Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Perspectivas de Salud Pública a la luz de la COVID-19

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Portada de la publicación 'Perspectivas de salud pública a la luz de la COVID-19' (Public health foresight in light of COVID-19)

Portada de la publicación 'Perspectivas de salud pública a la luz de la COVID-19' (Public health foresight in light of COVID-19)

EuroHealthNet y el Instituto holandés de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM) publican un conjunto de conclusiones y recomendaciones sobre los desafíos y tendencias sociales más urgentes para la Salud Pública en el futuro próximo con una concepción amplia de la salud que incluye tanto factores sociales como ambientales.

Metodología

La reflexión realizada por un grupo de altas/s funcionarias/os de Salud Pública de agencias de Salud Pública nacionales y regionales de toda Europa aborda aspectos diversos como: el aumento de las desigualdades sociales y de salud, la creciente presión sobre los sistemas de salud, los impactos negativos de la crisis provocada por la COVID-19 para la salud mental de la población,  los impactos directos e indirectos de la crisis en la salud -el desempleo, por ejemplo- o el papel del cambio climático y la degradación ambiental para la salud en un futuro próximo.

Además de todos los aspectos, las y los profesionales participantes destacan la oportunidad de la COVID-19 para evidenciar la importancia de la Salud Pública y lograr su plena incorporación a las agendas públicas y políticas de los diferentes países en Europa. En este sentido, el grupo de trabajo concluye que la necesidad de reconstrucción tras la pandemia por COVID-19 puede constituir una oportunidad para fortalecer la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, concitar el interés de otros sectores en torno a la importancia de la salud -incluida la salud mental-, favorecer que la población adopte comportamientos más saludables y sostenibles, o se incentiven acciones a nivel local en materia de salud comunitaria y cohesión social.

La imposibilidad de desarrollar una labor prospectiva adecuada por causa de las limitaciones de tiempo y las restricciones establecidas durante los primeros meses de pandemia obligó a plantear tres fases para la identificación de desafíos y soluciones relacionados con las Salud Pública y los cuidados en salud por parte del grupo de trabajo: en un primer momento se realizó una encuesta online dirigida a los 19 representantes de las agencias que integran EuroHealthNet; en un segunda fase se desarrolló un taller de contraste con la participación de 18 altas/os funcionarias/os de dichas agencias  -procedentes de 8 países europeos- que discutieron los resultados de la encuesta en grupos reducidos; por último, en noviembre de 2020, se celebró un debate entre 18 miembros integrantes de EuroHealthNet, -de 9 países europeos- a fin de intercambiar y validar las recomendaciones y propuestas para la acción consensuadas en el grupo de trabajo.

Entre las principales conclusiones contenidas por este informe destacan:

  • Todas las personas encuestadas prevén un aumento de las desigualdades en salud en los próximos cinco años y casi el 90% sospecha que la epidemia de COVID-19 presentará un considerable impacto negativo para la salud mental de la población.
  • Asimismo, prevén un aumento de los gastos en atención médica a consecuencia de la COVID-19 y manifiestan su preocupación ante la posibilidad de que se constate un descenso en el acceso a la atención sanitaria en general y en relación con el aumento de las desigualdades sociales en materia de salud.
  • El 75% de las personas encuestadas considera que en Europa se debe avanzar en un cambio en formas de vida, producción y consumo con el objetivo de desarrollar estilos de vida más saludables. Más del 70% de los encuestados cree que la cantidad de personas con sobrepeso continuará en aumento en los próximos cinco años, a pesar de la relevancia creciente de las alternativas de movilidad disponible.
  • Considerando un contexto más amplio las personas encuestadas son de la opinión que el cambio climático exacerbará futuras epidemias.
  • Las personas encuestadas prevén que la recesión económica ocasionada por la COVID-19 deteriore los sistemas de protección social en toda Europa al tiempo que aumentan las demandas de recursos básicos (por ejemplo, se prevé un aumento de la demanda de apoyo por parte de los bancos de alimentos).
  • En cuanto al papel de la tecnología, el 80% de las personas encuestadas cree que la COVID-19 ha supuesto un impulso a la digitalización y desarrollo de la salud electrónica. No obstante, se manifiestan dudas sobre la influencia que dicha digitalización podrá tener en la mejora de la atención sanitaria -por ejemplo: en el caso de las personas mayores, ya sea en el ámbito domiciliario o en el ámbito de los cuidados institucionalizados- o en la reducción de las desigualdades en salud. Es decir, se plantea la incertidumbre sobre las contribuciones de las tecnologías y los procesos de digitalización para el logro de unos resultados en salud más equitativos. Entre los aspectos de mejora destacados se identifica la necesidad de promover no solo los procesos de alfabetización digital sino también los procesos de digitalización en salud para maximizar cualquier cambio tecnológico positivo y mitigar así las desigualdades en salud y la exclusión digital.

