La Vicelehendakari defiende la armonización europea del salario mínimo para evitar la "huida" del talento

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21 de noviembre de 2022

La Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha defendido este lunes una armonización fiscal y del salario mínimo en Europa para favorecer la movilidad de las personas trabajadoras por intereses profesionales y no como “huidas” de talento por incentivos económicos.

Mendia ha participado en Madrid en la presentación del informe Builders of Progress-Europe´s NextGen, realizado por Foundation of European Progessive Studies, basado en una encuesta realizada a jóvenes de entre 18 y 38 años en dos fases: una primera a 1.000 personas de 11 países europeos tras la crisis pandémica, y una segunda a otras 1.000 personas del mismo espectro de edad tras el inicio de la guerra en Ucrania provocada por Rusia. El proyecto de investigación permite detectar las preocupaciones y prioridades de estas personas, las diferencias entre países y las diferencias entre quienes pertenecen a la llamada Generación Z (personas nacidas desde 1995) y los milenials (personas nacidas entre 1982 y 1994) sobre los temas más urgentes de la agenda política europea.

La Vicelehendakari se ha centrado en las cuestiones que afectan al Departamento de Trabajo y Empleo, que son las que además ocupan la primera de las atenciones de las personas consultadas y lo hace en todos los países, con la coincidencia añadida de que lo es también entre los menores de 25 años y entre quienes superan esa edad, aunque en este segundo grupo con más intensidad.

Salario mínimo europeo

En este sentido, ha destacado la claridad con la que una gran mayoría de los consultados, un 69% en el conjunto de Europa y un 76% en España, reclama garantizar salarios mínimos que sean suficientes para atender un proyecto de vida digno, una reflexión abierta por la presidenta Von der Leyen hace ya tres años y que el Parlamento Europeo ha acordado este mismo mes de junio.

“Aquí la reflexión pendiente es si es posible caminar hacia un límite mínimo similar del SMI a nivel comunitario, y sabemos que es complejo por los diferentes niveles de renta. Pero con claridad digo que, si Europa hizo algo tan difícil como homogeneizar su moneda y crear el euro, a pesar de las enormes diferencias monetarias que había en los países miembros, Europa debe caminar hacia una garantía de que, al menos, en todos los países los salarios garanticen ingresos suficientes”, ha defendido Idoia Mendia.

La Vicelehendakari ha sustentado la idea en el ejemplo de España, donde el impulso al SMI en los cuatro últimos años “está impulsando las rentas más bajas que, sobre todo, afectan a jóvenes y mujeres, con el añadido de que, en contra de todos los augurios, este aumento no sólo no ha destruido empleo, sino que ha permitido alcanzar los máximos históricos”.

Por ello, ha reclamado “seguir avanzando y alcanzar ese compromiso europeo de llegar al 60% de la renta media, porque es la que sitúa esos ingresos mínimos en el umbral de la pobreza”, lo que, además de la justicia social, favorece la competitividad de las empresas.

Idoia Mendia ha planteado en este punto la reflexión sobre las fugas de talento, en un contexto de competencia global por contar con perfiles cualificados para cada nueva oportunidad de empleo. “¿Debemos acelerar una fiscalidad armonizada en Europa que impida rebajas tributarias temerarias que, por atraer a unos pocos, liquiden los servicios públicos esenciales, esos que también reclaman los jóvenes? En un escenario de competencia global por el talento, ¿no sería deseable armonizar un salario mínimo europeo, de forma que la movilidad de ese talento responda más a intereses profesionales que a huidas, como las que vemos, de ese talento hacia países donde se paga mejor? ¿Es posible caminar hacia prestaciones por desempleo también armonizadas, de forma que cualquier joven pueda tener garantía de protección vaya donde vaya a lo largo de su vida profesional?”, se ha preguntado.

Formación

Otra cuestión prioritaria para la juventud encuestada es la de la formación, cuestión que forma parte también del Pilar Social Europeo, desde la convicción de que quien no acceda a un sistema educativo eficaz, pero también a lo largo de su vida laboral, tiene el riesgo grande, cada vez más grande, de quedarse descolgado.

“La formación, tanto la reglada como la de empleo, la posibilidad de adaptarse a los cambios de las empresas, va a ser trascendental en el futuro de esta juventud, en el futuro de quienes estén hoy empleados, y en el futuro de las empresas. En el País Vasco vamos a incluir esta formación, y la orientación y activación para el empleo, como un nuevo derecho, exigible al Gobierno y prestado desde el servicio público de empleo”, ha explicado la Vicelehendakari.