Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Actividad física para un envejecimiento exitoso

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Imagen interior de la guía 'Vida activa, longevidad sana. Guía sobre deporte y envejecimiento activo (Centro de Investigación Ageingnomics, 2022)'

Imagen interior de la guía 'Vida activa, longevidad sana. Guía sobre deporte y envejecimiento activo (Centro de Investigación Ageingnomics, 2022)'

El Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación MAPFRE, con la colaboración de la Fundación Patrocina un Deportista y el grupo de investigación ACAFYDE de la Universidad de Extremadura, ha elaborado una guía dirigida a promover la actividad física y el envejecimiento activo entre el colectivo de adultos mayores.

El principal objetivo que persiguen sus autores/as es el proporcionar información acerca de los beneficios del ejercicio físico para la salud y para el bienestar social de quienes lo practican promoviendo hábitos de vida saludables para “vivir más y mejor”.

Esta premisa cobra especial importancia en el actual contexto sociodemográfico de las sociedades desarrolladas caracterizado por un incremento de la esperanza de vida que, junto con la disminución de las tasas de natalidad, conducen a un marcado envejecimiento poblacional. En este contexto, se acentúa la importancia de conocer la calidad de vida asociada al aumento de los años vividos, o, dicho de otro modo, cuántos de los años vividos por una persona mayor son disfrutados con un estado completo de bienestar.

Para ello, basándose en el índice de la esperanza de vida en “buena salud” (indicador utilizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para calcular el promedio de años que vive una persona disfrutando de “buena salud”, es decir, sin limitaciones funcionales o enfermedades que reducen la calidad de vida); los/as autores/as señalan que “en 2019 la “buena salud” se redujo a partir de los 69 años en los hombres y los 70 años en las mujeres”.

Teniendo en cuenta que la esperanza de vida al nacer se sitúa en España en más de 83 años, se puede afirmar que los últimos años de vida no se disfruta de buena salud. Esta circunstancia afecta de manera más acusada a las mujeres ya que tienen una mayor esperanza de vida que los varones, lo que les lleva a vivir más años careciendo de buena salud.

Revertir esta tendencia es posible a partir de la adopción de “hábitos de vida saludables que garanticen un envejecimiento activo y aumente la esperanza de vida con buena salud". Y es en este punto donde la práctica de ejercicio físico cobra especial importancia. Numerosos estudios señalan que la adopción de un estilo de vida saludable que integre la realización de ejercicio físico regularmente contribuye a la mejora de la calidad de vida y el nivel de bienestar social al tiempo que favorece el mantenimiento de la autonomía personal.

Además de la mejora de la funcionalidad física la práctica de deporte también reporta numerosos beneficios a nivel cognitivo. Tal y como se recoge en la guía “Estas mejoras cognitivas, producidas por el ejercicio, la actividad física y el deporte aumentan la satisfacción personal, social y con la vida. Además, el mantenimiento de la autonomía también repercute en la salud mental, ya que mantener una buena independencia previene problemas cognitivos derivados de la incapacidad de resolver dificultades comunes con facilidad”.

Asimismo, la realización de ejercicio físico reporta importantes beneficios a nivel cardiovascular (mejora de la tensión arterial, mejora de la resistencia cardíaca, mejor oxigenación, etc.); a nivel óseo y muscular (aumento de la masa muscular, aumento de los niveles de calcio, mejora del equilibrio -disminución del riesgo de caídas y fracturas-); a nivel metabólico (mejora el control de los niveles de glucosa, aumenta las calorías consumidas y reduce los niveles de grasa corporal, etc.); psicosocial (mejora de la autoestima, disminución de los niveles de estrés y ansiedad e incremento de la participación social) y; cognitivo (mejora entre otros, de los niveles de memoria y atención).

La población española parece incorporar progresivamente la importancia del ejercicio físico pues tal y como recoge la Encuesta de hábitos deportivos del Ministerio de Cultura y Deporte, los hábitos deportivos de la población española de más de 55 años de edad muestran como en el año 2020, cerca del 60% de los/as encuestados/as indicaron que “suele andar todos los días” al menos diez minutos (59,6%); y la mayoría de los/as encuestados/as de esta edad manifestaron que “practican deporte o suelen andar (semanalmente)” (81,1%).

En esta línea, organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), a fin de impulsar la práctica de actividad física y la reducción del sedentarismo propone una serie de actividades recomendadas para personas mayores de 65 años entre las que destacan caminar, montar en bici, actividades acuáticas y deportivas (baloncesto, fútbol, golf, tenis, etc.), bailar, así como la participación en programas comunitarios de actividad física.

Por último, la guía ofrece una serie de recomendaciones y estrategias dirigidas a impulsar la actividad física y reducir el sedentarismo.

Si desea consultar la guía, pulse en el siguiente enlace: 'Vida activa, longevidad sana. Guía sobre deporte y envejecimiento activo (Centro de Investigación Ageingnomics, 2022)'.