Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

La respuesta del sistema de salud británico ante la pandemia de COVID-19

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

La respuesta del sistema de salud británico ante la pandemia de COVID-19

La respuesta del sistema de salud británico ante la pandemia de COVID-19

La pandemia de COVID-19, ha supuesto un desafío para la capacidad de respuesta de los sistemas de salud y de protección social, principalmente en términos de gestión pero también en términos financieros. El informe elaborado por The Health Foundation, aborda los costos que la pandemia de COVID-19 ha generado en el sistema de salud británico, así como sus efectos en la prestación asistencial.

Es importante señalar que el desarrollo de este informe se dató en noviembre de 2020, fecha en la que no se disponía de vacuna contra el COVID-19; por lo que, en lo que a la vacuna se refiere, las estimaciones de gasto realizadas reflejan un escenario dedicado principalmente, a la investigación y desarrollo de la misma.

Previo a la pandemia, el sistema nacional de salud (en inglés, NHS) de Reino Unido se encontraba inmerso en un proceso de reforma y modernización. El plan, con vigencia de 5 años (2019-2024), proponía un incremento del gasto anual del 3.3% para mantener los estándares de atención en un contexto sociodemográfico caracterizado por un paulatino envejecimiento de la población y un incremento de la cronicidad.

No obstante, las proyecciones realizadas por The Health Foundation y el Instituto de Estudios Fiscales (IFS), demostraron que dicho incremento era necesario para la totalidad del presupuesto de salud, incluidos: capital, formación y capacitación de la fuerza laboral y salud pública, y no exclusivamente, para la atención sanitaria.

Entre los objetivos de este plan se proponía reforzar la atención primaria, la salud mental y los servicios comunitarios en contraposición con el gasto dirigido a la atención hospitalaria. En esta ecuación también se contemplaba el crecimiento del presupuesto dedicado a la retribución del personal sanitario como vía para garantizar la actividad y al mismo tiempo, retener al personar y realizar nuevas contrataciones.

La irrupción de la pandemia de COVID-19, desató una verdadera transformación en la provisión médica en Reino Unido con importantes efectos a causa de la subinversión de años precedentes. Se constató la escasez de personal médico y de enfermería, de camas hospitalarias y una falta de coordinación entre la atención hospitalaria y la atención comunitaria.

Todo ello provocó tiempos de espera cada vez mayores, niveles muy altos de ocupación de camas, una atención ambulatoria inadecuada en la comunidad, el aplazamiento de servicios que no fueran COVID-19, la digitalización de consultas y triajes (prestadas en remoto), o la creación de servicios de crisis para personas con enfermedad mental, entre otros.

Para responder a los nuevos desafíos, el gobierno británico destinará en el periodo de 2020-2021, 35 mil millones de libras para la cobertura de los costos sanitario; cifra que supone el mayor aumento porcentual del gasto en salud desde que se fundó el NHS en 1948.

Las áreas a las que se destinará un mayor porcentaje de gasto son las dedicadas a la realización de pruebas y rastreos (con alrededor de 12 mil millones de libras); al mantenimiento de las medidas de prevención y control de infecciones (15 mil millones de libras), o, a la construcción de nuevas instalaciones que dote de más camas al sistema sanitario.

Las nuevas necesidades de financiación para los próximos años se pueden agrupar en tres tipos:

  1. El costo directo de COVID-19 para el sistema de salud, que incluye: la adquisición de PPE para la protección del personal de primera línea, el programa de prueba, rastreo y contención o, la dotación de ventiladores u otros elementos necesarios para los pacientes de COVID-19, entre otros.

A estos, se habrán de añadir costos continuos relacionados con el tratamiento y apoyo para los pacientes afectados/as con el conocido como COVID prolongado.

  1. Aumento de los requisitos de recursos en todos los servicios del NHS como consecuencia de la pandemia (distanciamiento social, medidas de prevención y el control de infecciones, etc.).

La introducción de requisitos de prevención provocará una caída de la productividad y limitaciones en la prestación, ya que los/as profesionales requieren más tiempo para realizar las mismas tareas, lo que provoca retrasos en la atención y un incremento de los tiempos de espera. La recuperación de la productividad del sistema sanitario llevará tiempo y requerirá una mayor dotación para los servicios de primera línea del NHS como medida para asegurar servicios básicos.

  1. Cambios en la demanda de atención derivados de la pandemia.

Se ha constatado un cambio significativo en la demanda de los servicios sanitarios, especialmente de los servicios de salud mental. La epidemia y la respuesta a la misma ha causado un aumento de las enfermedades mentales en la población por lo que se espera un incremento de la demanda de servicios de salud mental.

El agotamiento de la fuerza laboral y la promoción de estrategias para la retención e incorporación de nuevas dotaciones de personal, especialmente, de enfermería, se suma a los desafíos de futuro del sistema de salud británico.

Además de los cambios señalados, la pandemia también ha evidenciado el peso de los determinantes sociales de la salud, el incremento de las desigualdades en salud y el empeoramiento de las condiciones económicas de la sociedad británica.

La recuperación del NHS pasa por responder con rapidez a los cambios coyunturales no sólo a través del fortalecimiento de las áreas deficitarias, sino especialmente, con una mayor inversión del gasto en salud pública en que promueva la prevención y minimice las desigualdades en salud.

Si desea ampliar la información, puede consultar el informe íntegro en el siguiente enlace: https://www.health.org.uk/publications/long-reads/managing-uncertainty

El informe ha sido elaborado por The Health Foundation, organización benéfica independiente fundada para mejorar la salud y atención médica de los habitantes de Reino Unido.