Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Pobreza y desigualdad por efecto de la COVID-19

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Logo de FUNCAS e imagen de la publicación Impacto social de la pandemia en España. Una evaluación preliminar

Logo de FUNCAS e imagen de la publicación Impacto social de la pandemia en España. Una evaluación preliminar

El think tank de la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS) publica un análisis que aborda el impacto económico, en particular para la vida de las personas más vulnerables, derivado de la crisis provocada por la COVID-19.

El estudio, elaborado en noviembre de 2020, plantea una aproximación provisional y parcial sobre los efectos económicos de la pandemia entre la población española, en un momento en el que la crisis continua su evolución asociada a la situación de emergencia sanitaria, y al objeto de identificar posibles riesgos para la sociedad en el futuro próximo.

Sus contenidos se estructuran en cinco grandes capítulos. Los dos primeros analizan el descenso de las rentas entre los diferentes colectivos por la irrupción de la COVID-19 y el consecuente cese temporal de la actividad económica en sectores como el turismo, el ocio, la limpieza, el comercio o el transporte. Asimismo, se estudia las características de los empleos (edad, temporalidad del puesto de trabajo o ubicación -en PYMES, por ejemplo-, etc.) y su vínculo con el aumento de las tasas de desempleo entre la población.

En el tercer capítulo, se plantea la afectación de la crisis en situaciones de necesidad extrema y como, pese a la disparidad de cifras (y su dudosa calidad estadística), se identifica de forma clara un aumento de la demanda de accio?n social de las grandes organizaciones no gubernamentales, así como el debut de un importante número de personas como nuevas demandantes de apoyo de las entidades del Tercer Sector. En cuanto a los perfiles, destacan las situaciones de mayor necesidad que afectan a familias monoparentales, la sobrerrepresentacio?n de personas inmigrantes, y ciertas evidencias que informan de una mayor juventud de las nuevas personas solicitantes de ayuda.

En el cuarto capítulo se incide en la percepción social del impacto de la pandemia y se constatan las discrepancias entre el pesimismo que caracteriza a la valoración de la situación económica general y la percepción más favorable de la situación económica de las familias, favorecida por las políticas públicas de sostenimiento de rentas.

El capítulo final propone identificar los retos sociales derivados de la gestión social de la pandemia por COVID-19 así como los posibles agujeros en la red de protección social (atribuibles en algunos casos al propio diseño de las políticas sociales y en otros a una gestión ineficiente de estas). Además, se valoran los efectos que la prolongación de esta crisis puede tener para la sostenibilidad financiera de las políticas públicas en marcha y la dificultad de que,  la hibernación económica consiga contener la pérdida de puestos de trabajo.

Conclusiones:

  • El principal mecanismo transmisor de la crisis sanitaria a la sociedad, más allá del impacto para la salud (y la vida) de miles de personas, se encuentra en el mercado de trabajo, especialmente para aquellas personas que actúan en la economía informal o como profesionales autónomos/as. Es decir, el empleo es una de las principales variables que explican el impacto de la pandemia en la economía doméstica de las personas.
  • La crisis se ha revelado asimétrica en su impacto social, dado que esta ha afectado escasamente a algunos colectivos profesionales, bien por resultar beneficiados por medidas de teletrabajo o por la obtención de sus rentas principales del Estado -pensionistas y/o funcionarios-, o bien por ser destinatarios de la transferencia de rentas realizada por el Estado desde el inicio de la pandemia, mientras que, por el contrario, otras personas han pasado a enfrentar situaciones de pobreza o han visto agravados sus estados de necesidad. Es decir, la crisis ha exacerbado la vulnerabilidad de ciertos colectivos sociales.
  • No obstante, el efecto redistributivo de las políticas públicas (ERTE, ayudas por cese de actividad, etc.) ha logrado moderar los efectos económicos de la crisis provocada por la COVID-19 en comparación con crisis anteriores.
  • En consecuencia, el cese de la actividad laboral coincide con la caída de la economía, estimada en un 13% en 2020.  No obstante, la tasa de paro no muestra la reducción correspondiente, dado que buena parte del impacto de la crisis se ha visto amortiguado por las medidas anticrisis (ERTE y otras iniciativas), si bien el análisis de la evolución de las personas asalariadas muestra una importante pérdida de empleo entre personas con contratos temporales.
  • Los datos analizados informan que en torno a 280.000 personas forman parte de hogares que han perdido todos sus ingresos en los meses iniciales de la pandemia (en situación de emergencia social) y alrededor de 1.250.000 han padecido una caída de sus ingresos en, al menos, un 30%.
  • Determinar la evolución del impacto social de la crisis va a depender, no exclusivamente de la evolución de la economía, sino también de la propia crisis sanitaria.
  • Por último, los desafíos que se derivan de esta crisis provocada por el COVID-19 afectan, entre otros, a la situación de aquellos colectivos vulnerables que no se encuentran cubiertos (o resultan insuficientemente protegidos) por las actuales medias de prevención y contención frente a la crisis económica. Este hecho podría aconsejar el diseño de mecanismos especializados para mitigar los efectos de la crisis de un modo efectivo (y reducir la presión sobre las políticas activas de empleo u otros recursos como el ingreso mínimo vital). Este es el caso, por ejemplo, de la población joven vulnerable a la que una combinación de atención personalizada y participación en programas de capacitación podría contribuir a su inserción socio-económica y, en definitiva, hacer frente de este modo a los riesgos de pobreza y desigualdad social que les pueden acechar.

FUNCAS (abre en nueva ventana)es un think tank dedicado a la investigación económica y social y a su divulgación, y promueve la interacción entre la esfera académica y la economía real como parte de la obra social de la Confederación Española de Cajas de ahorro (CECA).

Si desea ampliar esta información puede acceder a los contenidos de Impacto social de la pandemia en España. Una evaluación preliminar (2021), publicado por FUNCAS.