Análisis de la capacidad laboral en el sector de los cuidados de larga duración

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria.

Portada del documento 'Mano de obra de los cuidados de larga duración: condiciones de trabajo y empleo' (Long-term care workforce: Employment and working conditions) publicado por Eurofound (2020).

Portada del documento 'Mano de obra de los cuidados de larga duración: condiciones de trabajo y empleo' (Long-term care workforce: Employment and working conditions) publicado por Eurofound (2020).

La Fundación Europea para la mejora de las condiciones de vida y laborales (Eurofound) publica un análisis sobre la capacidad laboral en el sector de los cuidados de larga duración por encargo de la Comisión Europea y del Comité de Protección Social. Este trabajo se ha realizado en el marco de preparación de un informe sobre cuidados de larga duración para la Comisión Europea.

El documento profundiza en el análisis de la situación de los cuidados de larga duración en relación con el aumento de las necesidades de apoyo y cuidados que se vinculan a la longevidad de la población europea. En respuesta a esta demanda de fuerza de trabajo en el sector de los cuidados se constata su crecimiento en un tercio la última década con previsión de que el número de profesionales en el sector continúe en aumento.

Con el objetivo de profundizar en las características de las necesidades del mercado de cuidados de larga duración, de las condiciones laborales de este o su tamaño, este informe completa un análisis que aborda, entre otras cuestiones, la escasez de mano de obra en el sector, el trabajo no declarado o en la situación de las personas cuidadoras que conviven con la persona beneficiaria de cuidados.

La importancia de los cuidados de larga duración radica en su condición de pilar fundamental para la calidad de vida de las personas mayores y de aquellas con discapacidad a medida que merma su autonomía personal. Sin embargo, estos cuidados orientados en esencia al bienestar de las personas cuidadas se topan con condiciones laborables precarias y, en definitiva, muy mejorables que afectan, en gran medida, a población femenina, muchas veces en situación de precariedad socioeconómica o incluso en situación de pobreza.

Mejorar las condiciones laborales del mercado de cuidados de larga duración es señalado por este informe como un desafío a considerar ante cualquier iniciativa de promoción de la expansión de dicho mercado en Europa.

En este sentido, la Unión Europea ha implementado varias directivas y acuerdos marco en materia de condiciones laborales que, sin embargo, colosionan con características del mercado laboral de los cuidados de larga duración, entre los que se destaca la desigualdad de género que afecta, además, también afecta a quiénes proveen de cuidados informales por ser fundamentalmente mujeres quiénes los asumen.

Ideas clave a tener en cuenta en el análisis del mercado laboral de cuidados de larga duración

Sobre tendencias de empleo y mano de obra

  • En la UE, 6,3 millones de personas trabajan en este. Este número contrasta con los 44 millones de personas que brindan cuidados informales de larga duración, frecuente a familiares o amigos/as.
  • Dos de cada cinco (42%) trabajadoras/es de cuidados de larga duración trabajan a tiempo parcial, el doble de la tasa de toda la capacidad laboral (19%). Muchas/os lo hacen al no encontrar trabajo a tiempo completo (30% en cuidados de larga duración no residenciales, 20% en cuidados de larga duración residenciales).
  • El trabajo por cuenta propia en el sector de los cuidados de larga duración es raro (1,9%) en comparación con el trabajo por cuenta propia del conjunto de la población activa (14,2%) y se concentra en la atención domiciliaria. Los contratos permanentes son relativamente comunes en los cuidados de larga duración, especialmente cuando se desarrollan en infraestructuras residenciales.
  • Cuatro de cada cinco (81%) trabajadoras/es formales en cuidados de larga duración son mujeres. La proporción de trabajadoras/es de 50 años o más es más alta que en otros sectores y ha aumentado rápidamente en la última década: del 28% en 2009 al 38% en 2019.
  • Más que en el sector de la salud, las personas migrantes y trabajadores/as desplazadas/os constituyen una parte importante de la fuerza laboral del sector de cuidados de larga duración (principalmente los domésticos en algunos países). El trabajo transfronterizo es frecuente en aquellas zonas fronterizas en los que las diferencias en las condiciones laborales y los salarios son grandes.
  • La escasez de personal difiere dentro y entre países y, a menudo, es más urgente para las enfermeras calificadas. Dependen de la dinámica de la oferta y la demanda, que resulta sensible a las políticas.
  • Las estadísticas sobre cuidados de larga duración a menudo se registran junto con las de otros servicios sociales o sectores de la salud, o faltan, especialmente para los trabajadores domésticos de cuidados de larga duración, que desempeñan un papel importante en algunos estados miembros.

