El Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Labastida recuerdan a las víctimas fusiladas en Labastida en 1936

6 de noviembre de 2022

  • 12 personas, todas ellas riojanas, comprometidas políticamente con la II República, fueron asesinadas extrajudicialmente y enterradas en una fosa en Labastida, en noviembre de 1936. Sus familias exhumaron sus restos en 1980 y les dieron sepultura en el cementerio de San Vicente de la Sonsierra

 

  • Ambas instituciones, cumpliendo con el mandato del Parlamento Vasco para dignificar la fosa, han colocado un tótem con sus nombres en el lugar, en memoria de las víctimas

Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales y Laura Pérez, alcaldesa de Labastida/Bastida han participado en el acto ‘En memoria de los fusilados en Labastida -1936’ organizado de forma conjunta por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora y el propio Ayuntamiento de la localidad. Les han acompañado el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz; Aintzane Ezenarro, directora del Instituto Gogora y miembros de la corporación municipal. El Gobierno de La Rioja ha estado representado por Pablo Rubio, consejero de Servicios Sociales y Gobernanza Pública.

Este acto recuerda a las 12 personas, todas ellas riojanas, comprometidas políticamente con la II República, asesinadas extrajudicialmente y enterradas en una fosa en Labastida, en noviembre de 1936. Años después, en 1980, sus restos fueron recuperados por sus familiares e inhumados en un panteón en el cementerio de San Vicente de la Sonsierra. Es un ejemplo de las denominadas ‘exhumaciones tempranas’ llevadas a cabo durante la Transición, impulsadas por la propia sociedad civil y los familiares de las víctimas, quienes buscaban recuperar los restos de sus seres queridos tras 40 años de dictadura.

La consejera Beatriz Artolazabal ha recordado la necesidad de honrar la memoria de estas 12 personas asesinadas, “una memoria que la dictadura franquista trató de borrar de la faz de la tierra; mientras unos muertos eran honrados y glorificados por el régimen, los cuerpos de los 12 de Labastida yacían en una cuneta, enterrados en una fosa, quisieron enterrar su memoria para siempre”. Simboliza además “la sinrazón, la injusticia, el horror y la barbarie de la dictadura y el fascismo”.

El acto de hoy para dignificar la fosa de Labastida es en palabras de la consejera “símbolo de la defensa de la libertad, la democracia y la justicia social. No podemos devolverles la vida, sí restituir su dignidad, proclamar la verdad y reafirmar nuestro firme compromiso con el derecho y el deber de memoria y con el ¡nunca más! Se lo debemos a ellos y ellas. Se lo debemos a las nuevas generaciones.”

En tesón de las familias, la sociedad civil y el trabajo de las asociaciones, en concreto, en La Rioja, la asociación La Barranca para la preservación de la Memoria Histórica, permitió no sólo recuperar sus restos en junio de 1980, sino mantener vivo su recuerdo. A todos ellos se ha referido la consejera Artolazabal: A Blanca Ramírez, hija de una de las víctimas y principal impulsora de la exhumación; a los miembros de la La Barranca por sus trabajos de investigación y publicaciones y a Paco Lekuona, por su perseverancia señalizando la ubicación de la fosa y no olvidar el lugar donde permanecieron enterrados durante 44 años.

Hoy en día, las leyes de memoria histórica y democrática, las políticas públicas de memoria permiten hacer efectivo el derecho y, al mismo tiempo, el deber de memoria. De esa forma, ha dicho Artolazabal “la memoria familiar ha pasado a formar parte de la memoria colectiva e institucional de este país: dignificando la fosa, seguimos restituyendo su dignidad, y la dignidad de todos y todas”

Beatriz Artolazabal ha tenido un sentido recuerdo también a todas las mujeres, viudas de guerra que tuvieron que sacar adelante a familias numerosas, sin apenas recursos y con el doble castigo de ser señaladas, soportando todo tipo de vejaciones. “Estas mujeres merecen todo nuestro reconocimiento y agradecimiento, sin su esfuerzo tampoco hoy estaríamos aquí; se merecen tener también un lugar destacado en nuestra memoria colectiva”

El acto de hoy ha congregado a representantes de las diferentes sensibilidades políticas de Euskadi y La Rioja, entre ellos: Miren Gallastegi parlamentaria del PSE-EE; Henar Moreno, diputada autonómica de La Rioja de Izquierda Unida; Ainhoa Campo, directora de Igualdad y DDHH de la Diputación Foral de Álava; representantes de Ezker Anitza y Elkarrekin Podemos de las Juntas Generales de Álava; miembros de la corporación municipal de Labastida de EAJ-PNV, EHBildu y Partido Popular y representantes municipales de las poblaciones de las que eran originarias las víctimas.

