Medio Ambiente lanza una campaña de sensibilización para que mascarillas y guantes se desechen correctamente

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  • “Recoge el guante / Eskularrua jaso” es el lema con los que se busca evitar estos objetos de protección contra la Covid-19 se tiren en las calles y los espacios naturales.
  • Guantes y mascarillas deben depositarse en el contenedor de fracción resto de la basura doméstica.

 

El Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, a través de su sociedad pública Ihobe, ha iniciado una campaña de sensibilización dirigida a lograr que mascarillas, guantes y otros objetos que hayan podido estar expuestos a contaminación por coronavirus se depositen en el contenedor de basura doméstica de fracción resto. De esta forma se evita que las personas que trabajan en los circuitos de residuos que implican reciclaje se vean expuestas al SARS-CoV 2.

Con el lema “Recoge el guante / Eskularrua jaso”, la campaña trata de impedir que estos objetos de protección contra la Covid-19 se tiren en calles y espacios naturales.

Desde el Gobierno Vasco se considera muy importante sensibilizar a la población para que estos materiales se depositen correctamente, no sólo por una cuestión ambiental sino también sanitaria: el virus puede permanecer hasta varios días en la superficie de estos materiales.

Respecto a las pantallas protectoras, se recomienda su reutilización a través de limpiezas realizadas usando alcohol etílico a concentraciones comprendidas entre los 70º y 90º, adecuadas para asegurar la desinfección. Las pantallas de protección facial, pese a estar fabricadas a partir de componentes plásticos, no están sujetas a la dinámica de gestión de envases por lo que deben depositarse también en el contenedor de fracción resto al final de su vida útil y no en el contenedor amarillo.

El Departamento de Medio Ambiente e Ihobe quieren recordar que la responsabilidad individual es clave en la lucha contra la Covid-19 y que el uso de mascarillas es obligatorio en los espacios públicos, tanto abiertos como cerrados, donde no sea posible mantener una distancia de 1,5 metros entre las personas.