Un informe elaborado por The National Lottery Community Fund de Reino Unido presenta diferentes experiencias desarrolladas por el sector del voluntariado social y comunidades diversas para abordar la soledad y el aislamiento social con un enfoque preventivo.
Considerando que la prevención de la soledad y del aislamiento social son un factor de bienestar y potencial elemento fortalecedor de las comunidades, este documento presenta las experiencias de diferentes organizaciones benéficas. Sus contenidos se articulan en torno a cuatro grandes ejes:
1. ¿Qué entendemos por soledad y aislamiento social?
Estar solo/a y sentirse solo/a son cuestiones diferentes. Generalmente en el mundo anglosajón el aislamiento se define como algo objetivo, objetivable y que, por tanto, guarda relación con la cantidad de relaciones sociales que una persona tiene en diferentes ámbitos (social, comunitario, etc.). La soledad, en cambio, plantea una dimensión subjetiva, porque describe un sentimiento, un sentido de falta o pérdida de conexiones, de ausencia de contacto significativo. Recientes investigaciones sugieren que el sentimiento subjetivo de soledad tiene un impacto negativo mayor para nuestra salud y bienestar que el aislamiento objetivo. En definitiva, la calidad de las relaciones sociales es más importante que la cantidad de estas.
2. Factores asociados a la soledad
La soledad es una condición compleja, multifactorial y que puede perpetuarse por sí misma.
Los factores que contribuyen a la soledad pueden ser de tipo personal o social.
A.Factores personales
Entre los factores personales destacan la autopercepción, ya que el sentirse excluido/a tiene el mismo impacto que el aislamiento objetivo.
El informe subraya la existencia de un verdadero estigma en torno a la soledad, lo que hace que sea más difícil buscar ayuda porque es frecuente que las personas no deseen identificarse como solitarias.
Tras las experiencias analizadas en este informe, se sugiere que ayudar a cambiar la mentalidad de una persona solitaria es el ingrediente esencial: desarrollar un sentido de pertenencia, además de conexiones y redes positivas, contribuyen al enriquecimiento del bienestar individual y a estimular la capacidad de recuperación.
Otro importante factor asociado a la soledad son las llamadas 'transiciones vitales', momentos en los que cambia la vida de las personas, a veces de forma traumática (ya sea con un divorcio, en una situación de duelo, con la llegada de la jubilación, enfrentando el nido vacío o el abandono del hogar familiar y la independencia).
Por todo ello, las personas que viven solas y quienes tienen entre 16 y 24 años presentan más probabilidades de reconocer que se sienten solas.
La salud, incluida la enfermedad o la discapacidad de larga duración (o permanente) constituyen importantes factores asociados a la soledad, ya sea como causa o como síntoma. De hecho, las investigaciones informan del gran impacto que la soledad crónica puede tener para la salud física y mental de las personas. Por ejemplo, el aislamiento social se relaciona con mayores tasas de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, presión arterial alta, depresión y demencia.
B. Factores sociales
Entre los factores sociales asociados a la soledad y al aislamiento social destacan dos grandes grupos:
Las infraestructuras y finanzas, que agrupan aspectos como la movilidad reducida, la ausencia de transporte accesible o la pobreza, todos ellos motivos de aislamiento social y soledad.
La cohesión comunitaria se refiere a aspectos relacionados con las vidas en soledad (quienes viven solos/as o de alquiler, por ejemplo) y es frecuente que las personas que manifiestan escasa o nula confianza en su entorno social más próximo reconozcan con mayor frecuencia vivir en situación de soledad.
3. Prevención del aislamiento social y de la soledad, ¿qué funciona?
Este informe defiende que desarrollar actuaciones preventivas en materia de soledad puede ser tan sencillo como impulsar aquellos factores que nos protegen de ésta mediante la identificación de aspectos que nos importan y que dotan de sentido a nuestras vidas. En resumen, una política preventiva en materia de soledad y aislamiento social debe intentar conocer qué aspectos son de importancia vital para las personas. Entre estas cuestiones importantes, el estudio señala el valor del voluntariado, como un ejercicio que puede reportar a las personas sentido vital y sentimientos de realización personal mediante el reconocimiento, la mejora de la autoestima y el desarrollo de relaciones sociales que mejoran el bienestar de la persona.
Asimismo, se destaca la importancia de visibilizar la soledad y de romper el tabú en la comunidad y en la sociedad, al convertirlo en objeto de conversación.
4. Dando apoyo a quienes enfrentan situaciones de soledad o aislamiento social, ¿qué funciona?
La complejidad de la soledad exige un abordaje con enfoque múltiple. Las experiencias en la materia en Reino Unido sugieren que las primeras actuaciones de apoyo a personas que enfrentan situaciones de soledad se inician con su identificación. El enfoque de intervención aconsejado plantea actuaciones paso a paso, fomentando la toma de decisiones por parte de las personas, también en cuanto a su grado de participación de modo que se promueva el sentido de control por parte de estas en todo momento.
Si desea ampliar la información sobre estas experiencias de abordaje de la soledad y el aislamiento social desde un enfoque preventivo consulte el estudio 'Reuniendo a las personas: cómo la acción comunitaria puede abordar la soledad y el aislamiento social' (Bringing people together: how community action can tackle loneliness and social isolation, The National Lottery Community Fund: 2019)