Desarrollo del acto
El acto ha comenzado en el Ayuntamiento de Labastida/Bastida con la emisión de un vídeo en el que algunos familiares e impulsores de la recuperación de los restos de las víctimas narran los hechos y lo que supuso para ellos y sus familias la exhumación realizada en 1980.

La alcaldesa Laura Pérez, ha dado la bienvenida a los asistentes y se ha referido a la importancia de reconocer a estas personas como víctimas y la recuperación de su memoria para contribuir a que hechos como los acontecidos no se vuelvan a repetir. Han tomado la palabra también: Jesús Ángel Cámara miembro de la asociación La Barranca, para la preservación de la Memoria Histórica en La Rioja, entidad que ha colaborado con las instituciones organizadoras para contactar con los familiares de las víctimas; y Nicolás Sojo Gómez, nieto de Nicolás Martínez de Sojo, fusilado en 1936.

La consejera Beatriz Artolazabal, tras su intervención, ha entregado una réplica de la escultura ‘Duintasuna’ de Iñigo Arregi, que preside los Columbarios de la Dignidad de Elgoibar y Orduña, a los familiares de las 12 víctimas. De allí, los asistentes se han trasladado hasta el lugar donde se ubicaba la fosa, en un margen de la carretera que va desde Labastida hasta Rivas del Tereso.

Dignificación de la fosa
Alejandro Bayona y José Luis Antón, nieto de Martín Ramírez Apilanez y de Braulio Antón respectivamente, han descubierto la placa que recoge los nombres de las 12 víctimas, en un lugar próximo al que se hallaba la fosa donde hace hoy 86 años, el 6 de noviembre de 1936, fueron enterrados. La placa incluye un código QR que facilita el acceso a la información relativa a esta fosa: las circunstancias de los asesinatos, el proceso de la recuperación de los restos y su posterior inhumación.

Tras el aurresku de honor, autoridades, representantes institucionales, familiares y vecinos de la zona han depositado flores en memoria de las víctimas.

Este acto se ha llevado a cabo en cumplimiento del mandato del Parlamento Vasco para adecuar y dignificar el espacio en el que se ubicaba la fosa como lugar de la Memoria Histórica en recuerdo y reconocimiento de las víctimas y como aportación a la memoria democrática colectiva.

Las víctimas
• Nicolás Martínez de Sojo Bastida. 55 años, vecino de Anguciana. Casado, padre de 4 hijos. Trabajador del campo, fue también alcalde de Izquierda Republicana.
• Félix Urrecho Ruiz. 26 años, soltero, vecino de Haro. Alpargatero de profesión, afiliado y miembro activo de la CNT.
• Leopoldo González Izarra. 42 años, vecino de Haro, casado y padre de 3 hijas. Industrial y comerciante, era presidente de Izquierda Republicana.
• Ismenio Moneo Tordomar. 58 años, natural de Hervías, vecino de Haro, casado y padre de 3 hijos. Era maestro, director de la escuela graduada de niños, estaba afiliado a Izquierda Republicana
• Francisco Sanjuán Melchán. 58 años, vecino de Haro, casado, padre de 2 hijos, de oficio chatarrero.
• Braulio Antón García. 49 años, vecino de Rodezno, casado en dos ocasiones, era padre de dos hijos. Era cartero de profesión, estaba afiliado a Izquierda Republicana y fue concejal de esta formación.
• Vicente Rojas Carboneras “Bochincha”. 46 años, vecino de San Asensio, viudo y padre de 5 hijos. Era trabajador del campo y músico, tocaba en la banda de su pueblo y estaba afiliado a la CNT.
• Felices del Campo Ábalos. 29 años, vecino de San Asensio, soltero, trabajador del campo y afiliado a las Juventudes Socialistas de las que era presidente.
• Juan Martínez Ábalos “Juanito”. 33 años vecino de San Vicente de la Sonsierra, casado y padre de una hija. Era trabajador del Ayuntamiento y secretario de Izquierda Republicana
• Martín Ramírez Apilánez. 28 años, vecino de San Vicente de la Sonsierra, casado padre de tres hijos. Era trabajador del campo y estaba afiliado a la CNT.
• Ceferino Sagredo Hermosilla. 29 años, vecino de Treviana, soltero y trabajador del campo.
• Cipriano Sagredo Hermosilla. 32 años, vecino de Treviana, casado y padre de tres hijos.