La Dirección de la Estrategia de Cuidados de Andalucía del Servicio Andaluz de Salud, junto con la Universidad de Almería y la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria, han publicado un estudio dirigido a potenciar el autocuidado y los cuidados comunitarios en poblaciones vulnerables.

La etimología del concepto de vulnerabilidad alude a la mayor probabilidad de un sujeto de sufrir lesión o daño, físico o moral. Esta definición puede ser aplicable a una persona individual (mayor vulnerabilidad por circunstancias personales o factores genéticos) o, de forma colectiva, afectando a una población o sector poblacional. En este caso, la vulnerabilidad se relaciona con factores sociales, ambientales o culturales que afectan a una comunidad y determinan su nivel de bienestar.

La relación entre la vulnerabilidad y la salud en determinadas poblaciones supone que dicha población 'sea más propensa que otra a desarrollar problemas de salud, bien porque está expuesta al riesgo o por su pobre condición física, psicológica o social, que hace que sea más sensible a enfermar' y ello, se traduce en la prevalencia de enfermedades, así como en tasas de mortalidad elevadas.

El informe identifica grupos de población que, por la interacción de diversos factores de riesgo, se ven afectados por situaciones de vulnerabilidad. Entre los grupos de población de riesgo o vulnerables, señala a mujeres que son madres a edades tempranas (menores de edad), personas con enfermedades crónicas o que presentan algún grado de discapacidad, víctimas de maltrato y/o abusos (en particular, niños, personas mayores y mujeres), personas con enfermedad mental, consumo de sustancias tóxicas, personas sin hogar y/o en situación de pobreza e inmigrantes y personas refugiadas, entre otros.

Desde la perspectiva de Atención Primaria, Riquelme-Heras y otros autores, identificaron personas que por sus interacciones con el ámbito sanitario y por su estado de salud, podrían considerarse pacientes vulnerables. Entre estos se mencionan: aquellos que acuden a los servicios sanitarios con frecuencia, que registran dos o más diagnósticos de salud en su historia clínica o pacientes con diagnósticos inexactos o poco frecuentes, pacientes de salud mental o personas cuidadoras de personas en situación de dependencia o con discapacidad, entre otras.

Para responder a estos desafíos, se hace un necesario enfoque que contemple los determinantes sociales de la salud y responda de manera colectiva a las necesidades de la población vulnerable. En este sentido, el modelo comunitario y de manera particular, la enfermería de Atención Primaria, se presentan como piezas clave al ofrecer estrategias de cuidados y de promoción de la salud fundamentales para la intervención en colectivos vulnerables.

En este planteamiento, la enfermería adquiere un rol fundamental como agente activo del proceso de cuidado de los grupos de riesgo o vulnerables, destacando de manera particular la enfermera gestora de casos, responsable de asegurar la utilización de los recursos disponibles para ofrecer una respuesta efectiva a las necesidades que presentan las personas en situación de vulnerabilidad.

El papel de la enfermería se centra en la provisión de cuidados y recursos, pero también en la promoción de la salud, entendida como 'proceso de capacitación de las personas para ejercer mayor control de su salud y mejorarla'. Proveer de herramientas para promocionar la salud poblacional no sólo favorece una evolución favorable de los/as pacientes (reduciendo ingresos y retrasando la aparición de situaciones de dependencia), si no que, además, ejerce una influencia notable en la reducción de las inequidades en salud.

La capacitación en el proceso de cuidado y autocuidado posibilita que las personas y pacientes vulnerables se conviertan en activos responsables de su salud con capacidad de autogestión sobre su enfermedad y capacidad para la toma de decisiones de aquellas cuestiones que afecten a su salud. En este marco, el empoderamiento de los/as pacientes vulnerables es también un elemento central que busca fomentar el empoderamiento para el cuidado de la salud tanto en términos individuales como en la comunidad.

Otra de las dimensiones centrales definidas en el marco del Plan Andaluz de Salud es la atención y cuidados prestados en el entorno domiciliario. Tal y como señala el estudio, el domicilio es 'donde podemos obtener toda la información relevante para realizar una adecuada planificación de nuestras acciones tanto a nivel individual como colectivo'.

El Servicio Andaluz de Salud ha identificado pacientes o familias que por su situación de salud o por sus propias características son susceptibles de vivir situaciones de vulnerabilidad en su domicilio. Cabe señalar que esta identificación se plantea en el proceso de alta hospitalaria, es decir, en el tránsito de un medio hospitalario al domicilio particular. Entre otros, se señalan pacientes con deterioro motor (movilidad física), pacientes que sufren úlceras por presión, vasculares o heridas, aquellos con poco conocimiento sobre su enfermedad o con dificultades para el manejo de ella, personas solas o en situación de aislamiento social, pacientes sin apoyos o, sobrecarga de la persona cuidadora.

La provisión de cuidados en el domicilio del paciente vulnerable se lleva a cabo a partir de una valoración integral soportada en el modelo de necesidades de Virginia Henderson o bien, en los patrones funcionales de Marjory Gordon u otras escalas que permitan la valoración del grado de autonomía de la persona. Tras la visita, se guardará en la Historia Clínica del paciente los datos obtenidos en la misma, para información de todos/as los/as profesionales que intervengan en su cuidado.

Finalmente, el informe ofrece un conjunto de capítulos dirigidos a los diferentes colectivos vulnerables identificados, detallando cuestiones centrales para su atención y cuidados.

Si desea consultar el informe completo, puede acceder a través del siguiente link: Documento de Consenso de 'Promoción de Salud y vulnerabilidad en el ámbito domiciliario' (Universidad de Almería y Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria, ASANEC, 2021 ).