En cuanto a los desafíos, soluciones y oportunidades identificadas, las respuestas a la encuesta clasifican las contribuciones de acuerdo con dos horizontes temporales: aquellos correspondientes al corto plazo (5-10 años) y los que se sitúan a largo plazo (10-20 años):

Los desafíos a corto plazo se centran en el aumento de las desigualdades sociales en salud y en la presión ejercida sobre los sistemas de atención sanitaria, así como en el peso que las enfermedades crónicas suponen para el sistema de salud. Los tratamientos preventivos y curativos demorados ??por causa de la COVID-19 afectarán no solo a las necesidades y a las demandas, sino también a los resultados en salud. A esto se suman factores como el envejecimiento de la población o las consecuencias de la pandemia para la salud mental de las personas, Las propuestas de acción se orientan, por tanto, a la adopción de un enfoque intersectorial y a involucrar a las comunidades y a la población empoderada en iniciativas de promoción y prevención de la salud, al fomento de estilos de vida saludables y a conceder importancia a la atención de la salud mental.

Los desafíos a corto plazo son también identificados como desafíos a largo plazo, con excepción de aquellos referidos al cambio climático y al impacto medioambiental. En este sentido, en algunos casos se apunta a la necesidad de reforzar la resiliencia de los sistemas de salud para lograr prevenir emergencias sanitarias futuras. Entre las propuestas, destacan la apuesta por la inversión en la salud infantil o la adopción de un enfoque de ciclo de vida para el envejecimiento saludable.

Este informe contiene, además, un conjunto de recomendaciones destinadas a los diferentes agentes y entidades responsables de Salud Pública en Europa: institutos nacionales y regionales de Salud Pública, gobiernos, agencias y organizaciones internacionales, EuroHealthNet y la Comisión Europea.

En referencia a las recomendaciones y posibles acciones a desarrollar, estas se agrupan en torno a los cuatro grandes retos identificados:

  • Las desigualdades sociales en salud, exacerbadas por efecto de la COVID-19, se suman a nuevas desigualdades originadas con la pandemia. Las propuestas de actuación se centran en promover la monitorización de las desigualdades en salud e integrar indicadores de desigualdades en los datos contemplados para la vigilancia de la salud. Asimismo, se propone identificar nuevas vulnerabilidades, grupos vulnerables emergentes, medidas de protección y activos comunitarios -y su distribución según el gradiente social-. También se plantea vincular la investigación con las políticas para fomentar la formulación de políticas basadas en evidencia y estimular la participación de las partes interesadas a nivel de la comunidad de manera sistemática para llegar a grupos específicos (mediante la creación de redes comunitarias).
  • La salud mental se ha visto afectada por la COVID-19 de modo desigual en función del grupo social (con un impacto desproporcionado, por ejemplo, en el caso de trabajadores/as esenciales, niños/as y adolecentes, mujeres y otros grupos vulnerables). No obstante, todavía existe mucho desconocimiento en torno a los efectos psicosociales del teletrabajo (por ausencia de interacción física y trabajo en grupo, etc.). Entre las propuestas de actuación, este informe propone: la monitorización y documentación de la situación y las circunstancias que pueden afectar a la salud mental (por ejemplo en lo referido a las condiciones laborales: desempleo, teletrabajo, subempleo, etc.); la evaluación de medidas y factores de protección; la sensibilización sobre la importancia de la salud mental y la acción en torno a esta fundamentada en la evidencia; la importancia del mantenimiento de los servicios de atención al público/cara a cara, las llamadas telefónicas o determinados programas de televisión que contribuyan a reducir el riesgo de exclusión digital que puede afectar a determinados colectivos, en particular a las personas mayores; o la inversión en recursos y servicios de salud mental con un enfoque en grupos vulnerables definidos, entre otras acciones.
  • El envejecimiento se ha evidenciado como un importante desafío demográfico y para la sostenibilidad de los sistemas de atención. Asociado a ello, se detecta una cierta estigmatización de las personas mayores (afectados en muchos casos por la brecha digital y la falta de alfabetización al respecto). Entre las acciones propuestas para abordar este desafío, el informe propone: lograr que la fragilidad ocupe un lugar central en las agendas políticas y que se integre en los enfoques existentes y en las agendas intersectoriales (vivienda, transporte, seguridad, etc.); promover la integración de las residencias de ancianos/as en los sistemas de salud comunitarios, incluida una mejor atención domiciliaria y apoyo a los cuidadores informales; fomento de estrategias específicas de envejecimiento saludable y en las que se incluyan como objetivos la prevención de la fragilidad y la multimorbilidad en la vejez; reabrir los centros de días como recursos comunitarios que representan una oportunidad para que las personas mayores puedan realizar ejercicio físico y mental; garantizar sociedades resilientes mediante la promoción del acceso a los recursos en los entornos locales por parte de los agentes en el medio (administraciones locales, comunidades) de forma que se garantice el desarrollo de estrategias personalizadas y la comprensión y visibilidad de los grupos más vulnerables.
  • La resiliencia de los sistemas de salud se ha puesto a prueba con la pandemia de la COVID-19, que ha provocado una respuesta excepcional de los sistemas de salud fundamentada en un modelo biomédico de la salud. No obstante, este informe plantea la conveniencia de reforzar un modelo biopsicosocial de la salud que incluya los determinantes de la salud. En consecuencia, las propuestas se orientan a promover que los servicios de salud adopten un modelo de salud holístico con una adecuada integración de los aspectos psicosociales para lo que se plantea la necesidad de: disponer de datos sobre el desarrollo de enfermedades no transmisibles, los determinantes sociales de la salud y los impactos psicosociales de la pandemia; promover la alfabetización sanitaria y social de la población, con posibilidad de desarrollar la prescripción social; fortalecer los sistemas sociales para amortiguar los efectos de la pandemia -con apoyo, por ejemplo, al fomento de la capacitación de personas desempleadas- e invertir en los entornos de vida locales (las comunidades); invertir en prevención y promoción de la salud con un enfoque multisectorial; o fortalecer el rol de las instituciones de Salud Pública y su vínculo con las profesionales de Atención Primaria, entre otras recomendaciones.

EuroHealthNet (abre en nueva ventana) es una asociación sin ánimo de lucro compuesta por organizaciones, agencias y órganos estatutarios que trabajan en el ámbito de la Salud Pública, la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la reducción de las desigualdades. RIVM, el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos, es miembro de EuroHealthNet y promueve la Salud Pública y la salvaguarda de un medio ambiente saludable mediante el desarrollo de investigaciones científicas independientes en el campo de la Salud Pública, los servicios de salud, la seguridad y protección ambiental.

Si desea ampliar esta información puede acceder a la publicación de 'Perspectivas de salud pública a la luz de la COVID-19' (Public Health foresight in light of COVID-19 (abre en nueva ventana)), editada conjuntamente por EuroHealthNet y RIVM (abre en nueva ventana) (2021).