El Gobierno manifiesta su criterio desfavorable a tramitación de la modificación de la Ley Vasca del Juego que propone Elkarrekin-Podemos porque todas sus propuestas ya están siento analizadas en la reforma del reglamento (Consejo de Gobierno 15-12-2020)

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15 de diciembre de 2020

El Consejo de Gobierno se manifiesta contrario a la tramitación de la Proposición de Ley para la modificación de la Ley 4/1991, de 8 de noviembre, reguladora del Juego en la Comunidad Autónoma del País Vasco, formulada por el grupo parlamentario Elkarrekin-Podemos.  El Ejecutivo vasco considera que la mayoría de las medidas planteadas por este grupo parlamentario están siendo ya analizadas y tratadas por parte del equipo experto que está llevando a cabo la revisión de la planificación prevista en el reglamento del juego.  

En primer lugar, el Gobierno Vasco cree que la mayoría de las propuestas de Elkarrekin-Podemos pueden abordarse con más acierto en el marco de la revisión que el Gobierno Vasco está haciendo de la planificación el juego prevista en el reglamento general (Decreto 120/2016 del 27 de julio). Ese proceso riguroso se fundamenta en las conclusiones y propuestas derivadas de los estudios del Observatorio Vasco del Juego sin necesidad de ajustarse a los tiempos y plazos rígidos que exige la tramitación de una ley. Además, hacerlo a través de una modificación de una ley ofrece poca flexibilidad a la hora de responder a una realidad cambiante. Por ello, la vía reglamentaria, complementada con la acción planificadora, resulta más idónea para contar con una normativa que garantice los intereses generales.

Planificación del Gobierno Vasco

El Gobierno Vasco está desarrollando la revisión de la planificación teniendo en cuenta la preocupación social por la proliferación de establecimientos de juego presencial, la protección a los colectivos vulnerables (menores, jóvenes, personas con discapacidad, con dependencia al juego, ludopatía, etc.) y el necesario equilibrio entre la oferta de juego y la demanda. Todo esto dentro de unos límites razonables y sin poner en riesgo la salud de las personas.