Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Intervenciones para prevenir la soledad no deseada en las personas mayores

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Imagen de archivo

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El informe que se presenta a continuación elaborado por la Fundación La Caixa, realiza una reflexión en torno al fenómeno de la soledad en el colectivo de personas mayores, y plantea un modelo de intervención para prevenir las situaciones de soledad no deseada.

El incremento de la esperanza de vida, el menor tamaño de los núcleos familiares así como los nuevos roles dentro de éstos junto con los cambios asociados a sociedades cada vez más lóngevas, hacen emerger fenómenos como el de la soledad no deseada, con consecuencias relevantes en la salud y bienestar de las personas que la padecen.

La importancia de las relaciones sociales en el envejecimiento ha sido objeto de estudio de la gerontología desde hace décadas; sin embargo, los cambios en el funcionamiento social no son exclusivos de la vejez si no que se producen durante todas las etapas del ciclo vital de las personas.

Este funcionamiento social se estudia a partir de tres variables: las redes sociales, entendidas como el compendio de relaciones sociales, el apoyo social, definido como el espacio de intercambio de apoyo emocional, tareas instrumentales y apoyo informacional y, la participación en la sociedad, esto es, participación en actividades formales e informales que vinculan a la persona con su comunidad. La intensidad con que emerjan cada uno de estos elementos en la vida de las personas, contribuye a disminuir o incrementar las situaciones de soledad no deseada.

En lo relativo a las personas mayores, determinados estudios sostienen que durante esta etapa se desarrollan relaciones de más calidad dentro de una red social reducida y que, en ausencia de situaciones de dependencia, este grupo mantiene niveles de participación en su comunidad altos en comparación con otros grupos de menos edad.

De manera general la familia (pareja e hijos/as adultos), se constituye en la fuente principal de apoyo y, el vivir en pareja, aporta protección tanto para la salud física como para el bienestar psicológico. Las amistades también ocupan un lugar importante con importantes efectos en la salud psicológica de las personas mayores. Los resultados de estudios longitudinales han demostrado que cuanto más amplia y más variada es la red de amigos/as 'más felices y sanas son las personas durante la vejez'.

La reducción de la cantidad de relaciones y el aumento de la calidad de las mismas es un proceso natural a lo largo del ciclo vital de las personas que tiene por objetivo incrementar el bienestar que proporcionan las relaciones de calidad. Sin embargo, este proceso en la senectud se acompaña de un conjunto de situaciones que estadísticamente son más frecuentes en este grupo de edad (pérdidas, aparición de situaciones de dependencia o enfermedades, fragilidad, inicio de la etapa de jubilación, cambios familiares, etc.), y que favorecen el debilitamiento de las relaciones y redes de apoyo y con ello, los sentimientos de aislamiento y soledad.

Estas circunstancias, sobrevenidas para la persona, convierten a la soledad en una situación no buscada y por tanto, no deseada e impactan en la salud física y psicológica de quienes las padecen.

Entre las consecuencias salud física de la soledad no deseada, se han identificado el aumento de la presión arterial, alteraciones en el sistema inmune, empeoramiento de la movilidad, reducción de la actividad física y de la capacidad funcional, obesidad, entre otras. A nivel de salud psicológica, destaca el empeoramiento del funcionamiento cognitivo, el incremento del riesgo de padecer Alzheimer y/o de problemas de salud mental (como la depresión), así como aumento del riesgo de institucionalización y de mortalidad. En este sentido, autores como Holt-Lunstad (Holt-Lunstad et al., 2010), opinan que la soledad debiera considerarse como un factor de riesgo para la salud similar al colesterol, la obesidad u otros.

En este contexto, la Fundación La Caixa (abre en nueva ventana) junto con Cruz Roja Cataluña (abre en nueva ventana) pusieron en marcha en el año 2013 el programa 'Sempre Acompanyats' (Siempre acompañados) programa diseñado para responder a las situaciones de soledad no deseada abordando estas desde su complejidad y proporcionando claves para el desarrollo de intervenciones adaptadas a las diferentes situaciones y contextos (intervenciones individuales, grupales, basadas en las TIC, o centradas en la mejora del capital social y la participación ciudadana, intervenciones en centros residenciales, etc.).

Adicionalmente, en el informe se realiza una revisión sistemática de las intervenciones más eficaces desarrolladas en diferentes contextos destacando:

  • Intervenciones dirigidas a minimizar la soledad y el aislamiento social de personas mayores que viven en comunidad, centradas en programas de desarrollo de habilidades sociales, programas de apoyo social (en forma de voluntariado – befriending-), o, programas dirigidos a la modificación de conductas sociales desadaptadas).
  • Intervenciones dirigidas a minimizar la soledad y el aislamiento social de personas mayores institucionalizadas, entre las que se señalan terapia con animales (perros), cuidado de plantas (hortoterapia), actividades de mantenimiento físico y de mejora del estado psicológico o videollamadas con familiares y amigos para el mantenimiento del vínculo social.
  • Intervenciones dirigidas a minimizar la soledad y el aislamiento social de personas mayores basadas en las Tecnologías de la Información. Se trata de intervenciones que hacen uso de internet y del ordenador para reducir la soledad y la depresión. No obstante, las conclusiones del metaanálisis realizado demuestran que son eficaces para reducir la soledad pero así, la depresión.

Finalmente, entre las conclusiones del informe se recogen algunas clave para la formulación de intervenciones eficaces. Entre otras, se indica que debe de tratarse de actividades motivadoras que propicien la adherencia al programa, que las intervenciones se orienten a objetivos y que se compartan los sentimientos de soledad, que se fomente el apoyo entre pares, la confianza en el grupo y el sentimiento de pertenencia a éste.

Si desea ampliar esta información, puede consultar el informe completo aquí (abre en nueva ventana).