Vivienda abre un concurso internacional para reconvertir una antigua fábrica de Eibar en alojamientos dotacionales en alquiler para personas jóvenes

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  • Es uno de los retos lanzados por las administraciones públicas de varios países para el concurso internacional Europan 17, al que pueden acceder jóvenes profesionales de la arquitectura menores de 40 años
  • El equipo ganador dirigirá la obra para impulsar los apartamentos

 

 

El Departamento de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes ha lanzado un nuevo reto internacional sobre construcción de vivienda pública en el seno del concurso de ideas urbanas y arquitectónicas Europan, dirigido cada dos años a jóvenes profesionales de la arquitectura menores de 40 años de todo el continente. En esta ocasión el municipio seleccionado ha sido Eibar, donde se ha planteado la necesidad de explorar soluciones arquitectónicas innovadoras para convertir una antigua fábrica en alojamientos dotacionales que se pondrán a disposición de las personas jóvenes en régimen de alquiler una vez sean construidos.

El proyecto, propuesto en colaboración con el Ayuntamiento de Eibar, plantea la necesidad de reciclar y reutilizar el edificio en desuso, la antigua sede de la empresa AIBE que se encuentra al sureste de la ciudad armera. Se trata de un taller vertical, que ocupa poca superficie pero se eleva seis alturas, con un total de 2.970 m2. Vivienda quiere poner en valor el patrimonio industrial de la ciudad, en un entorno en el que conviven los talleres y los edificios residenciales.

El reto incluye la apuesta por convertir su entorno degradado -se caracteriza por una orografía compleja, calles estrechas y un vial y una ladera como elementos que lo delimitan- en un espacio regenerado gracias a los nuevos usos del edificio. Vivienda quiere que el propio edificio pase a ser un polo atractor de la rehabilitación del barrio donde se ubica, el de Txonta. En este mismo barrio, el Departamento impulsa un proyecto de regeneración urbana integral de barrios que ha llegado a más de 200 familias a través de una oficina de proximidad que se sitúa cerca del edificio que forma parte de Europan 17.

Asimismo, la propuesta del Gobierno Vasco lanzada a jóvenes estudios de arquitectura de toda Europa –que pueden ser equipos multidisciplinares- aborda la necesidad de recuperar los espacios libres que rodean el edificio, entre ellos la propia ladera colindante hoy infrautilizada. En los bajos del edificio, se plantea la necesidad de crear un espacio con equipamientos que se abran a todo el barrio, ya que carece de ellos en la actualidad.

El objetivo es doble: por un lado, reutilizar el patrimonio industrial para reconvertirlo en vivienda y, al mismo tiempo, responder a las necesidades actuales de la ciudadanía del municipio. El de dar una segunda vida a edificios en desuso es una línea de trabajo, tal y como subraya el director de Vivienda, Suelo y Arquitectura, Pablo García Astrain, que el Gobierno Vasco está potenciando en diversos municipios de Euskadi: “tenemos una importante oportunidad de reutilizar espacios y revitalizarlos explorando nuevas tipologías de vivienda que se adapten a las necesidades actuales de la ciudadanía, en este caso específicamente las de las personas jóvenes, y al mismo tiempo es necesario innovar para afrontar los retos de futuro que tenemos como sociedad, potenciando la sostenibilidad y garantizando criterios de habitabilidad que mejoren la calidad de vida, con espacios exteriores en los propios apartamentos”.

El proyecto ganador obtendrá un premio de 12.000 euros y la posibilidad de desarrollar el proyecto de urbanización y edificación así como la dirección de obra, mientras que el segundo mejor planteamiento recibirá 6.000 euros.

El Ejecutivo Vasco es una de las pocas administraciones que desarrolla y construye proyectos procedentes de Europan. El Departamento de Vivienda ha impulsado ya 184 viviendas en Basauri (1991) y 84 en Mina del Morro (Bilbao, 2001). Las dos últimas convocatorias fueron realizadas en 2019 y 2021, con un centenar de viviendas protegidas en Lasarte-Oria y doce en Beizama, ambos proyectos centrados en el concepto de la vivienda productiva, la búsqueda de modelos innovadores de viviendas en las que se pueda vivir y trabajar, conceptos cuya necesidad ha aumentado en pandemia.

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