Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

La salud de un vistazo. Europa 2020. El estado de la salud en el ciclo de la Unión Europea

Fecha de publicación: 

Equipo de la Coordinación Sociosanitaria

Portada del estudio Health at a Glance: Europe 2020

Portada del estudio Health at a Glance: Europe 2020

Este informe elaborado por la OCDE a iniciativa de la Unión Europea publica datos comparativos sobre la experiencia de la pandemia provocada por la COVID-19 en 36 países, sus respuestas, así como una evaluación de sus políticas sanitarias y resultados en base al análisis de indicadores de salud clave.

Sus contenidos se articulan en siete capítulos que abordan aspectos relacionados con la resiliencia a la pandemia provocada por la COVID-19; el impacto de la contaminación del aire sobre el bienestar; el estado de salud de las poblaciones; factores de riesgo para la salud; el gasto y la financiación de la atención sanitaria; la eficacia, la calidad de la atención sanitaria y la experiencia del/de la paciente; y un último capítulo dedicado a cuestiones relativas a la accesibilidad de la atención sanitaria, el impacto financiero de la financiación directa e indicadores de cobertura y recursos sanitarios.

La crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19 constituye el tema de apertura de este informe y pone de manifiesto que las vulnerabilidades de los sistemas de salud pueden tener consecuencias para la salud de la población y, por extensión, para la cohesión social, el progreso económico y la confianza en los gobiernos. La propagación del virus SARS-CoV-2 ha evidenciado una falla en los sistemas de salud: la escasa importancia concedida a la acción preventiva y el destino mayoritario de los esfuerzos y políticas sanitarias a la atención con fines curativos. La epidemia ha elevado a lo más alto de la agenda política la gestión e inversión en Salud Pública. Por ello, este informe destaca la conveniencia de incorporar una nueva dimensión en la evaluación del desempeño de los sistemas de salud: la resiliencia.

Con este objetivo, y a pesar a las sucesivas olas de COVID-19, el informe profundiza en las respuestas proporcionadas desde los diferentes países europeos durante la primera ola (primavera 2020) y segunda ola (otoño de 2020) para frenar la expansión de la epidemia. Además, este documento presenta un análisis de aspectos como la provisión de material de protección, la capacidad de cribado y rastreo o el dictado de confinamientos domiciliarios en los diferentes países. En Europa, se subraya el caso Finlandia, Noruega o Estonia, que lograron contener mejor la propagación del virus y mitigar las consecuencias para la economía, en parte por factores geográficos (menor densidad de población) y también por la oportuna implementación de medidas específicas de contención, respaldadas por el elevado grado por parte de la población. Fuera de Europa, se señala la destacable gestión de dos países, Corea del Sur y Nueva Zelanda, ambos exitosos en la gestión de iniciativas de contención en la propagación del virus.

El informe también subraya el impacto de la pandemia en el colectivo de personas mayores de 60 años o con problemas de salud subyacentes y la elevada tasa de mortalidad registrada en centros residenciales, en muchos casos insuficiente y tardíamente protegidos frente a los efectos de la COVID-19. Así se informa de que el 90% de los casos de COVID-19 reportados se correspondieron con personas mayores de 60 años y como más de la mitad de los fallecimientos en los países de la UE se produjeron en centros residenciales.

Además, el documento incide en la importancia de abordar los determinantes sociales de la salud en las políticas públicas (no exclusivamente las sanitarias) dada la importancia del gradiente social en la mortalidad causada por la COVID-19.

En materia de contaminación ambiental y sus consecuencias para la salud y la mortalidad, este informe alerta que en la UE -especialmente en los países de la Europa central y oriental- se detecta una mayor mortalidad asociada al uso de combustibles fósiles. Asimismo, los grupos más desfavorecidos se encuentran, a su vez, más expuestos a la contaminación del aire con potenciales graves consecuencias para su salud.

Otros factores de riesgo para la salud y la mortalidad se vinculan a hábitos como el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, la obesidad, la ausencia de actividad física o hábitos nutricionales poco saludables. Todos ellos presentan, en mayor o menos medida, relación con las desigualdades sociales en salud.

Si desea ampliar esta información y/o consultar los datos sobre indicadores de los sistemas y estado de salud y la atención sanitaria provista en los diferentes países de la UE puede acceder a los contenidos de 'La salud de un vistazo. Europa 2020. El estado de la salud en la Unión Europea' (Health at a Glance: Europe 2020. State of Health in the EU Cycle, 2020) publicado por la OCDE.