Inauguración del I Foro de Fundaciones Bancarias en España: "5 años de Fundaciones Bancarias: más de 100 años de compromiso"

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3 de junio de 2019

 

Alkate Jauna,

Sagredo Jauna. BBK Fundazioko Presidentea

Lagunok,

Eskerrik asko gaur hemen egoteko aukera emateagatik.

Buenos días a todos,

El hecho de disponer tan sólo de unos pocos minutos para intervenir en esta sesión inaugural, impide que me extienda tanto como me hubiera gustado sobre una cuestión, la de las fundaciones bancarias, que me resulta muy cercana.

No en vano fui ponente de la Ley en el Congreso de los Diputados hace ya más de 5 años y por ello estoy muy interesado en todas sus implicaciones que ustedes van a analizar a lo largo de esta jornada.

Quisiera, en primer lugar, felicitar a la Fundación BBK y a su Presidente Xabier Sagredo por la celebración de estas jornadas que, a buen seguro, serán de utilidad para reafianzar y consolidar el modelo de fundaciones bancarias.

Aunque sea brevemente permítanme realizar una reflexión sobre este asunto que considero de gran importancia.

La Ley de Cajas de Ahorro y Fundaciones Bancarias, desde el punto de vista económico y político significó un punto y aparte, un cambio sustancial en el modelo de funcionamiento de las Cajas de Ahorros en cuanto Instituciones Financieras.

La crisis económica que se desató hace ya más de una década y que ha tenido consecuencias, como bien conocen,  en términos de paro, desigualdad, precariedad y tantos otros aspectos, fue motivada inicialmente por una crisis financiera que algunos creían ajena pero que se demostró que había enraizado profundamente en el sistema financiero español.

Simplificando seguramente en exceso, me atrevería a decir, que el sistema financiero y en concreto, muchas de  las Cajas de Ahorros, asumieron riesgos excesivos en la fase de expansión de la burbuja inmobiliaria.

La expansión desaforada de las oficinas por todos los territorios y los crecientes incrementos de los préstamos hipotecarios concedidos a los compradores de viviendas y, sobre todo, los concedidos a promotoras de viviendas y de suelo, obnubilados por las subidas permanentes de los precios de los inmuebles, y sin analizar suficientemente los riesgos, condujeron, simplificando mucho, a las Cajas de Ahorros hacia el abismo.

Un auténtico problema de gobernanza que se manifestaba mediante avaricia, falta de profesionalidad, excesos salariales y otros abusos económicos de los responsables de muchas de las Cajas explican gran parte del fin de las Cajas de Ahorros.

En ese contexto, y ante la necesidad de salvar o rescatar el sistema financiero (o la propia economía diría yo), la famosa troika, (BCE, FMI y la Comisión Europea) exigió de facto, en base al Memorandum de Entendimiento (MoU), la desaparición de las Cajas de Ahorros, su despolitización y la conversión de estas entidades en bancos para que el rescate financiero de la economía española se llevase a cabo.

Desde luego los ejemplos y las prácticas habidas en muchas de ellas y los comportamientos de sus dirigentes (CCM, CAM, Cataluña Caixa, y un largo etc.), con pocas capacidades y elevados despilfarros, no facilitaban precisamente que políticamente se les defendiera.

En este sentido debo decir con orgullo que estas críticas no son ni eran extensibles a las Cajas de Ahorro de Euskadi.

Su solvencia, su rigurosa gestión y su bien hacer eran reconocidas por los stresstest y sus ratios reflejaban la solidez de dichas Entidades Financieras, (de la BBK, de la Kutxa y de la Vital), de nuestras arraigadas y queridas Cajas de Ahorros. Es lo que nos ha permitido sobrevivir con éxito bajo la forma de Fundaciones Bancarias.

Sin embargo, la ola de la troika nos alcanzó, y si me permiten la expresión les diré que salvamos, aunque fuera in extremis,  los muebles con la Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias.

Recuerdo que en octubre de 2013 cuando debatíamos las enmiendas a la totalidad del Proyecto con cierta resignación yo señalaba y cito literalmente “hoy no es un día especialmente grato… es un mal día porque se va a certificar la práctica desaparición de las Cajas de Ahorros. Lo que nos parece injusto, y nos gustaría que el viento soplase en dirección contraria.

A pesar de ello, desde el grupo vasco no presentamos enmiendas a la totalidad y decidimos, por contra, trabajar intensamente con el Gobierno, con el Ministerio de Economía, y más en concreto, con el Ministro Luis de Guindos, hoy Vicepresidente del BCE y con el entonces Secretario General Miguel Tembury, a los que he de agradecer sinceramente su trabajo, predisposición y colaboración, para que el impacto negativo que podía tener dicha Ley en nuestras Cajas (BBK, Kutxa y Vital) fuera el mínimo posible.

Se trataba de lograr que éstas, entidades convertidas en Fundaciones Bancarias, pudieran seguir cumpliendo con su doble compromiso de “impulsar el desarrollo económico de Euskadi” y continuar invirtiendo y apostando para la obra social; señas de identidad que no se deberían y no se deben perder en mi opinión.

Los aquí presentes pueden juzgar con más criterio y ecuanimidad la razonabilidad de aquellas palabras mías a la luz de la experiencia y el recorrido que han experimentado las fundaciones bancarias a lo largo de estos cinco años holgados.

Yo personalmente, por lo que conozco, creo que hemos solventado la situación con éxito y lo que era hace cinco años una auténtica encrucijada que no tenía una salida fácil, porque suponía un estado de cosas que teníamos que aceptar casi de manera irremediable, se ha convertido en un modo de gestión del que podemos sentirnos orgullosos.

Hoy, ya como Consejero de Hacienda y Economía quisiera animar a las entidades bancarias propietarias de Kutxabank, a la Fundación BBK, a la Fundación Kutxa y a la Fundación Vital a que continúen apostando y trabajando para el desarrollo económico y social de Euskadi.

Nos acompaña la coyuntura económica.

La economía vasca crece. Nuestra previsión de crecimiento económico para 2019 es del 2,2%, y en 2020 el avance económico se situará en el 2,0%.  En materia de creación de empleo las previsiones son del 1,5% este año, lo que supone 14.800 empleos, y los datos para 2020 sitúan el crecimiento del empleo en el 1,3%, es decir, 12.500 puestos de trabajo.

Continuar apostando y trabajando para el desarrollo económico y social de Euskadi, les decía. Es lo que les pediría desde el Gobierno y es lo que la ciudadanía vasca desea.

Para ello contarán con todo el apoyo del Gobierno Vasco que nos demanden y sea necesario.

Me ilusiona que podamos continuar juntos el camino del progreso económico y social de Euskadi.

Eskerrik asko.