente) para mantener la independencia y el bienestar de las personas. 

Si desea ampliar esta información, puede consultar el informe “Alternativas futuras de vivienda y cuidados: mejorando las viviendas que proporcionan cuidados y apoyos a las personas mayores” (Future options for housing and care: Improving housing that facilitates care and support for older people), elaborado por la Commission on the Role of Housing in the Future of Care and Support (Comisión sobre el rol de la vivienda en los apoyos y cuidados a futuro) y publicado por el Social Care Institute for Excellence (SCIE).

El Social Care Institute for Excellence (SCIE) es una agencia sin ánimo de lucro orientada a la asistencia social en Reino Unido, que entre su proyectos lidera el NICE Collaborating Centre for Social Care, asumiendo el desarrollo de las pautas de atención social del NICE y desarrollando la secretaría técnica de la Commission on the Role of Housing in the Future of Care and Support.