Azpiazu avanza que Euskadi afronta el contexto económico con prudencia y cautela desde una situación económica sólida

29 de julio de 2022

 

El Consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha avanzado en la presentación del Informe Anual de la Economía Vasca 2021, que Euskadi hará frente a la incertidumbre económica con evidente prudencia y cautela -tratando de amortiguar los efectos de la inflación en la ciudadanía- pero desde una situación económica sólida.

Así, admitiendo que la incertidumbre sigue siendo notable, más aún a raíz de un hipotético corte de gas ruso a Europa, Azpiazu ha señalado que el Gobierno Vasco ya está tomando las medidas necesarias para estar en las mejores condiciones si eso sucediera. “Euskadi dispone de una infraestructura importante, como Bahía de Bizkaia Gas, que permite importar gas de cualquier parte del mundo, lo que da una flexibilidad importante y la dependencia del gas de Rusia es mínima, o se puede sustituir por el gas que proviene de cualquier otro país. Esto nos da una garantía de suministro de gas”, ha afirmado.

El punto más preocupante es la inflación, dado que es el mayor de los problemas a los que se enfrenta la sociedad vasca. El último dato disponible sitúa el IPC de Euskadi en el 9,6%, el de España, dato conocido hoy del mes de julio  en el 10,8% y el de la zona del euro en el 8,6%. “Son cifras muy elevadas y no está claro que hayan tocado techo”, ha enfatizado.  Las fuerzas que impulsaron al alza los precios en esta escalada (las materias primas y la energía) ya llevan unos meses abaratándose y eso se irá trasladando al resto de productos, pero no será un proceso rápido. Es verdad, que no ha habido efectos de segunda ronda importantes.

Tal y como indican los distintos informes, la inflación en 2023 será del 3,1% en media anual, con una tasa a finales del próximo año cercana al objetivo del Banco Central Europeo (2,0%). Para atajarla, este organismo subió la semana pasada los tipos de interés más de lo anunciado, lo cual que tendrá consecuencias en las familias y empresas. “Se espera que la subida de tipos modere la demanda y, en consecuencia, el PIB”, ha trasladado el Consejero.

A pesar de la incertidumbre y de la alta inflación, el mercado de trabajo sigue mejorando de forma continuada. Por un lado, la afiliación a la Seguridad Social aumentó un 2,5% en el primer trimestre y un 2,4% en el segundo. Por otro, la PRA estima que la ocupación aumentó un 2,5% en el segundo trimestre, tras el 3,1% del primero.

Por tanto, la capacidad de la economía vasca para generar puestos de trabajo sigue siendo muy elevada.

Las tasas mencionadas han situado a la ocupación en el entorno de las 963.100 personas, que son unas 23.400 más que las que había el año pasado y que es también la cifra más elevada desde el año 2008.

A esto hay que añadir que el número de personas en paro sigue reduciéndose a buen ritmo, lo que ha llevado a la tasa de paro al 8,5% (la tasa más baja desde 2009), a menos de dos puntos de la tasa media de la eurozona (6,6% en mayo).

El crecimiento esperado para la zona del euro se estabiliza en el 2,6% para 2022 y baja al 1,6% para 2023, siendo el PIB potencial de Europa en el entorno del 1,5%. “Los que vemos la botella medio llena pensamos que, a pesar de toda la incertidumbre que nos rodea, Europa puede crecer el año que viene cerca de su potencial”, ha declarado.

En lo referente a la economía vasca, la cascada de datos que se conocieron la semana pasada han sido, prácticamente sin excepción, muy positivos.

Tras esta introducción económica, el Consejero Azpiazu ha dado paso al Viceconsejero Iñaki Barredo, quien ha considerado que, a medio plazo, Euskadi tiene que hacer frente a una serie de desafíos, entre los que destacan el reto energético ecológico, el tecnológico digital y el demográfico social.

En lo relativo al primero, existe margen de mejora en el campo de la reducción de emisiones, donde “todavía queda por delante un notable esfuerzo, tanto en Euskadi como en el mundo, para frenar el calentamiento global”, ha indicado Barredo.

Por su parte, la digitalización ya está en marcha y “será una de las herramientas a desarrollar para obtener ganancias de productividad en el futuro. En 2021, la posición de partida es buena y la llegada de fondos ayudará a seguir con la transformación digital”.

Retos a los que se suma el demográfico-social, haciendo especial hincapié en el envejecimiento de la población que abre una oportunidad para “desarrollar nuevas actividades ligadas a la economía plateada, la de las personas de más de 55 años, que disponen de un alto poder adquisitivo”, o seguir trabajando para eliminar la brecha salarial, avanzando en clave de igualdad.