La Bienal MUGAK acoge una exposición inédita sobre la Escuela de Ulm y su legado en el mundo del diseño

24 de octubre de 2019

  • ‘Diseño de sistemas: la Escuela de Ulm y la compañía Braun’ reúne por primera vez en una muestra conjunta los tres archivos que conservan sus trabajos, con unas 150 obras entre las dos sedes de la muestra, San Telmo Museoa y el Instituto de Arquitectura de Euskadi (junto al Convento Santa Teresa)
  • Todos los hogares actuales tienen objetos basados en las investigaciones de Ulm, que en 15 años de vida construyó la base del diseño contemporáneo e inspiró a empresas como Braun, cuyo director artístico, Dieter Rams, influyó a su vez en el diseño de compañías como Apple.
  • Jornadas y talleresfamiliares completarán las actividades en torno a la principal exposición de la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi.

MUGAK, la Bienal Internacional de Arquitectura de Euskadi, ha presentado hoy la exposición central de su edición de 2019. ‘Diseño de sistemas: la Escuela de Ulm y la compañía Braun’ es una muestra inédita en la que se pueden observar en torno a 150 obras gracias a la cesión de los tres archivos alemanes que conservan el legado de la Escuela Superior de Diseño de Ulm y de la empresa Braun.

Ese centro, que perduró únicamente 15 años (1953-1968), estableció las bases del mundo del diseño tal y como se entiende hoy en día. La exposición, dirigida a todos los públicos, abrirá sus puertas este sábado, 26 de octubre, y se mantendrá hasta el 12 de enero de 2020 en sus dos sedes: el Instituto de Arquitectura de Euskadi–sede central de MUGAK- y el Museo San Telmo, ambos en la Parte Vieja de San Sebastián.

Esta es una de las exposiciones “más completas y más extensas”, según sus comisarios, Gillermo Zuaznabary Neus Moyano, en torno a la Escuela de Ulm y su relación con el diseño de Braun y su director artístico, Dieter Rams, con objetos, fotografías de época, proyecciones, planos y ejercicios de los estudiantes de esta escuela, cedidos por los archivos Hochschule für Gestaltung Ulmy Renè Spitz Sammlung, así como diseños y prototipos de Braun Sammlungque por primera vez muestran juntos este legado.

La muestra acerca al público la relación que la Escuela de Ulm tejió entre la arquitectura, el diseño, la ciencia y la tecnología, creando sistemas más científicos que los que proponía su antecesor, la Bauhaus. Esta nueva manera de pensar y de redefinir la profesión de los diseñadores industrializados la convirtió, con el paso del tiempo, en una referencia ineludible en la docencia de las escuelas de diseño. Su inspiración ha llegado hasta los diseños de influyentes empresas como la aeronáutica Lufthansa o el propio Metro de Bilbao o Braun, cuyo director artístico, Dieter Rams, influyó a compañías como Apple.

La Escuela de Ulm surgió al amparo del Plan Marshall, con la idea de reeducar a la juventud alemana. Lo que estaba previsto que fuera una escuela de alfabetización y de valores democráticos fundada por la familia de dos hermanos ejecutados por el régimen de Hitler derivó en la idea de una escuela de formación política y acabó convirtiéndose en una escuela de arquitectura y diseño fundada por Max Bill, Otl Aichere Inge Scholl, hermana de los asesinados.

“Ulm está presente en nuestro día a día”

La escuela contribuyó con sus diseños y su estética radical a la refundación industrial, política y social de Alemaniatras la II Guerra Mundial. A Ulm se le reconocen invenciones que hoy, 60 años después, son cotidianas en todos los hogares, como por ejemplo la idea de los objetos apilables para el ahorro de espacio. La mayoría de las tazas y vajillas están basadas en el trabajo de investigación realizado por Hans Roericht, un sistema utilizado también aparatos electrónicos, etc.  “Ulm está presente en nuestras casas hoy en día, en cada hogar hay objetos que han aplicado sus sistemas o metodologías”, aseguran los comisarios.

La Escuela de Ulm huyó del concepto de usar y tirar, de la obsolescencia, y abanderó la idea de crear objetos versátiles para varias estancias, con ejemplos como el mueble Bofinger M125, expuesto en el Museo San Telmo. Para crear este mueble, considerado por muchos el antecesor de los de Ikeaporque se adquiría por módulos, su creador, Hans Gugelot, midió el estándar de todos los objetos de un hogar para crear una medida base, 125 milímetros, a partir de los cuales creó módulos que encajaran con el resto de objetos.

El consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, cuyo departamento organiza MUGAK, ha puesto en valor que los objetos de la Escuela de Ulm “fueran prácticos, versátiles y duraderos, unos conceptos de gran utilidad hoy en día, cuando nos cuestionamos la sostenibilidad de un modelo de consume basado en el usar y tirar, y que explica también por qué han perdurado sus creaciones y su influencia”. 