Sobre condiciones de trabajo

  • Siete de cada diez (71%) trabajadoras/es de cuidados de larga duración indican que siempre 'tienen la sensación de hacer un trabajo útil', lo que es mayor que en el sector salud (66%) y para el conjunto de la fuerza laboral (50%).
  • Sin embargo, solo el 22% de las/os trabajadoras/es están 'muy satisfechas/os' con sus condiciones de trabajo, menos que respecto al conjunto de la población activa (26%).
  • Las/os trabajadoras/es de cuidados de larga duración informan, con frecuencia, considerar no poder seguir trabajando hasta los 60 años.
  • Los trabajadores de cuidados de larga duración a menudo trabajan por turnos, en particular turnos rotativos, y sienten que no tienen voz en sus negociaciones laborales; a menudo se les pide que acudan a trabajar con poca antelación. El trabajo vespertino, nocturno y de fin de semana es particularmente frecuente en los en cuidados de larga duración en centros residenciales.
  • Dos quintas partes (40%) de las/os trabajadoras/es de cuidados de larga duración informan levantar o mover personas más de las tres cuartas partes del tiempo (en comparación con el 5% de todas/os las/os trabajadores y el 23% de las/los profesionales del sector salud. Muchas/os trabajadores de cuidados de larga duración informan que manipulan materiales infecciosos. Estas/os profesionales tienen menos probabilidades que los trabajadores de la salud de sentirse bien informadas/os sobre salud y seguridad.
  • Las/los trabajadoras/es de cuidados de larga duración informan haber experimentado un comportamiento social adverso (tipo abuso verbal, comportamiento humillante, violencia física y amenazas) con más frecuencia que las/los profesionales de la salud y otras/os trabajadoras/es.
  • Grandes sectores de la población activa trabajando en el sector de los cuidados de larga duración recibe una remuneración muy inferior al salario medio nacional (cuidadoras/es, cuidadoras/es sociales, auxiliares de enfermería). Las ocupaciones mejor remuneradas en cuidados de larga duración generalmente reciben alrededor del salario promedio nacional (enfermeras especializadas, trabajadoras/es sociales, terapeutas). El salario en el sector privado suele ser inferior al del sector público.
  • El trabajo de cuidados de larga duración en el ámbito doméstico, donde la persona beneficiaria del cuidado es frecuentemente el/la empleador/a, se encuentra entre los tipos de trabajo de cuidados de larga duración peor remunerados y menos regulados. Queda al margen del ámbito de la inspección del trabajo. El trabajo no declarado se concentra en cuidados de larga duración en el ámbito doméstico y es relativamente poco común en otras formas de cuidados de larga duración.
  • El cuidado interno (cuando las persona cuidadora vive con la beneficiaria del cuidado) conlleva riesgos adicionales con respecto a las condiciones de trabajo. Es relativamente común en Austria, Chipre, Alemania, Grecia, Italia, Malta y España, y se encuentra en aumento en otros estados miembros. en los que actualmente se encuentra limitado a personas con necesidades de atención específicas (por ejemplo, los Países Bajos) o elevados ingresos (por ejemplo, Polonia).

Recomendaciones en materia de políticas

  • Los aspectos interpersonales del trabajo son clave en los cuidados de larga duración. Para garantizar su alta calidad y abordar la escasez de personal, es importante valorar los recursos humanos y mejorar las condiciones laborales en el sector.
  • Para abordar la escasez de personal, las medidas podrían dirigirse a las/os trabajadoras/es a tiempo parcial que desean aumentar sus horas, así como a ex-cuidadoras/es informales desempleadas/os e inactivos; trabajadoras/es de cuidados de larga duración que desean retrasar su jubilación y futuras/os estudiantes jóvenes. Se teme que los hombres, en particular, puedan ser ser blanco de ataques. Sin embargo, para que estas medidas sean efectivas, se necesitan condiciones de trabajo más sostenibles.
  • A medida que crece el sector de los cuidados de larga duración, es más importante reconocer los riesgos físicos específicos que enfrentan sus trabajadoras/es, incluidos los relacionados con el levantamiento/carga de personas. La crisis de COVID-19 ha demostrado que las/os trabajadores de cuidados de larga duración deben, asimismo, encontrarse mejor preparadas/os para trabajar de forma segura en entornos potencialmente infecciosos.
  • Los trabajadores de LTC tienen un alto riesgo de desarrollar problemas de salud mental debido a los altos niveles de demandas emocionales del trabajo y la exposición a comportamientos sociales adversos en el trabajo. Con la creciente fuerza laboral de LTC, es particularmente importante que esto sea abordado por los legisladores. Los problemas de salud mental están asociados con altos costos para la sociedad. Ignorarlos afecta a las mujeres de manera desproporcionada, ya que hay más mujeres que hombres empleadas en el sector de LTC.
  • Mejores niveles de personal pueden reducir la necesidad de trabajos con poca antelación y, junto con una mayor profesionalización, capacitación y mejora de los procesos, se pueden reducir los desafíos para la salud física y mental de los cuidados de larga duración. Más tiempo con las/os usuarios del servicio, menos tareas administrativas, mayor autonomía y mayor profesionalidad pueden también contribuir a mejores servicios.
  • Los servicios de atención domiciliaria y comunitaria son claves al permitir que las personas con cuidados de larga duración permanezcan en la comunidad. La crisis de COVID-19 puede acelerar el distanciamiento respecto a los cuidados de larga duración residenciales a gran escala. El hogar de la persona usuaria de cuidados es un entorno de difícil regulación y control. En este sentido, la formación (por ejemplo, en cinestésica), el manejo de la agresividad, la tecnología y una mejor dotación de personal pueden contribuir a la mejora de las condiciones de trabajo.
  • En particular el trabajo doméstico en los cuidados de larga duración debe estar mejor regulado por convenios colectivos, que se hagan cumplir prestando atención a los riesgos específicos del trabajo de cuidados..
  • La atención domiciliaria, aquellas que se produce cuando el/la trabajador/a de cuidados de larga duración vive en el hogar de las persona beneficiaria de la atención, está asociada con riesgos relacionados con las condiciones laborales y la calidad de la atención. La regularización puede facilitarse mediante procedimientos de registro atractivos. Sin embargo, si se ofrece un buen acceso a una gama flexible de servicios LTC de alta calidad, rara vez se necesita atención domiciliaria.
  • Cuando la financiación pública juega un papel en los cuidados de larga duración, los gobiernos pueden utilizarla para mejorar las condiciones de trabajo, por ejemplo, a través de requisitos en la contratación pública. El trabajo no declarado de los cuidados de larga duración puede abordarse mejorando el acceso a cuidados de larga duración flexibles y de alta calidad, con el apoyo público restringido a aquellos proveedores registrados y de atención declarada.
  • Reconocer a los cuidados de larga duración como un sector singularizado en la recopilación de datos, en cuanto a convenios colectivos o regulaciones, así como una mejor cobertura de la negociación colectiva, puede ayudar a mejorar la evidencia disponible, contribuir a crear un mejor ambiente de trabajo y mejorar la calidad del servicio.

Si desea ampliar esta información, puede consultar el artículo 'Mano de obra de los cuidados de larga duración: condiciones de trabajo y empleo' (Long-term care workforce: Employment and working conditions) publicado por Eurofound (2020).