Jaime Otamendi, director de Donostia Kultura, ha destacado, “por un lado, la importancia del diseño en un sector clave como el de la industria en Gipuzkoa, donde las empresas han sabido aunar funcionalidad y estética, de lo que se muestran buenos ejemplos en la exposición permanente del Museo San Telmo; y, por otro, el hecho de poner en diálogo esta fortaleza con el buen hacer de la Escuela de Ulm”.

Muchos elementos de la iconografía básica del día a día también parten de Ulm. Incluso los símbolos básicos de los ordenadores son fruto de diseños realizados por Tomás Maldonado, profesor de la escuela, que generó un sistema para relacionar personas y máquinas en la empresa Olivetti, una simbología que se aplicó en los primeros ordenadores y también a los teléfonos móviles. “Se dice que hicieron ordenadores sin ordenadores, ya pensaban de manera informática”, resume la comisaria, que asegura que “hoy en día no podríamos vivir sin la señalización gráfica y los pictogramas de Ulm”.

Otro ejemplo son los pictogramas de los Juegos Olímpicos, diseñados por OtlAicherpara Munich’72, los primeros celebrados en Alemania tras la II Guerra Mundial.

Bajo la premisa de que los objetos fueran ante todo útiles para los usuarios, la escuela estableció entre sus bases la idea de que “el buen diseño no es el que es más llamativo, sino aquel que no molesta”, subraya Zuaznabar. Los objetos debían ser versátiles, neutros, útiles y necesarios. “No se planteaban hacer diseño, sino resolver problemas: no hacer un cartel, sino resolver un problema de comunicación”, añade Moyano.

Objetos pocas veces exhibidos ante el público

Las dos sedes de la muestra, el Instituto de Arquitectura de Euskadi (IAE)  y el Museo San Telmo, estarán divididos en los departamentos por los que estaba compuesta la propia Escuela de Ulm –Comunicación Visual, Diseño de Producto, Información (periodismo) y Construcción (Arquitectura)- y suman un apartado dedicado especialmente al diseño de Braun. Los de Comunicación Visual, Diseño de Producto e Información, así como el diseño de Braun, se presentan en San Telmo, y el de Construcción en el IAE, donde se resalta la aportación de Ulm al diseño de edificios y a la construcción industrializada.

La exposición incluye objetos que pocas veces han estado a disposición del público general. En San Telmo se muestra una parte, a escala real, del pabellón Braun, un espacio de diseñado por diseñadores de la escuela para la empresa alemana, con objetos de la compañía que colaboró estrechamente con la escuela y se convirtió en una empresa puntera en este área. También recoge ejemplos de objetos disruptivos como el primer aparato de alta fidelidad, que construyó con Braun y estuvo al alcance de pocas personas por su coste.

En el IAE se pueden observar los ejercicios del curso preliminar de la escuela, de gran importancia por ser heredado de la Bauhaus para que los alumnos comprendieran el material, el color y la forma en base a las leyes por las que se rige el hecho de diseñar y para que educaran la vista. Entre los alumnos de la escuela hubo una única persona de España, la valenciana Mónica Buch, cuyos ejercicios del curso preliminar están expuestos en la muestra.

Una reflexión sobre diseño

El comisario de MUGAK, Pedro Astigarraga, explica que “cada vez hay más profesionales de la arquitectura y mayores dificultades para construir un edificio. Esta exposición muestra cómo los y las arquitectos podemos proyectar edificios y otras muchas cosas. Es  necesario abrir el abanico de posibilidades y ser capaces de que la ciudadanía comprenda y aprecie el valor añadido de la idea, como generadora de un buen producto, ya sea una casa o un objeto”.

La exposición contará, además,con actividades dirigidas a diversos públicos, como las jornadas ‘Aprendiendo de la Hfg Ulm’ (del 11 al 13 de noviembre). Entre los conferenciantes, figuran expertos como Klaus Klemp, director del Museum Angewandte Kumst de Frankfurt; René Spitz, profesor en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Colonia y destacado experto en torno a la Escuela de Ulm; y MartinMäntele, director del Archivo Hochschule für Gestaltung Ulm.

De la muestra partirán también varios talleres familiares (los días 9 y 16 de noviembre a las 17h en San Telmo Museoa y el 7 de diciembre en el IAE, con inscripción previa) y varios talleres infantiles durante las vacaciones navideñas en San Telmo Museoa (el 26 de diciembre para 4-6 años y el 2 de enero para 6-10 años, inscripciones en stm_erreserbak@donostia.eus). Asimismo se realizarán visitas guiadas para escolares y para público general.